Una entrevista a Gustavo Grabia, periodista especializado en las barras bravas y autor de La 12. La verdadera historia de la barra brava de Boca, Sudamericana, Bs. As., 2009.
Fabián Harari
LAP – CEICS
¿Cuáles son las diferentes formas de vida que se esconden bajo la denominación de “barrabrava”?
Lo primero que hay que entender que la gente toma como barrabrava a una porción muy grande de la tribuna, pero el núcleo duro de los que viven de eso no son más de 11 o 12 tipos en cada hinchada, por lo cual es un poco difícil definir con la palabra “barrabrava” a un colectivo mucho mayor. En el caso de Boca, los que vivían de esto en la época de Di Zeo eran ocho, me refiero a los que vivían exclusivamente de la barra.
¿Cuáles son los negociados?
El negocio básico tiene que ver con la reventa de las entradas, todos los concesionarios impuestos de las canchas. Para trabajar tienen que pagar un impuesto mensual. Ellos manejan todo lo que es el merchandising trucho alrededor de la cancha. Manejan mucha guita. Todo lo que es el estacionamiento medido en la calle es de ellos y, además, tienen plata que colectan de los jugadores. En Boca no se da un porcentaje de pases, pero sí se dio que han ido a presionar para que se negociara un mejor pase con un aumento de un 30%, y el jugador después le paga a ellos (casi como si fueran un representante) un 10 o un 15%. Después, todos los representantes de los jugadores importantes les pagan una mensualidad a los barras para que griten por su jugador o, si está jugando muy mal, no lo insulten, porque sabe que en una cancha los barras comienzan una canción y después los siguen en el resto del estadio.
Si ganan tanta plata, ¿por qué sólo pueden “profesionalizar” a ocho?
Hacen tanta plata, pero también hacen tanta plata para vivir bien La barra de Boca hoy está sacando 200 mil dólares por mes. Entonces me decís por qué ocho, bueno, porque 200 dividido 8 son 24. Y fíjate el nivel de vida que tienen esos ocho….
¿Es sólida una barra que tiene sólo ocho profesionales?
Sí, porque ellos manejan un nivel de guita importante para vivir bien ellos y después hacen un derrame, cual sistema capitalista, a la tropa, dándole beneficios menores para que se mantengan.
Como entidad ¿manejan libros contables?
La verdad yo no he visto libros contables en la época de Di Zeo. En la época del Abuelo, sí.
Pero, digo, una actividad profesional que maneja tanta plata por mes debe tener, al menos, un contador…
Sí, claro “este pagó la mensualidad. Este no…”. Por ejemplo, para entrar en la cancha, desde que Boca cerró la reventa de entradas, tienen una pila de casi 400 carnets. Esos carnets los maneja uno solo. El encargado de la barra maneja los carnets, lleva una contabilidad de todos los carnets, a quién les da los carnets y cuantos les da a cada puntero de cada zona…
¿Todas las barras se manejan igual?
Sí, en general es el mismo manejo. Hay una cuestión que tiene que ver con el tamaño de tu propia hinchada. Por más que tengan la misma metodología, la barra de Ituzaingó va a manejar negocios de 3 mil pesos y la de Boca de 300 mil pesos. La barra de Morón va a manejar uno de 30 mil. El modelo es el mismo, pero cada uno ajustado a su escala real de posibilidad.
¿Los que están fuera de los 8 son todos iguales o hay jerarquías?
Sí hay jerarquías porque pensá que esos 8 tienen un poder territorial. Por ejemplo, en la barra de Boca el Gordo Falsini manejaba la gente de San Martín… Tenés un núcleo duro, un segundo cordón, un tercer cordón y pará de contar…
¿Los del tercer cordón de que trabajan?
El objetivo del libro no era hacer un análisis del tercer cordón. Yo lo que quería mostrar en definitiva era mostrar la jerarquía de La 12y como se manejaba una barra como esa. Y la verdad que yo, con gente del tercer cordón, no hablé. Del segundo cordón, y te lo puedo decir porque lo he visto, hay mucha gente que viene del delito común.
¿Qué es manejar a la gente?
Llevar a su gente, de su villa de San Martín. La gente de su barrio de San Martín, que tienen la posibilidad de entrar gratis a la cancha, comer con los jugadores, viajar gratis a todos lados.
¿A cambio de…?
A cambio de “vos sos tropa mía, vos sos el que pone el cuerpo al frente de una pelea, vos sos el que cuando digo ‘vamos a robar eso’, vamos a robar eso”. Y tenés los beneficios de ir gratis a la cancha, viajar gratis a la cancha. Cuando Boca va al exterior, te llevan gratis. Y después, beneficios adicionales, como si se hace una peña en San Martín, el capo se queda con el negocio de la venta de las entradas, pero las remeras firmadas por los jugadores y los numeritos del sorteo son para la tropa. Y es guita. Es guita para gente que, por ahí, en la semana no labura de otra cosa…
¿En general, de dónde vienen los hinchas de la barra?
Es gente de los barrios, clase media…
¿Gente de clase obrera, desocupados, pero no delincuentes?
Hay, sí, gente que va solamente por la idea de pertenecer a un núcleo de reconocimiento. Además yo creo que eso se fomentó más a partir de la década de 1990 con la caída de las utopías.
¿Aumentó con la desocupación?
Claro, aumentó con la desocupación. Aumentó la cantidad de barras y aumentó la identificación de los pibes con esta cultura del “aguante”, si se quiere.
Si un capo quiere ir a reclutar, o manda a reclutar a alguien del tercer cordón…
Hay que entender que el barra no es sólo un barra del futbol. Lo que es importante comprender es que, como manejan mucha plata, los capos comenzaron a tener mucho más poder territorial en sus propios barrios. Entonces, pasaron hasta a ser punteros políticos. Por eso esta entelequia de Hinchadas Unidas Argentinas, donde Mallo (el dirigente kirchnerista) dice “yo lo quiero”, porque tienen real poder en sus asentamientos. Entonces, lo quiero para que me metan fiscales, para que me metan gente en la calle para que apoyen el proyecto kirchnerista desde ese lugar. Y más allá de que la gente se asombre, es un diagnóstico real, porque tienen mucho poder real en su núcleo de referencia.
Si vos ibas a la villa del Morro (hace un tiempo), Jaime que era el capo de la barra de Racing, era uno de los tipos polenta, porque él tenía una capacidad de compra de voluntades, a partir de que lo que ganaba en Racing, era importante. Entonces es un reclutamiento de voluntades a partir de “este tipo está bien visto en el barrio”, “este tipo además, si me meten en la cárcel, me mete abogados”. No es que Di Zeo tiene un buen abogado, yo he visto barras de Boca que son cuatro de copas y La 12 le pone el abogado de ellos. Yo he visto abogados de primer nivel defendiendo a tipos que vos decís “esto no…”. Y sí, lo defienden porque la barra les está pagando una mensualidad. Y son abogados de la barra, no son “abogados del jefe de la barra” nada más. Y cada quilombo que tienen, ahí está el abogado defendiendo a los pibes. Es como una cuestión de pertenecer a una familia mafiosa. Si se quiere, con todos los beneficios que eso te trae.
Con distinto tipo de pertenencia, porque está el tercer cordón que va y viene, es fluctuante en ese sentido. Tiene su trabajo normal…
¡Ah, sí! En la semana… Ahora, el fin de semana son tipos que van a la cancha y además van a la cancha, no sólo por el beneficio de “por ahí me puedo llevar un manguito del estacionamiento” o si me voy a comer gratis el choripán y la coca, porque además son hinchas del club. Uno no tiene que perder de vista que además hay un fanatismo hacia el equipo.
A mí me llamo mucho la atención el caso de Favale, con el asesinato de Ferreira, porque a él le habían prometido un trabajo en el tren. Es decir, más allá de la vinculación de la barra con la burocracia sindical, lo que está mostrando efectivamente es que hay barras muy part time, que tienen que trabajar…
Está bien, Favale no era un capo de barra. El capo de la barra de Defensa y Justicia es el Vaca Alarcon y el Vaca Alarcón no tiene ningún trabajo legal, tiene los micros truchos.
¿Cuántos Favales hay en las barras?
Hay un montón que no viven de la barra. Imaginate que si en Boca los que realmente viven de la barra son 10, 12, en Defensa y Justicia los que realmente viven de la barra son 3 tipos. Después los otros sacan 400, 500 mangos quizás. Necesitás otra cosa. El Vaca Alarcón es otra cosa porque, además, es un tipo que milita en el Justicialismo. Entonces te dice “vos vení conmigo que te vas a llevar dos manguitos, yo te puedo hacer un contacto para que vos vayas a laburar a tal o cual lado”. Digo, eso pasa mucho, sino, no habría tantos barras laburando en las dependencias oficiales. El Consejo Deliberante porteño era un cementerio de barrabravas.
Si vos tuvieras que tomar una fotografía de la barra en los años ’60 y ahora ¿Cuáles son las modificaciones que vos observás?
Cuando empieza el fenómeno, no nace básicamente para vivir de eso. Nace, por lo menos en el caso de Boca, como “necesito un grupo de apoyo”. Dijo un dirigente: “formemos un grupo que apoye mi gestión y que, aparte, se lleve algunos beneficios adicionales”. No era nada: las entradas y los viajes. Nada más que eso. Hay que tener en cuenta también cual era el negocio del futbol en su momento. No es casualidad que la gran explosión de la violencia en el futbol se ve desde fines de los ’90. Es el momento en el que explota el futbol como negocio planetario. De hecho, yo te invito a ver desde mediados de los ‘90 para atrás, cuántas muertes tenés por peleas internas dentro de una barra. ¡Muy pocas! Porque nadie se iba a matar por dos mangos. El problema es cuando explota el negocio del futbol y los barras se llevan el mismo porcentaje. Pero claro, si antes te llevabas en 30% de $10 no es lo mismo que llevarte el 30% de mil.
Ahí es cuando cambia la ecuación de la violencia en el futbol, y deja de ser “yo te voy a robar el trapo a vos”, que es una violencia de tipo “romántica”. Yo siempre digo que la violencia es siempre violencia. Pero hasta un punto podía ser una violencia “romántica”. Ahora estamos ante una violencia que tiene que ver solamente con el reparto de guita. Hasta mediados de los ’90, no se ve una violencia interna por reparto de guita. Lo que se ve es “vamos a ir a juicio porque asesinaron a dos de River”. No se ve “vamos a ir a juicio porque se asesinaron entre los de River”. Eso no se ve antes. Se ve cuando empieza el negocio. Y el barra dice “a mí no me conviene pelearme más con el contrario, porque voy a cagar mi negocio. Me voy a pelear con alguien que está en el mismo negocio, pero al frente”. El que viene de debajo de la hinchada dice “ah, pero este tiene un buen negocio. Este está cobrando 100 y a nosotros nos está pasando 20. Coronemos nosotros y llevémonos los 100 nosotros”.
¿Qué manejaba El Abuelo?
En todo caso el que manejaba eso, era el puntero radical Carlos Bello de la UOCRA, que era el que tenía las cosas. Está bien, después vos me decís “¿le respondía Lancry a Bello?”. Sí, por supuesto, era hombre de Bello, por lo que la barra de Boca le respondía a Bello en la cancha y por ahí en la grande al peronismo. El que tenía el manejo era el puntero político, el real. Ahora, en una zona, algunos barrios marginales o más pobres, el dominio muchas veces no lo tiene el puntero político sino que lo tiene mucha gente que trabaja para el puntero político. Por ejemplo, para anotarlos para los planes sociales y para otras cosas. Eso les da mucho poder, los puede llevar a donde sea…
Yo tengo entendido que, hasta el año 2001, el que tenía mucha vinculación con las barras era Enrique “Coti” Nosiglia…
Claro, el Coti Nosiglia siempre, en Boca siempre…
Le hizo ganar la elección a Aguilar, le hizo ganar la elección a Otero en Racing…
En River siempre tuvo vinculación con la barra, pero en River estaba Juanjo Álvarez, que jugaba fuerte en River. O sea, tenía muchas vinculaciones. Coti Nosiglia sí tuvo vinculaciones fuertes en Boca. Coti era una figura de poder dentro de la política argentina. Aníbal Fernández ¿no talló en todas? Obvio que va a tallar en todas, si es el Jefe de Gabinete, el Jefe de la Policía Federal. Stornelli, cuando estaba en la provincia de Buenos Aires, ¿calaba en todas? Sí, a través de su gente. Estaba en todas igual. Hoy el comisario de la Federal talla todo en todas las barras…
Después del 2003, cuando sube Kirchner ¿hay un reacomodamiento de los líderes políticos sobre todas las barras?
En realidad, tienen que cooptarlos rápidamente. Y los barras entienden que la lógica de la impunidad es la lógica del poder. La barra de Boca, por ejemplo, jugó para Menem. Hay fotos. Te estoy hablando del 2003. A mí me han mostrado la foto de La 12 (la barra brava de Boca) con Menem en la Rioja, unos meses antes de las elecciones del 2003. Acá hicieron todo lo del tema de la movilización y hay fotos cuando fue lo de la campaña de Menem acá. Bueno, después la pierde porque no se presenta para la segunda vuelta. Ganó Kirchner y rápidamente ellos viraron de posición.
¿Cómo se armó Hinchadas Unidas Argentinas?
Hinchadas Unidas Argentinas, viene de un antecedente: una ONG que se llamaba “Nuevo horizonte para el mundo”, que está formada por María Inés Rubeo, que es la hija de un viejo dirigente justicialista. Un tipo de mucho peso cuya provincia natal era Santa Fe, pero después sumó mucho peso a nivel nacional. Fabián Mallo formó esa ONG y comenzó a hacer el trabajo, porque vio el negocio. El negocio es: “muchachos, ustedes tienen un poder real de la tribuna”, porque la policía no se mete en las tribunas. Las tribunas son Estados aparte. “Entonces, nosotros logramos blanquear esto, legalizar este poder y que ustedes lo sepan”. Los barras compran y dicen “Bueno, no generemos violencia y les decimos a los clubes pacten con nosotros. Si pactás conmigo, yo te aseguro que no hay un solo quilombo en la tribuna”.
¿Qué trabajo han hecho las barras para el kirchnerismo?
Muchas cosas. Por ejemplo, la pelea contra el Grupo Clarín. Y no es porque yo sea del Grupo Clarín, pero fue muy ostensible lo que hicieron en aquel superclásico en la cancha de Boca, cuando sacaron los telones y en las calles repartían los muchachos de Boca las remeras que les daban la gente de La Cámpora contra el Grupo Clarín. Y hay muchos actos… Yo he hecho varias notas sobre los grupos kirchneristas: actos de Scioli en la provincia, con la barra arriando gente, llevando los bombos y poniendo la música. Después las barras trabajan mucho con el sindicato y, en este gobierno, el sindicato le ha aportado mucha gente en las calles.
¿Cuáles son las barras que más trabajan con el kirchnerismo? Se sospecha de la de Racing. No sé si porque Kirchner era hincha de ese club…
La de Racing trabajó con el kirchnerismo. No sé si porque Kirchner era hincha de Racing. Puede que sí. Yo me acuerdo de la barra de Racing yendo a romper una huelga a Santa Cruz. La barra de Racing trabajaba para Cacho Álvarez en su momento. Entonces, toda esta relación con el kirchnerismo es obvia. Yo no sé si tiene relación directa con Kirchner la barra de Racing, más allá de sacar la bandera con el pingüino. Lo mismo que la de Estudiantes. La de estudiantes tenían relación con el gobierno de Alak [actual ministro de Justicia. N. del editor]. De hecho, corrían planes sociales para repartir entre su gente. La barra tenía una cooperativa bancada por la intendencia de La Plata. El control territorial también te lo da tener la repartija de los planes sociales. Tenés gente que se va a ir a pelear por vos en los actos políticos.
¿No se chocan el trabajo territorial de la barra con el trabajo de D’Elia, de gente que se trata de separar de todo ese aparato?
Yo lo que no he visto es barras en el movimiento piquetero. Pero sí en el oficialismo. Es más, siempre que hay un quilombo, veo bien las fotos, porque alguno conozco y lo termino publicando.
¿Y el radialismo?
Alfonsín hizo un acto pasando por el barrio y fue la barra de Argentinos. Yo me enteré por casualidad porque los micros de Argentino pasan por Floresta, justo por donde está la gente de All Boys y se arma un quilombo bárbaro. Me dicen que la barra de Argentinos fue contratados para ir al acto de Alfonsín.
No te sorprendió entonces lo de Mariano Ferreira…
No, porque no es el primer hecho. Cuando fue el muerto de Rosario, el que se supone que lo mató fue el “Chino” Casou (es el acusado de matarlo). Es como ahora Favale (hasta que la justicia no lo demuestre…). Pero el acusado, en su momento, de matar al pibe que reclamaba por los trabajadores tercerizados en el sindicato de la leche era “El Chino”, que era un barra de Lanús y que trabajaba para la regional de Santa Fe de los trabajadores de la leche. “El Chino” había sido contratado para ir a meter cuerpo.
Cuando fue el asunto del sindicato de la carne, que no se murió ninguno por casualidad, -porque se mataron a tiros entre los de Barrionuevo y Fantini- en las primeras líneas de fuego estaban tres tipos importantes de la barra de Boca: el “Negro Rodríguez” y otros dos que ahora no me acuerdo. ¿Cómo me va a sorprender? El día del quilombo en la quinta de San Vicente, en la memoria quedó “Madonna siguió tirando”. Sin embargo, el guardaespaldas de Moyano que se ve en los actos es el “Polaco”, el barrabrava de Independiente. En aquel momento era el número tres de la barra de Independiente, y está atrás de Moyano. Y en el enfrentamiento entre los camioneros y la UOCRA, la UOCRA fue con todas las personas que respondían a la barra de Estudiantes y Cambaceres. ¿Cómo me va a sorprender? No me sorprende para nada.
Moyano ¿hace trabajos con la barra de Independiente?
La barra de Independiente tiene un sector fuerte de camioneros. Lo que está intentando hacer Moyano y, lo está logrando, es tomar Independiente como club. Y ahí va a hacer todos los negocios del futbol. Por ejemplo, el hijo, Pablo, está muy metido. No sé si se mete en el futbol para hacer más dinero.
Él tiene una parte de la hinchada…
Sí, una parte con la bandera de camioneros.
Parece que la barra trabaja más en la calle que en la cancha…
Sí, seguro, pero para poder hacer el trabajo en la calle tenés que tener primero el poder en la cancha. Hay algo que siempre me dijo Alan Schlenker [Jefe de la barra de River, N. del editor]. Él me dijo algo interesante, cuando ya se había peleado con Adrián [Rousseau, cabecilla de la barra de River]: “él es un cabeza y ya no puede manejar este negocio. Hoy la barra necesita gente que piense, que llevemos la contabilidad, que podamos sentarnos y negociar bien. Ya no es más como antes que decimos ‘che papá’ y le metemos el fierro. Yo soy una empresa”. Y tenía razón, las barras son empresas. De hecho, hoy en muchas barras hay gente que no proviene de lo que uno tiene en el imaginario que es un barrabrava, que vive en una villa.