En dos comunicados anteriores ofrecimos datos sobre la crisis sanitaria que se está desarrollando en la provincia a partir de los aumentos de casos de covid-19 y la demora en la vacunación. El Gobierno de la Provincia, junto con la complicidad de los partidos burgueses y la izquierda electoralera pretenden mirar hacia otro lado. Se meten de lleno en el juego electoral mientras el sistema de salud se encuentra en el 80,4% de las camas de terapia intensiva ocupadas, según un informe de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).
El Ministerio de Salud de la Nación informa que los departamentos Dr. Manuel Belgrano, El Carmen, Palpalá y San Pedro se encuentran con alto riesgo epidemiológico sanitario. También, deberíamos sumar la ciudad de La Quiaca, que tuvo que abrir dos nuevos espacios en el Hospital Jorge Uro para atender a pacientes con Covid-19 y hace horas se conoció el brote que se desató en el Escuadrón 21 con más de cien gendarmes afectados.
La cuestión se agrava precisamente porque los departamentos citados son los que tienen una cantidad superior de electores: Dr. Manuel Belgrano (223.169), El Carmen (80.002), Palpalá (46.289) y San Pedro (64.008). Allí se está concentrando las diferentes campañas políticas y donde principalmente se movilizará a miles de personas el 27 de junio. La población no solamente se trasladará hacia las urnas en medio de la segunda ola. También, lo hará con nuevas variantes más contagiosas del coronavirus, pues el gobernador confirmó la circulación de la cepa Manaos que es capaz de infectar a personas que ya pasaron el virus anteriormente y su carga viral puede llegar a ser 10 veces mayor que la normal. Es decir, los efectos pueden presentarse de forma más intensa.
Las eternas evaluaciones epidemiológicas del Gobierno de Jujuy son la muestra del desinterés por la vida de clase obrera jujeña. Morales está jugando con nuestras vidas, siguen afirmando la necesidad de mantener las clases presenciales e insiste en priorizar la convocatoria a elecciones provinciales. De Gerardo Morales y los partidos de la burguesía no podemos esperar nada porque siguen haciendo sus campañas políticas con toda normalidad, a lo sumo algunas declaraciones como las de Carolina Moises, pero ninguna acción real para boicotear las elecciones.
Lo que sorprende son el silencio y las definiciones de la izquierda jujeña: el FITU no dice nada, solamente vemos a Alejandro Vilca defendiendo su color de piel con Eduardo Feinmann y manteniendo su rutina electoral como si no pasara nada en la provincia. El PO Tendencia llama a mantener las elecciones porque suspenderlas sería caer en la maniobra de los radicales. En realidad, los radicales las quieren mantener a toda costa así se lo expresa incesantemente Morales y lo demuestra todos los días con la movilización de su militancia. El PO Tendencia busca que los comicios se hagan con las muertes que está dejando esta segunda ola y las que dejara la post jornada del 27 de junio. En conclusión, se ubica a la derecha de Gerardo Morales y muestra su irracionalidad ante la realidad ya que maniobra o no de Morales, los hechos imponen la necesidad de suspender las elecciones.
No nos cansaremos de repetirlo: nuestro país y la provincia se hunde como el Titanic y ellos solo buscan ser elegidos como diputados o concejales, instituciones que ni funcionan en pandemia, y por ende no nos sirven para nada. Por eso hay que suspender las elecciones, que no pueden realizarse en plena segunda ola. Hace más de 30 años que vivimos votando y nos seguimos hundiendo en la pobreza, tenemos índices de vida similares a los de cualquier país africano. La única salida real a esta debacle es la reconstrucción de la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, para estructurar un organismo de poder que desarrolle un programa socialista revolucionario y un plan de lucha para imponer nuestro propio poder.
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