Cristian Funes
Docente de la Universidad de San Luis
El hermano mayor: “Adolfo” ad portas
Adolfo Rodríguez Saá llegó al cargo de gobernador en 1983 con el aval del histórico dirigente peronista (y del gremialismo ferroviario sanluiseño) Oraldo Britos. Como antecedentes mostraba haber sido, sucesivamente, Presidente de la Juventud Demócrata Liberal y furibundo antiperonista en los años ’60, miembro de la Juventud Peronista a principios de los ’70, Diputado Provincial por el FreJuLi, entre 1973 y 1976, y luego opositor manifiesto a la “Tendencia” en tiempos de la dictadura militar. La victoria electoral que Adolfo obtuvo en 1983 fue ajustada: el PJ alcanzó el 40,48%; la UCR el 37,27%.(3)
En marzo de 1987 Rodríguez Saá modificó la Constitución Provincial. En adelante, y de acuerdo a la nueva redacción del artículo 147, el Gobernador podría ser reelegido sin especificarse un tope máximo al número de reelecciones. La elección de septiembre de 1987 le depararía una nueva victoria, aun más contundente que en 1983: el PJ obtuvo el 51,37% de los votos; la UCR quedó en segundo lugar con el 32,39%(4) . En sus dos primeros períodos Rodríguez Saá aceleró la aplicación del “Acta de Reparación Histórica”, produciéndose en San Luis una inusitada instalación de fábricas con exenciones impositivas. En 1988 se llegó a un punto máximo, ya que 2.000 decretos para radicación de empresas habían sido concedidos por el Poder Ejecutivo Provincial, quien era la autoridad de aplicación de la Promoción Industrial. Las denuncias sobre pedidos de coimas para “acelerar” el otorgamiento de decretos de radicación, o sobre la venta lisa y llana de estos decretos, signaron todo el proceso industrial en la provincia. Este ardid habría sido una de las primeras y más importantes formas de enriquecimiento de los Rodríguez Saá en los años ‘80 y principios de los ‘90, que luego se complementaría con otra política que, al mismo tiempo, ampliaba la base del consenso y engrandecía la situación patrimonial de la familia gobernante: la realización de un plan sostenido de obras públicas. Sin embargo el crecimiento de los parques industriales de las ciudades de San Luis y Villa Mercedes ocurrió, y los establecimientos fabriles demandaron mano de obra, alterando una estructura ocupacional basada exclusivamente en empleo estatal y rural.
En 1991 se produjo la segunda reelección de Adolfo Rodríguez Saá, que acumuló el 51,78% de los votos, reduciendo apenas su brecha con la histórica segunda fuerza (la UCR), que alcanzó el 36,95%. En 1995 sobrevino la tercera reelección de Rodríguez Saá, que obtuvo un histórico 71,62%. El electorado opositor se dividió entre la UCR (17%) y el FrePaSo (10,51%), que ante el aumento de la brecha electoral entre la primera y la segunda fuerza, aparecía como la tercera opción para los opositores al rodríguezsaaismo.(5) Finalmente en 1999 Adolfo se postuló para la que sería su cuarta reelección consecutiva y su último período en la gobernación. La elección volvió a polarizarse: PJ obtuvo el 54,9% de los votos, y la Alianza (UCR-FrePaSo) el 44,5%.(6) Las victorias en elecciones gubernativas fueron también acompañadas por sendos triunfos en las elecciones legislativas de los años 1989, 1993, 1997 y 2001. La única derrota en comicios legislativos que tuvo Adolfo Rodríguez Saá ocurrió en el año 1985, cuando la UCR ganó con el 47,6% de los votos, contra el 45% del PJ.(7)
Toda esta dinámica electoral posibilitó que durante los últimos treinta años el PJ detentara siempre la mayoría en la Cámara de Diputados y, excepto entre 1999 y 2005, la totalidad de las 9 bancas de la Cámara de Senadores.
El “Alberto”
Luego de que en diciembre de 2001 Adolfo Rodríguez Saá marchara a ocupar la Presidencia de la Nación, dejando en la gobernación a su Vice, Alberto Rodríguez Saá llegó a ser Gobernador. Previamente, había sido Senador Nacional en los períodos 1983-1989 y 1991-1994. También fue director del periódico de mayor tirada provincial (El Diario de la República), que los Rodríguez Saá compraron en 1984. En la elección gubernativa de 2003 el PJ obtuvo el 90,08% excluyendo votos nulos y en blanco, y como segunda fuerza política apareció el Movimiento por la Patria y la Familia, con el 5,54%. Si vemos el total de los votos emitidos, el voto en blanco fue quien en realidad quedó en segundo lugar, al concentrar el 19,27% de los votos, y el ausentismo electoral fue el más alto desde 1983, llegando al 32,13%.(8) A partir de este momento Alberto Rodríguez Saá debió buscar una sólida base de sustentación, ante un panorama post-Argentinazo (que también había expulsado del sillón presidencial a su hermano) y que mostraba en la provincia valores de desocupación antes no vistos (16%), a lo que debía agregarse un 40,5% de personas bajo la línea de pobreza y un 13,5% bajo la línea de indigencia.(9) En el plano político, aquel 90% obtenido de los votos no disimulaba un gran descreimiento popular hacia el sistema representativo: casi el 20% de quienes fueron a votar lo hicieron en blanco y más del 30% del padrón ni siquiera concurrió al comicio. En este contexto Alberto Rodríguez Saá puso en marcha, a poco de asumir, el “Plan de Inclusión Social”. Este plan social asistencial empleó alrededor de 50 mil personas en el año 2003, sobre una Población Económicamente Activa total de 147.113.(10) Una política social de tamañas dimensiones fue lo que principalmente sostuvo al rodríguezsaaismo durante el “Puntanazo” de 2004. El levantamiento y estado de movilización general no fueron suficientes para contrarrestar un régimen sólidamente construido durante más de 20 años, revitalizado por un cuarto de la Población Económicamente Activa que dependía directamente de un plan asistencial estatal.
Sin embargo, Alberto Rodríguez Saá aprendió del “Puntanazo” inconcluso. En 2006 envió a la Legislatura Provincial un proyecto de Enmienda Constitucional, donde se eliminaba la reelección indefinida del gobernador. En realidad, se reformulaba el artículo sobre la duración del mandato del Gobernador y Vice, poniendo el límite de una sola reelección consecutiva para ambos cargos. La Enmienda fue aprobada por ambas Cámaras de la Legislatura Provincial, y refrendada por Consulta Popular en las elecciones presidenciales de octubre de 2007.
En las elecciones para Gobernador de agosto de 2007 Alberto Rodríguez Saá fue reelecto con el 86,26% de los votos, excluyendo, nuevamente, los votos en blanco. Luego de que el candidato kirchnerista Daniel Pérsico (actual Senador Nacional) decidiera bajarse a último momento de su candidatura, el Partido Socialista fue la segunda fuerza partidaria: alcanzó el 9,77%. Del total de sufragios emitidos, el voto en blanco volvió a quedar detrás de Rodríguez Saá, con el 20,86%, y el ausentismo electoral registró otra vez índices históricos: el 31,62% del padrón no fue a votar.(11)
Luego de las elecciones legislativas de 2005 y 2009, también ganadas por los candidatos de los Rodríguez Saá, la escena política presenta un panorama de relativa tranquilidad para el régimen. Los 5 Diputados Nacionales, 2 (de los 3) Senadores Nacionales, la totalidad de los 9 Senadores Provinciales y 32 Diputados Provinciales (de los 43 que tiene la Cámara) responden al rodríguezsaaismo. Además, en la actualidad, a nivel municipal los Rodríguez Saá no controlan únicamente la intendencia de la turística ciudad de Merlo (donde ganó la UCR), y están en minoría en el Concejo Deliberante de la Ciudad de San Luis. Sin embargo, siguen sosteniendo su dominio en el interior provincial y en la ciudad de Villa Mercedes (segunda en población en la provincia).
La oposición partidaria con mayores chances electorales de disputarle poder a los Rodríguez Saá es el armado kirchnerista local (que cuenta con lograr el apoyo del “aparato nacional”). De acuerdo a la Secretaria Electoral Nacional de San Luis, los partidos que completaron la cantidad mínima de afiliaciones para las elecciones nacionales de 2011 fueron el PJ, la UCR, el kirchnerista Partido Más San Luis (del Senador Pérsico), el Partido Comunista y el Movimiento Socialista de los Trabajadores. Partidos opositores al rodríguezsaaismo, como el Movimiento Patriótico de Liberación, el Frente para la Victoria, el Partido de la Victoria y el Partido de la Lealtad Sanluiseña, tuvieron observaciones a las afiliaciones presentadas.
Fuera de la contingencia de haber presentado el MST la cantidad necesaria de fichas para la elección nacional de 2011, por el momento no están constituidas en San Luis sólidas organizaciones sociales ni partidos políticos de izquierda que tengan envergadura o alcance provincial, y nucleen a su alrededor a quienes no optan por ninguna de las alternativas políticas burguesas.
(2) Ver Nuñez, Urbano J.: Historia de San Luis, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1980.
(3) Ver www.towsa.com/andy/totalpais/sanluis/1983g.html
(4) Fuente: elaboración propia en base a datos de la Secretaría Electoral de la Provincia de San Luis.
(5) Ver www.towsa.com/andy/totalpais/sanluis.
(6) Ver www.nuevamayoria.com/ES/INVESTIGACIONES/politico_electoral/070817.html#autor2
(7) Ídem.
(8) Ver www.towsa.com/andy/totalpais/sanluis
(9) Ver Trocello, Gloria, op. cit., págs. 266 a 268.
(10) Ibid., pág. 267, cuenta 49.500 beneficiarios del “Plan de Inclusión” para 2003. El Gobierno de San Luis establece que 38.430 personas iniciaron sus actividades, luego de un número de inicial de bajas, en Suárez Godoy, Enrique Helio: San Luis…una política social diferente, Payné-Gobierno de la Provincia de San Luis, San Luis, 2004.
(11) Ver www.towsa.com/andy/totalpais/sanluis.
Estudo sobre el nepotismo en la politica