Australia aparece, para muchos, como un modelo posible para la Argentina. Suele señalarse su política comercial aperturista como el motivo de su aparente dinámica económica virtuosa. Con esas recetas, se dice, la Argentina podría convertirse de modo relativamente veloz en una economía con la estabilidad de la australiana. Pero la realidad es más compleja. No se trata de la cantidad de papeles firmados, sino de la capacidad de generar creciente riqueza y apropiarla a partir de la participación en el mercado mundial. Para eso, hay que ver la economía real. Recorramos aquí un aspecto muy parcial de esto, como es el comercio exterior, que da cuenta en términos aproximados de la estructura de una economía y su capacidad internacional. Un breve repaso por la historia del comercio exterior australiano muestra que, por el tipo de producto exportado, no es muy diferente a la Argentina, concentrándose en los denominados commodities, específicamente en carbón, hierro y más recientemente en gas licuado. Sin esas bases, ningún acuerdo, ni ninguna política (ni aperturista ni proteccionista) puede tener resultado. Por eso, antes de comparar trayectorias, hay que ver las potencialidades reales que brinda un espacio para lograr el desarrollo. Veamos entonces sobre cómo se posiciona Australia en términos económicos y cómo la Argentina difícilmente puede replicar esta experiencia en términos positivos.
Fuentes utilizadas:
-Australian Bureau of Statistics (https://www.abs.gov.au/)
-Commonwealth Bureau of Census and Statistics (varios años). Oversea Trade. Canberra.
-INDEC (https://www.indec.gob.ar/)
-Mapas de Geoscience Australia (https://www.ga.gov.au/)
-UNComtrade (https://comtrade.un.org/)
-U.S. Geological Survey, U.S. Department of the Interior (https://www.usgs.gov/)
-The Observatory of Economic Complexity (https://oec.world/es/profile/country/aus)
La riqueza de las naciones Columna de economía de Damián Bil ¿Por qué la Argentina no puede ser Australia? (02/12/2023)