José Almeida
Conti-Santoro
El 2019 va a presenciar en la provincia la expansión de dos programas nacionales: “secundaria para todos” y “asistiré”. El primero dirigido a alumnos de zonas rurales que no pudieron terminar el secundario y el otro para contener a los alumnos en riesgo escolar. Con TICS para los parajes remotos y contención para los posibles desertores, la provincia gobernada por el PJ de Peppo pretende colocarse a la cabeza. Veamos.
El Impenetrable, las TICS y la retención
A fines de 2018, la provincia fue reconocida por la ONU como pionera por llevar adelante el programa que pretende conectar estudiantes de zonas rurales a través de las TICS. Si bien el programa data de 2012, la distinción internacional llegó recién en septiembre pasado. Se dispuso diez sedes en El Impenetrable y desde el año pasado se abrieron cinco puntos más en toda la provincia: Paraje Horquilla (Región 3), La Sabana (Región 3), Paraje Nueva Población (Región 9), Paraje El Vizcacheral (Región 9) e Isla Soto (Región 12). Los alumnos son dotados con netbooks y tal como reza la propaganda oficial se trata de un “formato innovador” para garantizar la obligatoriedad del secundario. Se pretende que la escuela-sede vaya en busca de los estudiantes, les entregue las netbooks e inicie el secundario a distancia. La sede central se encuentra en la E.E.S. N° 87 “Escuela Normal Sarmiento” en Resistencia, donde un grupo de profesores organizan y diseñan las clases que luego se envían a los coordinadores de las 15 sedes donde asisten los estudiantes, en sus propias comunidades rurales. No más construcción de escuelas por parte del Estado, ahora basta con coordinadores que hacen llegar los materiales.
Por su parte, el Programa Asistiré realiza acompañamiento a estudiantes “en riesgo de interrupción o que hayan abandonado” ya la escuela. Durante el mes de abril se implementará en 50 escuelas secundarias públicas de las regiones 3, 8 y 12 seleccionadas por Nación, de acuerdo a las estadísticas educativas. El programa prevé alcanzar a más de 17.000 estudiantes. Sin embargo, aún se conoce poco sobre cómo se llevará a cabo en nuestro territorio: recién a mediados de marzo el equipo provincial viajará a Buenos Aires para delinear las estrategias de implementación y el seguimiento.
Ambos programas tienen un mismo objetivo: garantizar la obligatoriedad del secundario a como de lugar, mejorando las estadísticas y los indicadores. Allí donde se amontona la “población sobrante” para este sistema social, allí donde niños y adolescentes viven en ranchos, sin agua, sin luz, sin servicio médico y sin comida, es decir, sin lo elemental, allí las TICs resolverán todo. Mientras tanto, en las escuelas chaqueñas, donde también falta todo, el programa Asistiré pretende convertirlas en una guardería. Somos nosotros, los docentes, los que debemos organizarnos para que todo esto acabe. La política educativa del PJ se alinea con la de Cambiemos. Ni unos ni otros están interesados en la educación que reciben los trabajadores. Mejorar los indicadores, eso sí. Recibir menciones, eso sí. Debemos poner un freno. Solo el conjunto de los docentes organizados en un Congreso Educativo podremos debatir qué tipo de educación necesitamos para que, en lugar de ser vector de la degradación como hace décadas, permita desplegar el conjunto de las potencialidades humanas.