Las dispensas para los docentes que hayan recibido las dos dosis y transcurrido los 21 días de la aplicación de la segunda, se terminan a partir del 9 de agosto. Esto, que hasta ayer se presuponía fue confirmado hoy y bajado a las escuelas. Si un docente está en proceso de vacunación y lo puede comprobar (por ejemplo, está esperando el turno para la segunda dosis) no va a ser convocado para la presencialidad hasta que cumpla este requisito.
Lo primero que hay que decir es que en la provincia los casos diarios rondan los 4500 y la vacunación con dos dosis de la población no alcanza el 14%. Por lo tanto, estamos muy lejos de que exista baja circulación del virus. Como si fuera poco, la variante Delta avanza y la tercera ola está golpeando la puerta. El ritmo de vacunación no está a la altura de las circunstancias y el gobierno hace alarde desde la nada misma. Están haciendo un uso electoral de las vacunas y estamos lejísimo de la inmunidad de rebaño. La presencialidad es criminal desde el momento inicial y mandar a compañeros dispensados a las aulas en estas condiciones es el broche de oro del accionar criminal del gobierno. Casos de trabajadores y trabajadoras fallecidos con dos dosis, sobran, por tanto, hay que negarse rotundamente.
Ahora bien, el problema de las dispensas se mezcla con otro problema: el de la desocupación docente. Y se mezcla de dos maneras. Por un lado, tenemos compañeros docentes que tomaron las horas que habían salido para cubrir en la presencialidad a los dispensados. El conjunto de ellos va a perder las horas o los cargos que tomaron. Pensemos que el problema de la desocupación docente dividió las aguas en torno a la presencialidad desde principio de año. Esto se entiende: la o el docente que estaba desocupado veía en la presencialidad la posibilidad de no morirse de hambre o, al menos, de tener un mínimo ingreso. Es decir, estos compañeros y compañeras estuvieron poniendo en juego su vida y su salud (como hicimos la mayoría) y ahora se vuelve a quedar en la calle.
Esta no es la única relación entre dispensas y desocupación. Hay un tendal de docentes dispensados que están sub ocupados, que no pueden tomar horas hace más de un año y que ven, en el fin de las dispensas, la posibilidad de tomar horas nuevamente. Otra vez, un sector que debe jugarse la vida y la salud para parar la olla. Escuchar a las compañeras con EPOC hablar de cómo se van a cuidar para no contagiarse y festejando la noticia es realmente desesperante. Y hay que preguntarse cómo llegamos a este punto crítico. Llegamos porque al gobierno no le interesa la educación y por tanto gasta lo menos posible en nosotros. Llegamos por una burocracia que responde a los intereses de la burguesía y entregó, como es su tarea, a los docentes que dice representar. Y llegamos por un sindicalismo “combativo” que se adaptó al clima ambiente, que no supo organizar a la docencia y a la clase según las necesidades. El año pasado se aceptó que no haya dispositivos ni conectividad, que los docentes con horas se sobreexploten y los desocupados se mueran de hambre con PIEDAS y Forte. La sobreexplotación de los docentes, el trabajo más allá de la jornada laboral es anterior a la pandemia pero con ella se intensificó. El año pasado se vivió un desborde que este se profundizó, aún más, con la bimodalidad. Como si fuera poco, este año se aceptó que nos manden a morir y a enfermar y se organizó la lucha en defensa de protocolos que no sirven para nada.
Es hora de organizarse por lo que necesitamos, en conjunto, la docencia y las familias, docentes con horas, docentes sub ocupados y docentes desocupados. La creación de más cargos es urgente y necesaria. La defensa de la virtualidad hasta la inmunización del rebaño y todo lo necesario para ella resolvería el problema de la desocupación. Podemos y debemos ir por todo.
La Multicolor debe llamar ya a asambleas y plenario para definir un plan de acción.
Exigimos inmediatamente:
Que quede sin efecto la vuelta de los dispensados
Creación inmediata de todos los cargos necesario, con estabilidad laboral y bajo estatuto
Seguimos luchando por:
-Vacunación masiva de la población con dos dosis
– Suspensión de la presencialidad hasta que eso ocurra
– dispositivos operativos a todos los docentes y alumnos del país.
– wifi gratuito y de calidad para todos
– Licencias pagas para madres y padres al cuidado de menores escolarizados.
– Subsidio equivalente a dos canastas familiares para familias desocupadas.
– Bono extra mensual y retroactivo para cubrir los gastos en insumos tecnológicos
Y también, debemos apuntalar la lucha por nuestros reclamos históricos:
– Censo de infraestructura y plan de obras acorde a las necesidades escolares en manos de personal idóneo.
Corriente Nacional Docente Conti-Santoro