GES-CEICSEl estado venezolano se vanagloria de haber puesto en marcha un gigantesco aparato público de asistencia social. La “inclusión” de los “excluidos” y la integración social forman parte preponderante en la agenda bolivariana trazada por su Constitución. Asimismo, en los últimos años, el chavismo ha propagandizado por doquier que, mientras los países capitalistas, a partir de la crisis de 2008, recortan su gasto social, Venezuela se encaminaría en dirección contraria. En este punto, la evolución ascendente del denominado “gasto público social” daría cuenta del predominio de esos postulados en las arcas estatales. Incluso, intelectuales afines al proceso, como Modesto Guerrero1, afirman que la redistribución de la renta petrolera expresada en un creciente gasto social habría redundado en una “transformación de la vida social”; al punto tal que para el 50% de la población más pobre favorecido por las políticas chavistas la categoría de distribución progresista le quedaría chica: se trataría más bien de una revolución en sus vidas.2
Cómo hemos visto en los acápites anteriores, el chavismo ha implicado una mejora en las condiciones de vida de determinadas fracciones de la clase obrera, principalmente, en materia educativa. No obstante, el nivel de prosperidad o el grado de “revolución” en las vidas debe ser ponderado en términos históricos. Toda la maquinaria asistencial chavista no ha superado los niveles de gasto de la belle époque del capitalismo venezolano. Por ello, el proclamado socialismo de siglo XXI en el Caribe bolivariano no implica un cambio de fondo en las relaciones sociales capitalistas. El gasto social chavista, tal como da cuenta la evolución en los precios del petróleo, se asienta sobre el aumento del costo de barril de petróleo tal como queda expresado en el gráfico Evolución del precio del petróleo. Si el gasto educativo, aquel donde vimos el mayor salto, se asemeja a los de la década del setenta se explica por la similitud de los precios entre uno y otro período. En este punto, creemos que la estrategia chavista pareciera ser la de compensar los ingresos de fracciones de la sobrepoblación relativa (indígenas; obreros expulsados u ocupados en condiciones de productividad por debajo de la media) sin alterar el cuadro estructural más general que los colocó en esa situación. En esa dirección puede comprenderse la creación de una red de cooperativas o la regeneración del tejido empresarial desmantelado en los noventa como base de operación de las misiones.
Ahora bien, resulta indudable que algunas de esas fracciones de la clase obrera tuvieron un mejoramiento relativo en sus condiciones de vida bajo el chavismo. Esa base material explica el apoyo de masas que éste ha cosechado así como el carácter contradictorio de las políticas sociales bonapartistas. Aunque no debemos olvidar que, en última instancia, ese sustento no se asienta en la confiscación del capital, sino en la ganancia extraordinaria que constituye la renta petrolera. Es decir, el poder político ha permanecido en manos de la misma clase social que dominaba antes del chavismo. Sólo el exponencial aumento de la renta ha permitido ceder demandas sin poner en juego el nervio del sistema. Pero esta tensa convivencia se asienta sobre precios petroleros altos, situación que cualquier crisis internacional revierte y reasigna en un abrir y cerrar de ojos. En ese caso, queda claro qué es lo que el chavismo va a hacer.
Si la crisis hace que la maquinaria de subsidios se retraiga esos mismos sectores que apoyan a Chávez le darán rápidamente la espalda. En las elecciones del 20086, en un contexto de contracción del gasto, el chavismo sufrió en revés en las elecciones parlamentarias. Este hecho puede no ser sino un pequeño anticipo de lo que puede llegar a suceder en caso de que los precios del crudo comiencen a caer. Ni hablar de cuando se desplomen.
2 Modesto Guerrero: “El dilema de una economía rentista y una revolución desaforada”, en: http://modestoguerrero.com/node/170
3 Datos extraídos del Ministerio de Poder Popular para la Salud, Fundación Robinson, Unión de Estadística de Mercal-FUNDAPROA.
4 Se trata de precios constantes, IPC 2008=100.
5 PDSA y sus filiales: Informe de gestión anual. 2009. Los valores se hallaban expresados en millones de dólares y fueron convertidos a bolívares fuertes con tipo de cambio nominal. También se aplicó el IPC 2008=100.
6 En esa oportunidad si bien el chavismo sacó menos votos que la oposición sólo logró hacerse del 60% de los escaños gracias a una reforma en la ley.