Los días 10, 11 y 12 de noviembre tendrá lugar en el Parque Municipal “La Estación” la “Expo Escuelas técnicas 2021”. Como sabemos, esas muestras anuales son un espacio de exposición de los trabajos del año, se usan de “vidriera” para convocar matrícula para los siguientes años y de incentivo para que las y los estudiantes muestren allí todo lo que aprendieron. Esto a nivel docente-institucional. Para los intendentes son uno de los lugares donde pasearse y sacarse fotos. Claramente este año, la muestra es mucho más útil para los segundos que para la comunidad educativa porque, como es sabido, el calendario electoral apremia. Veamos el caso puntual de Avellaneda.
Cierre de campaña
La educación lleva más de treinta años cayendo en picada, pero el bienio 2020-2021 ganó por goleada. A lo que vimos en el 2020 (falta de dispositivos, de wifi, ausencia de creación de más cargos docentes o del otorgamiento de subsidios para que las familias puedan comer), se sumó este año una presencialidad caótica, criminal, enfermante. No exageramos ni un poco. Nos mandaron a la escuela en el pico de contagios, sin recursos, sin planificación, exprimiendo al máximo nuestra voluntad y nuestra psiquis. Íbamos a la escuela a “hacer lo que podíamos”, a “recuperar” a los pibes y pibas que abandonaron en el 2020, a contener. En las salas de docentes y en los pasillos no se hablaba de otra cosa: que había que volver a los contenidos del año anterior, que teníamos miedo a enfermar, que era muy triste ver que se estaban prácticamente perdiendo dos años. La realidad fue ésta todo el año y los responsables no fuimos los docentes sino los gobiernos. El discurso de la burocracia se chocó contra esta realidad porque estaba más ocupada en sostener al gobierno de Kicillof y de los Fernández que en pelear por la educación de nuestras hijas e hijos.
Es en este contexto que, en muchos distritos de la provincia, se les ocurre poner en pie una muestra anual de las escuelas técnicas. En Avellaneda, como en otros lugares, ésta será común a todas las escuelas. La fecha, si bien coincide con la de años anteriores, no deja de ser llamativa: se cierra dos días antes de las elecciones, ¡¿qué mejor cierre de campaña para Magdalena Sierra y su gente?! El viernes 12 la veda electoral no será tal para la gente de Ferraresi.
A qué precio
El frente de todos pone la cara sonriente para la foto. Nosotras y nosotros, docentes, directivos, auxiliares, jefes/as de taller, preceptoras/os, familias y alumnos/as ponemos el esfuerzo. Es obvio que se nos juega el compromiso con las escuelas, un poco de la inercia de seguir con la tradición que hay en las muestras, las obligaciones, etc. Ahora bien, ¿qué se pretende exhibir y qué se pretende pasar por alto? Evidentemente no se tiene en cuenta que hasta hace dos meses teníamos una clase por mes con la mayoría de los alumnos porque el sistema de burbujas indicaba eso. Además, en varias escuelas había docentes dispensados por lo cual quienes no lo estaban debían dar clases a grupos que no eran los propios a cargos. Si bien se pretendía que también se trabaje en la virtualidad, por nuestra incapacidad de clonarnos esto era prácticamente imposible. A esta falta de duplicidad humana se sumaba que más del 50 por ciento de los estudiantes no se conectaban o no seguían con los trabajos virtuales. De esto hablamos en decenas de notas, y lo vivimos en carne propia. En este panorama, la expo técnica implica que, por una necesidad política del ferraresismo, los docentes estamos hace semanas corriendo para terminar nosotros trabajos que los pibes no llegan a terminar, poniendo plata de nuestro bolsillo para materiales y gastos, pensando en poner el cuerpo tres días enteros en ese galpón que este año, aún más que los anteriores, es una farsa.
Una podría preguntarse por qué se accede a semejante sacrificio en nombre de algo que este año no tiene ningún sentido. Es decir, por qué, las nueve escuelas técnicas de Avellaneda no se plantearon negarse a avanzar con el capricho ajeno. Las respuestas varían según el rol dentro de la escuela, pero siempre hay un componente común: necesidad y presión. Las escuelas dependen en gran medida de aportes municipales para alguna reforma, para alguna obra de mantenimiento, para la compra de alguna máquina de insumos, etc. Se cae de maduro que ninguna escuela está en condiciones de jugar al rebelde. En el distrito del ferraresismo, aun cuando el jefe político deja en el mando a Chornobroff, es muy difícil no ceder a las presiones de estos armados de poder.
Los antecedentes
Para este año la intendencia prometió que habría aire acondicionado en el lugar, que se haría cargo del traslado de materiales, máquinas y alumnos y de la comida. Esto fue una concesión necesaria puesto que todo el mundo tiene el recuerdo del calor que pasamos en el 2019 y del costo que debió afrontar cada escuela con recursos propios para que las y los alumnos no pasen hambre y sed. ¿Quién no vio a colegas comprar el almuerzo a 15 alumnos o quién no puso para la vaquita que se armaba para afrontar esos gastos? El hecho de que este año esas cuestiones básicas las asegure la intendencia es un síntoma más de la utilidad política de la expo.
La expo
Si usted visita la expo alguno de esos tres días verá alumnos y alumnas que le ponen toda la garra para mostrar lo que aprendieron en su escuela. Piense que van por día los seis alumnos que mejor se desempeñaron. Si llega a ir el viernes seguramente vea a Ferraresi y Magdalena sacándose fotos, sonriendo y dando la mano. Chornobroff no va a faltar. Mucho menos la burocracia sindical. Si usted mira con más atención va a ver docentes, que también le ponen todo lo que pueden pero que están llegando a esta parte del año con el último aliento.
Lo que probablemente no se vea en la muestra es el 60% de estudiantes que dejaron la escuela en estos dos años por falta de recursos. ¿No se deberían gastar los recursos de la Expo en ellos? También verá que quienes están ahí poniendo el hombro deben trabajar tres turnos para cobrar la canasta familiar y que la forma en que se transitó la escolaridad desde el inicio de la pandemia nos dejó estudiantes con más dificultades que las de años previos. La gran mayoría de los que integramos la comunidad de la escuela técnica estamos preocupados por la falta de prioridades, quemados por cómo atravesamos la pandemia y se nos está exigiendo “el último tironcito” para una careteada que no resuelve los problemas de fondo.
Sabiendo esto vaya y visite con otros ojos. No se coma el verso de Ferraresi y compañía. El domingo 14 tenga en la cabeza lo que no muestra la expo pero que usted sabe y vive cotidianamente. El domingo 14 vaya y repudie a todos, vote en blanco. El 15 la estaremos esperando a usted compañera, madre, alumna. A usted, colega, papá. El 15 estaremos como estamos hace años, luchando por lo que ninguno de estos farsantes nos va a dar, por eso que sólo podemos hacer nosotros la clase obrera: construir una educación y una sociedad que valga la pena.
