Las trabajadoras de Línea 137, que asisten a las víctimas de violencia de género en la Provincia de Misiones, se encuentran sometidas a un régimen laboral insoportable, que redunda en un empeoramiento generalizado de sus condiciones de trabajo. A esto se le suma la persecución de la patronal: el Estado Provincial. Unilateralmente se modificaron las condiciones de trabajo, que implicaron transformaciones en los horarios y en las rotaciones de turnos.
Ante esta avanzada sobre sus condiciones laborales, las trabajadoras solicitaron una reunión con la máxima autoridad del programa, la Subsecretaria de Relaciones con la Comunidad Myriam Rosana Duarte, con el objetivo de discutir sobre el nuevo régimen laboral impuesto. Sin embargo, su solicitud fue desoída por la Coordinadora de la Línea, Yanina López, quien debía informarle a Myriam Duarte sobre la situación. Por si fuera poco, en represalia ante el reclamo de las compañeras, dos trabajadoras fueron despedidas del programa.
El contexto laboral en donde las trabajadoras se desempeñan en estos momentos es pasmoso. Las nuevas condiciones impuestas por la patronal, las obligan a dormir en el piso cuando tienen que descansar durante las guardias pasivas, por ejemplo. A esto se le suma la precarización laboral que se arrastran desde la creación misma de la Línea, en donde el trabajo negro y la tercerización son la norma.
Las acciones de Yanina López y Myriam Duarte no son aisladas. Ambas están estrechamente ligadas políticamente a la Renovación a nivel provincial y al Kirchnerismo a nivel nacional, a través del Partido Agrario y Social (Duarte) y la agrupación renovadora “Colectivo 108” (López). Por tanto, es su tarea llevar adelante la política general de ajuste en materia de políticas públicas contra la violencia de género. En estos momentos el Estado Nacional destina menos de un peso por mujer al día al Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), ente encargado de llevar adelante las políticas contra la violencia patriarcal. A esto se le suma la precarización laboral y los salarios de miseria a la que son sometidas las trabajadoras del sector, como es el caso de las compañeras del PROGEN y la Línea 144. Es menester señalar que a la superexplotación, se la añade la doble opresión, ya que muchas son madres y deben llevar a cuestas el sostenimiento de sus familias.
Por todo esto exigimos:
• ¡Reincorporación ya de las dos trabajadoras despedidas de la Línea 137!
• Pase a planta permanente y bajo convenio colectivo de trabajo de todas las trabajadoras en negro.
• Salario igual a dos canastas básicas totales.
• Más presupuesto para atender a las víctimas de violencia patriarcal.
Trece Rosas – Misiones
Corriente Sindical Clasista Goyo Flores