La política burguesa en Salta, Jujuy y Tucumán.
En estas provincias, la disputa política se reduce a una suerte de interna del peronismo, entre dos dirigentes, en su momento, consustanciados con el menemismo. Todos estos candidatos fueron parte del kirchnerismo y ahora plantean una salida muy similar.
Por Federico Genera (LAP-CEICS)
Los candidatos a suceder el ciclo kirchnerista ya han comenzado a sellar alguna de las alianzas de cara al 2015. Como ya lo anticipamos en números previos de El Aromo1 la “corona oxidada” será disputada principalmente por: Macri, Massa y Scioli. Ellos saben bien que necesitan del poder de los gobernadores y sus aparatos políticos. No solo por los votos, sino también para los potenciales senadores y diputados, que serán claves para gobernar los próximos años. A continuación, veremos en qué situación se encuentran Jujuy, Salta y Tucumán.
Salta
Juan Manuel Urtubey se presenta como el primer candidato capaz de garantizarle al PJ de Scioli la provincia de Salta. El ya reelecto gobernador, si bien no resigna su lugar en las PASO 2015, reconoce que su candidatura está en la provincia. En este sentido, Manuel Santiago Godoy, actual presidente de la Comisión de Acción política del PJ-Salta, dejó en claro que “Scioli es el candidato más fuerte y puede ser el próximo presidente”. Su punto débil, creen, puede ser la capital provincial, pero aun con una derrota ahí -como ocurrió en las legislativas de 2013- podría contrarrestar con una avalancha de votos en el interior. No obstante, como todo en la política nacional puede cambiar. El segundo nombre en carpeta para suceder al actual gobernador es Miguel Isa, hoy vicepresidente del PJ-Salta e intendente por la capital provincial. Isa se mantiene como un hombre de partido. Él irá donde lo manden. Si bien descartó la posibilidad de seguir un mandato más en la ciudad, y su objetivo en la provincia, todo depende de qué decisiones tome Urtubey y el PJ.
Sergio Massa logró su objetivo de unificar en una lista a Juan Carlos Romero y Alfredo Olmedo, candidatos a gobernador y vice respectivamente. Olmedo, en un principio, parecía ir con Macri. El pasado 22 de octubre, los candidatos presentaron juntos su plataforma electoral y un “Programa de Emergencia Provincial”. El documento plantea, en sus puntos más sobresalientes, construir 25 mil viviendas, exigir al gobierno nacional el “blindaje de las fronteras” y un despliegue de efectivos policiales hacia zonas más “vulneradas”.2 Desde el oficialismo no dudaron en silenciar las propuestas planteadas. Matías Posadas, interventor del Instituto Provincial de la Vivienda, declaró: “Su promesa es vacía y no existe la posibilidad financiera de construir 25 mil viviendas en 4 años […] hasta en números concretos, hasta hoy el Gobernador Urtubey, entrego 13.800 mil viviendas”.
Más allá de eso, los candidatos lejos están de representar esa nueva forma de hacer política. Juan Carlos Romero es un viejo caudillo provincial. Fue senador provincial de 1987 a 1995. Luego fue gobernador desde esa última fecha hasta el 2007, año en que pasó a ser senador nacional. Fue Vicepresidente Primero del Senado de la Nación y hoy ocupa la vicepresidencia segunda. Es presidente del Partido Justicialista, Distrito Salta, e hijo de Roberto Romero (Gobernador de 1983-1987), quien fue nada menos que el candidato a vice de Menem en el año 2003. Lo importante del caso es que Romero es el candidato de Massa sin apartarse del PJ, lo que muestra que el PJ lo ungirá, si gana.
Juan Carlos Romero oficia hoy el rol de elaborar planes para combatir el “flagelo de las drogas y el narcotráfico”. Sin embargo, un informe presentado por la agencia Paco Urondo establece que la relación de la familia Romero con el narcotráfico no solo es conocida e histórica, sino documentada.3 El primer indicio fue a mediados de los años ‘80, cuando un avión de Roberto Romero, entonces gobernador de Salta, se estrelló en la zona de San Antonio de los Cobres con 200 kg de cocaína. A partir de ahí, el mandatario jamás pudo quitarse la etiqueta de “narco”. El libroMamá Coca, del investigador estadounidense Anthony Henman, imputaba al ex gobernador con ese delito. En 1985 las revistas españolas Interview y Cambio 16 también lo involucraron en el tráfico de estupefacientes.
El otro candidato a integrar la lista no es precisamente la otra cara de la moneda. Alfredo Olmedo hoy diputado nacional por la agrupación Salta Somos Todos está vinculado a los negocios de la soja, sobreexplotación laboral y clientelismo político. La AFIP allanó la finca del diputado y descubrió a cerca de trescientos trabajadores “golondrinas” viviendo en condiciones infrahumanas, por lo el Gobierno provincial decidió clausurar el predio.4 Olmedo, además, quedó implicado a la compra de tierras y acciones a valores irrisorios.
Macri, por su parte, desembarcó en la provincia brindándole su apoyo al candidato Juan Collado. Esta alianza no parece entrar en contradicción con los negocios familiares. Juan Collado comparte el directorio de la empresa “Celulosa Argentina S.A.” con José Urtubey, hermano del gobernador y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA). Su relación puede establecerse a partir del grupo accionista Grupo Tapebicuá.5 Como vemos, ninguno de los candidatos presenta renovación de intereses ni de personal político.
Jujuy
Jujuy es una de las provincias donde el oficialismo corre mayor riesgo y no tiene un candidato definido. El candidato que mide mejor, hoy en día, es el radical Gerardo Morales, que comenzó a gestar una alianza con el Frente Renovador. Estos diálogos con otros dirigentes partidarios no son novedad para la UCR en Jujuy. Meses atrás el actual senador contó que en otro momento mantuvo un encuentro de diálogo con el candidato del Pro, Mauricio Macri. “Me he sentado a tomar un café con él en Jujuy, pero no hemos tenido mucho éxito, lo sabe todo mi partido, pero con Sergio tuvimos coincidencias”, contrapuso.6
El pacto alteró los ánimos en la UCR. Sobre todo, porque se conoció pocas horas antes del lanzamiento del titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, como candidato a presidente en el Luna Park.
Por parte del kirchnerismo, el gobernador, Eduardo Fellner (quien preside el PJ nacional), puede ser reelecto, pero su imagen ha caído tanto en las encuestas que en la Casa Rosada dudan sobre la conveniencia de su candidatura. En caso de que sea necesario un reemplazo, se piensa en Guillermo Jenefes (hoy vicegobernador) y Walter Barrionuevo (senador nacional). Para tratar de evitar una dispersión, el PJ jujeño impulsa una ley de “amnistía” partidaria, para recibir a todos aquellos dirigentes que en algún momento se hayan ido. Señal clara para los muchachos de Sergio. El 17 de octubre se celebró un acto de llamamiento a la unidad y una nueva invitación a quienes emprendieron el exilio justicialista. El gobernador aseguró que “nuestro corazón es grande” y que el peronismo “no le cierra la puerta a nadie”.
Por su parte, Macri tiene en vista a Jorge Gronda, un médico dedicado al trabajo social, creador de la empresa Sistema Ser, premiada por Naciones Unidas entre diez compañías de todo el mundo por colaborar con los objetivos de desarrollo del milenio. Sin embargo, Gronda apareció bajándose de la pelea por la candidatura provincial, por su relación con Gerado Morales. Por su parte, la vice-jefa de Gobierno María Eugenia Vidal recorrió Jujuy junto a Dago Pubzolu, quien también tendría el visto bueno de Mauricio. Sin embargo, al quedarse sin Morales, el PRO estaría poniendo pocas fuerzas en la provincia.
Tucumán
En Tucumán, Massa también sumó a dirigentes de la UCR. En este caso, se trata de José Cano, senador que aspira a la gobernación provincial. De esta manera, Massa busca apuntalar su presencia en las provincias donde no tiene un candidato local fuerte. A diferencia del Jefe de Gobierno, no les exige a los referentes radicales que le juren lealtad ni que rompan con UNEN para trazar una alianza de hecho. Cano tiene para ofrecerle al intendente de Tigre 300.000 votos cosechados en las legislativas, a través del Acuerdo Cívico y Social.
Massa también estuvo reunido con los empresarios de Yerba Buena y la fábrica de Emilio Luque. Estas reuniones estuvieron organizadas por José Carbonell (ex senador por el PJ).
El candidato oficialista para la provincia es Juan Manzur, actual ministro de Salud, que va apoyar a Scioli, descartando a cualquiera de los candidatos del riñón kirchnerista más duro7 Para ayudar a Manzur, Alperovich piensa en una alianza con Ricardo Bussi (el hijo del General). El kirchnerismo pondría el candidato a gobernador y Bussi quedaría como candidato a intendente de San Miguel. Esta alianza, alentada por el “progresismo” oficialista, todavía debería pasar la prueba de la aceptación en Casa Rosada.
No obstante, Manzur no es el único candidato a gobernador. También está el diputado nacional Osvaldo Jaldo y el intendente capitalino, Domingo Amaya. No obstante, ninguno de estos tendría el apoyo necesario para lanzarse.
El candidato de Macri es Facundo Garretón, creador de InvertirOnline.com. Según el PRO, Garretón centrará su campaña en San Miguel de Tucumán, la capital que concentra el 40 por ciento del electorado de la provincia8. Macri también fue a bendecir a otros dos candidatos para las ciudades más pobladas de la provincia. Uno es Miguel Diosquez, un folklorista que fue campeón de malambo en Cosquín y que se postulará para ganar la intendencia de Banda del Río Salí, la segunda ciudad más poblada de la provincia. Otro es Paul Bleckwedel, que proviene del sector agropecuario y se candidateará en la localidad de Yerbabuena. En tanto, el líder del PRO también se mostró con dos ex presidentes de la Sociedad Rural de Tucumán, Víctor Pereyra y Manuel Avellaneda, en un gesto al sector agropecuario de la provincia.
Algunas conclusiones
Como vemos, las listas en las provincias parecen ir tomando su forma. Ante todo, queda claro que aquí el único candidato oficialista s Scioli. Cristina no parece haber hecho ningún movimiento en favor de Randazzo o Taiana. En Salta y Tucumán, Scioli parece correr con la ventaja de quien tiene el aparato estatal en su poder. En Jujuy, en cambio, el oficialismo se encuentra más vulnerable.
En cuanto a los opositores, en estas provincias podemos ver la disgregación de UNEN. Esa crisis está siendo aprovechada por Massa, quien muestra una mayor capacidad de alianzas y una mayor construcción del aparato electoral. En cambio, la exigencia de Macri de conformar ya una estructura más estable (de allí su pedido para que se sumen a su partido) conspira contra su armado político. Además, Massa cuenta con parte de la estructura del PJ, lo que da mayor garantía a los dirigentes provinciales. Con buenas perspectivas en Jujuy y la amenaza en Salta y Tucumán, el Frente Renovador se muestra como el principal opositor.
En todos los casos, se acude al personal político ya existente y a las estructuras ya armadas. No hay ninguna renovación importante ni ningún fenómeno de masas que acompañe a los candidatos a la sucesión.
En definitiva, aquí, la disputa política se reduce a una suerte de interna del peronismo, entre dos dirigentes, en su momento, consustanciados con el menemismo. Ambos candidatos fueron parte del kirchnerismo y ahora plantean una salida muy similar. A diferencia del 2003, la política burguesa no parece ofrecer divergencias de cierta envergadura.
Notas
1 Véase Genera, Federico “Los herederos de la corona oxidada…” en El Aromo Nº 77, Marzo-Abril, 2014.
2 Diario Punto Uno, 22/10/14 en http://goo.gl/3V3Nt1
3 Agencia Paco Urondo, 20/9/14 en http://goo.gl/KXjbWD
4 Página/12, 22/2/11.
5 Véase en http://goo.gl/jYWUf2
6 Véase en http://goo.gl/Ts7QLm
7 Véase en http://goo.gl/MI4GRp
8 La política online, 22/8/14.