Feminismo amarillo. La situación del Consejo Nacional de las Mujeres – Dolores Martínez González

en El Aromo n° 96

mujeres_cambiemos.jpg_1798100310Feminismo amarillo. La situación del Consejo Nacional de las Mujeres

En este artículo analizamos los últimos hechos que han tenido al Consejo Nacional de las Mujeres en el ojo de la tormenta. La toma del organismo por parte Karina Abregú y el supuesto cierre del área de “Litigio Estratégico”, no son hechos aislados, sino que continúan una política de desfinanciamiento hacia el organismo y desatención sobre la problemática de la mujer.

 

Dolores Martínez González

Grupo de Estudios sobre Género-CEICS


En el último mes, el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM) ha sido noticia por dos hechos que han puesto la lupa en la gestión de la ex titular de la Casa del Encuentro, Fabiana Tuñez. La toma del organismo durante un día y el supuesto cierre del área de “Litigio Estratégico” pusieron un signo de pregunta en la tan esperada gestión “feminista” que prometió, a finales de 2015, que “el espacio en el Consejo Nacional de las Mujeres va a estar abierto al diálogo, a la propuesta, a la construcción”.1 Sin embargo, una vez en su puesto, sus palabras se hicieron viento. Hasta ahora se dedicó a acompañar el ajuste que lleva adelante el Gobierno con el organismo, como también su silencio cómplice ante la ausencia de políticas de estado para erradicar la violencia machista.

 

Organismo tomado

 

El 15 de marzo, Karina Abregú llegó al CNM acompañada por 15 compañeras que integran las Defensorías de Género2 con un objetivo claro: “Vamos a esperar toda la noche acá a que se haga efectivo. Porque estamos reclamando desde la semana pasada, sin respuestas”. ¿Cuál era el reclamo? El 1 de enero de 2014, Karina Abregú fue atacada con fuego por quien era su pareja, Gustavo Javier Albornoz. Ingresó al Hospital Eva Perón de Merlo, al oeste del conurbano, tras arrojarse a la pileta de su casa para apagar el fuego que le afectó más de la mitad del cuerpo. El agresor la había llevado, y en la guardia dijo que ella se había autoprovocado las heridas. Intentó convencer con la misma mentira a la familia de la mujer, pero no pudo e hicieron una exposición en la Comisaría. La primera carátula fue “averiguación de ilícito” y dos meses después, en marzo de 2014, cambió a “tentativa de femicidio agravado por el vínculo”. Así, junto a quienes la acompañaron, logró que el agresor fuera condenado dos años después a 11 años de prisión. Lo había denunciado en 15 oportunidades a lo largo de 13 años. Llegó libre al juicio y amenazando a Karina y a sus allegadas, a pesar de la orden de restricción. Mientras, ella soportó seis meses de internación y más de 30 operaciones.3

Luego de soportar este calvario, Karina se enfrentó a otro problema: sobrevivir sin poder trabajar y mantener a sus tres hijos. Acudió al CNM pidiendo asistencia y el organismo, luego de varios días haciendo oídos sordos y con corte de calle mediante, se comprometió por medio de un acta a brindarle medicamentos, tarjetas para acceder a alimentos y gestionarle un subsidio con el plan “Ellas hacen”. Cuando su hijo quiso hacer uso de las tarjetas en un local, le dijeron que no estaban habilitadas y terminó demorado en una comisaría. Frente a esta situación, Karina se acercó a las oficinas del CNM, acompañada por su hermana y otras compañeras, para pedir explicaciones.

Al llegar al CNM se encontraron con un operativo policial en la puerta. Las mujeres intentaron pasar por medio de los policías que impedían que subieran las escaleras y fueron golpeadas, pero esto no imposibilitó que lograran tomar el edificio. Luego de 24hs de toma, Karina consiguió que le dieran algo de plata en concepto de “ayuda urgente”, que cobra por una única vez, las tarjetas para hacer compras y las recetas para sus medicamentos. Días después, Fabiana Tuñez publicó en su página de Facebook un comunicado donde explicaba lo ocurrido y especificaba todos los compromisos que había tomado el CNM con Karina.

 

¿Cierran o crean el Área de Litigio Estratégico?

 

Pocos días después del conflicto con Abregú, el CNM volvió a ser noticia. Esta vez se trata de una nota que publicó en Página/12, donde denunció el cierre del Área de Litigio Estratégico y el pedido de pase de su titular, la abogada Luciana Sánchez.

El artículo hacía hincapié que, desde diciembre del 2016, en el CNM nadie  interviene ante casos de aborto no punible, femicidios, violencia institucional contra travestis y trans, legítima defensa y travesticidios. Según la abogada Luciana Sánchez, esto obedece a una decisión institucional que consistía en dejarla sin tareas. A esto se suma que el 11 de enero el Gobierno publicó en el Boletín Oficial una decisión administrativa de quitarle al CNM 67 millones de pesos, correspondientes al Plan Nacional contra la violencia hacia las Mujeres, del cual depende el área de Litigio.4 Tras la presión y denuncia de varias ONG, a principios de marzo se restituyeron los fondos, pero el área siguió sin funcionar.

Luciana Sánchez es la titular del Área de Litigio Estratégico. Comenzó a trabajar en el CNM en el 2013, luego de una fuerte militancia por el derecho al aborto como referente de Lesbianas y Feministas. Desde el 2015, comenzó desde su lugar un trabajo y en equipo con la Secretaría de Derechos Humanos, a intervenir en casos como “amicus curiae” (un/a tercero/a en una causa que aporta una opinión experta)  en especial en aquellos en los que es claro que habitualmente los operadores del sistema judicial carecen de una perspectiva de género. También se venía ocupando de travestis y transexuales: por un lado, los travesticidios, por otro, el amedrentamiento y la persecución policial. En una entrevista para Página/12 el pasado 16 de abril, explicó que fue Silvia Lommi, subsecretaria de Coordinación para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, quien le comunicó su desvinculación con el organismo: “Me dijo: deberías trabajar en algún lugar donde puedas ayudar a otros géneros. Blanqueaba así la falta de interés por las travestis y trans”.

Ese mismo día, el CNM salió a aclarar a través de un comunicado que todos los hechos narrados por la abogada Luciana Sánchez en la nota de Página/12 eran parte de una falacia.5 Explicaban que el Área de Litigio estratégico había sido creada por esta gestión y consolidada a partir del Primer Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (2017-2019).6 El comunicado precisaba que Luciana Sánchez no había sido nombrada titular del área y que después de incumplimientos en su trabajo, las autoridades habían decidido designarla en otro sector de la administración pública. Respecto al trabajo con el colectivo de la diversidad sexual, agregaron que se vienen desarrollando distintas acciones, desde la incorporación a la línea 144, hasta la gestión de incorporaciones al programa “Ellas Hacen”.

Obviamente, la disputa es parte del enfrentamiento entre los nuevos titulares del Estado, el macrismo, y los anteriores, kirchneristas. Es difícil separar la paja del trigo y ver qué es lo que realmente está pasando. Si lo de Abregú parece claro, en este último caso no lo es tanto: por un lado, en el organigrama general del 2015 no aparece el Área de Litigio Estratégico y en el Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (2017-2019) figura como un sector a crear. Entre kirchnerismo y macrismo las cosas no parecen haber cambiado demasiado en el Consejo: más allá de declamaciones, el gobierno de Cristina hizo poco y nada contra la violencia hacia las mujeres. Macri no parece más entusiasmado en el asunto.

 

¿Cambiamos Juntas?

 

Tanto las funcionarias K como las de Cambiemos esgrimen discursos donde explican que su gestión fue o es parte de una política de Estado que se propone erradicar la violencia machista, pero los hechos nos muestran otra realidad. La historia del CNM, como ya hemos analizado en otra oportunidad7, se encuentra atravesada por el olvido y la falta de presupuesto. Desde su creación en 1992 hasta la actualidad, ningún gobierno consideró que la lucha contra la violencia machista debía ser una política de Estado. Si nos guiamos por la asignación de recursos, Menem fue más feminista que Cristina.

Con la llegada de una “feminista” al CNM, existía la “esperanza” de que al menos la ex titular de la Casa del Encuentro desarrollara las tareas que le dieron fama y prestigio a su ONG: un registro de femicidios y asistencia a las víctimas. Pero al leer el balance de la gestión 2016 en la página del organismo, nos encontramos con un comunicado que empieza diciendo: “Quiero contarte que el 10 de diciembre del 2015, vinimos con mi equipo al Consejo Nacional de las Mujeres para HACER, para trasformar y priorizar cuestiones que eran deudas del Estado Argentino hacía varios años.” Sin embargo, nombra algunas leyes, programas y objetivos que tienen la voluntad de implementar, pero de “hacer” hay muy poco. En ningún momento aparecen las estadísticas de femicidios, la cantidad de casas refugio construidas, los planes sociales entregados o la cantidad de víctimas que están fuera de peligro.

Tuñez se pasó años criticando las diferentes gestiones del CNM, denunciando la falta de estadísticas y asistencia, la necesidad de declarar la violencia contra las mujeres como una emergencia social. Desde hace más de un año que es la autoridad máxima del organismo y maneja presupuesto estatal para desarrollar las tareas que hacía en la Casa del Encuentro con mayor alcance y precisión. Hasta ahora, no fue capaz ni siquiera de mantener el registro de femicidios que la llevó a ocupar el cargo.

El patriarcado nos está matando, cada vez son más las mujeres golpeadas, violadas o asesinadas. El Estado burgués sigue haciendo oídos sordos a una realidad que no le interesa cambiar. Es hora de exigir la declaración de una Ley de Emergencia contra la violencia machista, con partidas presupuestarias destinadas a tal fin, que se cumpla con carácter urgente la Ley 26.485 (de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) y la creación de un registro único de femicidios.

Notas

1Ver Dillon, Marta y Nonfort, Florencia: “Fabiana Tuñez la veleta” en Página/ 12 17/03/2017

2Son espacios que nacieron a partir del primer “Ni una Menos” en el 2015. Se definen como “un grupo de mujeres que tomamos la tarea de gestionar, de la mejor manera posible con la víctima y su familia, una solución concreta y directa a los problemas de forman parte de la violencia de género, reivindicando así la autodefensa”.

3Ver Marcha.org: Argentina: ‘Estamos tomando el Consejo Nacional de las Mujeres’”, en Resumen Latinoamericano, 16/03/2017.

4Carbajal, Mariana: “Marcha atrás al ajuste en el Consejo Nacional de las Mujeres”, en Página/12 02/03/2017.

5Comunicado: “Como consolidar con hechos una agenda en el Estado”, en Facebook del Consejo Nacional de las Mujeres.

6Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las mujeres (2017-2019), en goo.gl/3IDJb9

7Martínez González, Dolores y Baez, Ailín: “¿De cuántas estamos hablando?”, en El Aromo, n° 86, septiembre/octubre de 2015.

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