El Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales renuncia a CLACSO

en El Aromo n° 104

Eduardo Sartelli y Marina Kabat
CEICS


Buenos Aires, 13 de febrero de 2019

Estimada Karina Batthyány
Secretaria Ejecutiva CLACSO

Por este medio presentamos la renuncia del CEICS –Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales- a CLACSO. El CEICS se integró a CLACSO en 2013. En su momento decidimos esta incorporación, a pesar de saber que la perspectiva socialista y marxista de nuestro centro de estudios no era dominante en CLACSO, porque esperábamos encontrar en esta institución un espacio plural de debate entre diferentes corrientes del pensamiento crítico. Sin embargo, en los años transcurridos desde entonces hasta ahora, CLACSO ha sufrido una creciente partidización que ha obturado la posibilidad de ese diálogo plural y ha anulado el desarrollo de posiciones críticas en su seno. Por vías de esta partidización, CLACSO ha actuado como vocero internacional de ciertos partidos dominantes del régimen social, que tienen a su cargo a las administraciones nacionales o las tuvieron y ahora conservan administraciones provinciales/estaduales. De esta manera, en vez de ser un foro crítico se ha constituido en un defensor ciego de las políticas del Kirchnerismo, Lulismo, Chavismo, etc.

Esta evolución fue acompañada de un mayor centralismo en la toma de decisiones, una proliferación de pronunciamientos muchas veces firmados por la presidencia de CLACSO, así como premiaciones otorgadas a funcionarios políticos, sobre los cuales los centros miembros no son nunca consultados. Este mismo perfil vuelve más molesto y peligroso algunos rasgos de funcionamiento de CLACSO ya presentes anteriormente como la falta de transparencia en concursos, becas y otras instancias, donde no se publica orden de mérito, ni se realiza ningún tipo de devolución a los concursantes. 

Esta evolución de CLACSO puede observarse en sus últimas tres conferencias: mientras la Conferencia CLACSO de 2012 en México mantiene un perfil político intelectual relativamente más amplio y donde el invitado principal, Eduardo Galeano, es una figura con la cual un amplio espectro político puede referenciarse, en las conferencias de 2015 en Colombia y 2018 en Argentina el sesgo partidista fue cada vez más marcado. En la Conferencia de 2015 en Colombia, todavía el mayor espacio entre los paneles centrales estuvo reservado a figuras del ámbito intelectual. Sin embargo, las actividades más difundidas fueron las conferencias especiales de José Mujica y Luis Inácio Lula Da Silva (un mandatario en ejercicio, y un ex mandatario y líder principal del partido gobernante). Es decir, se perdió el perfil crítico y la autonomía respecto de los gobiernos de la región. Una foto de ambos en el evento fue la imagen emblema de CLACSO 2015.

Pero, incluso respecto a ese evento, la Conferencia CLACSO 2018, superó todos los aspectos en cuanto a partidización. En el contexto en el cual los gobiernos bonapartistas argentino y brasileño fueron derrotados en las urnas, la desesperación política por capitalizar este espacio hizo que se dejara de lado toda sutileza. La conferencia CLACSO se convirtió en un mega acto para la promoción de este particular elenco político. La edición de los videos posteriores no deja lugar a dudas, como la escena del ingreso de Cristina Kirchner, mientras de fondo una mujer habla del optimismo. Diversas tomas de la ex mandataria culminan con imágenes del público haciendo el signo peronista de la V. El mismo montaje se repite a menor escala con otros funcionarios Kirchneristas. 

No somos los únicos molestos por la naturaleza de los invitados de la conferencia. Bajo el lema “los asesinos de ayer no pueden ser los salvadores de hoy”, se pidió la exclusión del actual diputado Felipe Solá de la programación del congreso CLACSO. Un grupo de Docentes, Investigadores, Estudiantes y Trabajadores de la ciencia y el ámbito universitario expresaron su indignación ante la inclusión de Felipe Solá, uno de los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda del 26 de junio de 2002, fuera invitado a hablar en el Congreso de una Red de Centros de Investigación que dice buscar promover el pensamiento crítico y la democracia. El planteo es sumamente pertinente, pero trasciende la sola participación de Felipe Solá. El mismo cuestionamiento aplica a la participación con un rol destacadísimo en el Congreso del personal político que ha gobernado las últimas décadas en América Latina. En primer, lugar, la propia Cristina Fernández de Kirchner, responsable de la muerte de 45 personas en situación de protesta social, además de haber dejado un país con un 30% de pobreza y un avance de la precarización laboral, entre otros desastres. Además, está acusada de fuertes cargos de corrupción y lavado de dinero, con importantes evidencias en su contra. Junto a ella, participó Daniel Filmus, quien fue ministro de Educación, responsable de la miserable condición de los docentes en todo el país, y Agustín Rossi, ministro de Defensa, que tuvo al genocida y carapintada Milani como Jefe del Ejército. Como si fuera poco, participó Axel Kicillof, el último ministro de Economía, que dejó una inflación del 40% y una enorme degradación del salario, después de haber negociado acuerdos con el Banco Mundial y el Club de Paris. 

Otro caso es el de Dilma Rousseff, destituida por cargos de corrupción. Se ha comprobado que el PT ha desviado alrededor de 300 millones de dólares. Además de eso, Dilma es la responsable de 246 muertes en protestas sociales y 900 heridos. El propio Haddad, candidato a presidente y participante del congreso, es responsable de la muerte de un militante en la “revuelta del vinagre”, de 2013, en San Pablo cuando fue alcalde. 

También fue invitado Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia desde 2006 y responsable de la represión a los tipnis en 2011, a las grandes movilizaciones mineras y docentes en 2013, a los médicos en 2017 y, recientemente, a los estudiantes de El Alto. Por último, en la lista de invitados figura nada menos que Ernesto Samper, ex presidente de Colombia, cómplice de los grupos paramilitares y con vínculos con el narcotráfico declarados por su propio tesorero. Como ya señalamos, este armado de la Conferencia CLACSO 2018, representa la culminación de un proceso en el cual CLACSO ha tendido cada vez más a dejar de ser un espacio de discusión política intelectual para pasar a ser un organismo de propaganda ideológica de los bonapartismos latinoamericanos. 

En la Asamblea CLACSO 2018, donde se reunieron representantes de Centros miembros de CLACSO, por un pedido de explicaciones formulado por otro centro nos enteramos que ya durante 2017 los docentes investigadores del postgrado en Ciencias del Desarrollo de la Universidad Mayor de San Andrés (Cides-UMSA) decidieron desafiliarse de CLACSO, a raíz de la decisión de CLACSO de entregar el Premio Latinoamericano y Caribeño al presidente de Bolivia Evo Morales. En su momento, los renunciantes señalaron que: “Poniendo como principio la reivindicación de la vigorosa autonomía intelectual que ha caracterizado al pensamiento crítico en América Latina, la comunidad de docentes-investigadores del Cides-UMSA hace pública su decisión de desafiliarse de CLACSO, expresando su protesta por el modo cómo la Secretaria Ejecutiva ejerce su liderazgo y denunciando su complicidad con el empobrecimiento político que comienza a anidarse en los procesos de cambio en el continente” y señalaron que la entrega de este galardón parece expresar “el beneplácito del Consejo (CLACSO) con un modelo político arbitrario que, a nombre de la falacia desarrollista, arremete contra los pueblos indígenas, fractura su liderazgo y divide sus organizaciones.”

Durante la asamblea CLACSO 2018, a donde el Cides-UMSA no concurrió, por haber renunciado previamente, se expresaron en el mismo sentido otras voces críticas. Precisamente, otros centros bolivianos criticaron la partidización, y la política de asignación de premios, señalando que a Evo Morales, en 2017, se le entregó un galardón en el mismo momento en el cual estaba reprimiendo a pueblos indígenas. Recordaron también que, en Bolivia hay presos políticos. Un representante de otro centro de Bolivia señaló que CLACSO se estaba convirtiendo en un apaño ideológico de gobiernos bonapartistas que no son amigos de los pueblos. Dijo que, con la organización del Foro (la conferencia 2018), CLACSO se estaba transformando en la plataforma política de gente como Cristina Kirchner y compañía. En el mismo sentido, representantes de varios centros colombianos criticaron la política de premios de la entidad: citaron el caso del galardón que se otorgaría a Ernesto Samper (ex presidente de Colombia), quien está cuestionado por violaciones a los DDHH; decisión que no se consultó con los centros miembros colombianos. 

Estas quejas tuvieron tan solo una respuesta burocrática e inadecuada, puesto que se planteó que se actuó siempre dentro del marco estatutario de CLACSO. En relación al caso de la premiación de Ernesto Samper, se señaló que CLACSO lo reconoce como Secretario General de UNASUR y no como ex presidente, como si este formalismo anulara el hecho de que se está premiando alguien responsable de la violación de derechos humanos.

Una anécdota de la Asamblea revela el grado de intolerancia y de cerrazón al debate real: cuando Damián Bil representante del CEICS en la Asamblea hizo uso de la palabra, exponiendo nuestra posición de que CLACSO no debía transformarse en una plataforma política del Kirchnerismo y del PT, recibió chiflidos. Lo mismo ocurrió cuando otro representante, sin formular siquiera una crítica abierta al chavismo, señaló la imposibilidad desde la perspectiva actual de CLACSO de analizar seriamente el proceso chavista en Venezuela. Que la sola apelación a investigar una problemática genere esta respuesta y que la misma no fuera sancionada por los moderadores del encuentro muestra hasta qué punto la partidización de CLACSO anula la posibilidad de desarrollo de un pensamiento político crítico en su seno. 

Por un tiempo nos mantuvimos dentro de CLACSO sabiendo que otros centros compartían nuestro malestar con la política de CLACSO, con la perspectiva de poder incidir en su desarrollo futuro. Pero, tras la Asamblea y Conferencia de fines de 2018, este ya no es un horizonte viable. Por una parte, en la Asamblea se consagró la dirección de la línea continuista y no se atendieron con seriedad los cuestionamientos presentados por diversos centros, desestimándolos con tecnicismos burocráticos. Por otro lado, el desarrollo de la Conferencia, así como su publicidad posterior, mostraron hasta qué punto la dirección de CLACSO ha decidido embarcar a la entidad en la promoción ya descarada de determinado elenco partidario. 

Por eso, no podemos ni queremos seguir sosteniendo con nuestra permanencia en CLACSO la ficción de un espacio político intelectual plural.

No podemos ni queremos aportar fondos para que ellos se usen para financiar campañas políticas del personal bonapartista. 

En un contexto donde uno de los gobiernos defendidos acríticamente por CLACSO está asesinando a la que hasta hace poco era su base social en las calles de Caracas, en los barrios más humildes como el Petare, no podemos ser parte de este círculo de silencio y complicidad con el que se intenta ocultar los crímenes del bonapartismo. 

Por eso, presentamos nuestra renuncia a la red CLACSO.


Notas

1Ver: http://m.la-razon.com/sociedad/Investigacion-Evo-Cides-UMSA-Clacso-politica_0_2765723458.html y https://www.noticiasfides.com/nacional/sociedad/cides-umsa-cuestiona-actuar-de-la-secretaria-ejecutiva-de-clacso-y-anuncia-su-desafiliacion-380834.

2Ver https://www.bolpress.com/2017/08/17/cedla-discrepa-con-premio-clacso-a-evo-morales/

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