Federico Genera
Santiago Ponce
LAP-CEICS
¿Este gobierno no reprime? Si así piensa, lo invitamos a dar un paseo por los principales hechos de represión de este año. Si cree que sólo se reprime con las fuerzas regulares, queda invitado también a recorrer las acciones de las patotas al servicio del gobierno y los empresarios.
No dejamos de escuchar a la presidente, a sus gobernadores y a sus funcionarios reiterar que el gobierno nacional no está dispuesto a reprimir la “protesta social” (que es, en realidad, la movilización obrera). Sin embargo, como ya probamos, se han venido utilizado una serie de mecanismos paraestatales para amedrentar a las acciones sindicales y políticas de la clase obrera. A esos hechos debemos agregarle la represión con las fuerzas estatales. Si bien las acciones de las fuerzas de represión formales fundan su legitimidad en el poder que el Estado mismo porta, las “informales” actúan cuidando que el Estado no quede manchado directamente. Las acciones de las fuerzas represivas del Estado suman 19 en lo que va del año, a razón de algo más de 3 por mes. Las paraestatales, 21. En el presente artículo, daremos una descripción de los hechos represivos más significativos.
Con la fuerza regular
El 13 de enero, en la ciudad de Mar del Plata, una manifestación llevada a cabo por la CTA y el Movimiento Teresa Rodríguez, en contra de un aumento del 25% en transporte urbano, fue reprimida por fuerzas policiales. La acción tuvo lugar cuando una parte de los manifestantes intentaron interrumpir la sesión legislativa donde dicho aumento iba a ser aprobado1. Días más tarde, en la provincia de Catamarca comenzaba a despertarse un movimiento anti-minero que repudiaba la instalación de la empresa extractora La Alumbrera. El 27 de enero se produjo el primer choque entre los manifestantes y la policía, tras la prolongación de un corte de ruta que derivó en 18 detenidos2. Hechos de similares ocurrieron en ciudades aledañas, como Belén, donde un corte en la ruta nacional 40 terminó en una orden de desalojo y la detención de 35 manifestantes3. La orden estuvo acompañada de la presencia de Gendarmería y otros grupos de choque pro-mineros que fueron trasladados al corte por las empresas. A su vez, tres manifestantes de la asamblea de Andalgalá, que volvían del corte de Belén, fueron interceptados y detenidos por la policía. En Amaicha del Valle, Tucumán, decenas de manifestantes fueron corridos violentamente desde las 3 de la mañana. En paralelo a esta represión, se desató otra en la ciudad de Tinogasta para correr al corte y lograr el paso de los camiones a la mina4. En la ciudad de Cafayate, un camión de infantería desalojó violentamente la ruta donde se llevaba a cabo un festival contra la minería a cielo abierto5.
El 19 de febrero, un grupo de ex combatientes en el continente, durante la guerra de Malvinas, cortaron la 9 julio para exigir una reunión con la presidenta. Buscaban ser reconocidos como veteranos de guerra. Este hecho terminó con la intervención de la Gendarmería Nacional y el respaldo de la represión por parte de la Ministra Garré en los medios públicos6.
No solamente Cristina utilizó la fuerza. La policía metropolitana se sumó a la acción el 10 de abril, reprimiendo a vecinos de la villa 31 tras un corte en la avenida Illia. Los vecinos reclamaban por subsidios que nunca llegaron, tras el temporal vivido en Semana Santa, que arrasó buena parte de los hogares precarizados de la zona7. En Neuquén, el martes 5 de junio, tras 100 días de conflicto, los trabajadores estatales sufrieron la represión por parte de las fuerzas especiales policiales de Sapag8. En Mendoza, el 4 de mayo, unas 200 familias sin vivienda de la localidad Palmira, provincia de Mendoza, fueron desalojadas violentamente del terreno que ocupaban, con balas de goma y una topadora9.
Patotas 2012
Como venimos explicando, las acciones represivas no se limitan al accionar de las fuerzas regulares. La clase obrera fue reprimida también este año por elementos de la burocracia sindical. Por ejemplo, el viernes 27 de enero por la noche, un grupo de entre cinco y seis personas armadas -de acuerdo a testigos- entraron por la fuerza a la sede del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado de la ciudad de Comodoro Rivadavia10. El 9 de febrero, un grupo de 50 personas, comandado por el Secretario General del Sindicato del cuero, Claudio Martínez, ingresó a la empresa de curtiembre CURTARSA y golpeó a varios trabajadores. La peor parte se la llevó Fernando Girado delegado y referente de la pelea contra el lock out patronal. En una suerte de “allanamiento” ilegal, el 10 de Febrero, dos personas ajenas a la Secretaría de Derechos Humanos ingresaron y empezaron a revolver las pertenencias de cada trabajador. Durante la conferencia de prensa llevada a cabo en la Secretaría de Derechos Humanos, uno de los agredidos, Rubén Shaposnik comentó que “los patovicas entraron con el encargado de la seguridad y revisaron todo el edificio y se fueron”. El 14 de Febrero los trabajadores de la línea 60 sufrieron otro ataque por parte de la burocracia sindical, luego de haber iniciado una jornada de lucha. La patota estaba integrada por barras vinculados al club Nueva Chicago, contratados por la misma empresa para amedrentar la organización sindical.
El 9 de marzo, en Puerto Rico, Misiones, una patota del intendente Federico Neis se enfrentó con los trabajadores municipales de ATE que marchaban a la municipalidad para reclamar contra los despidos. Los agresores eran personal de la empresa constructora del mismo intendente y recibieron el apoyo de la policía provincial11.
El 5 de marzo, en la provincia de Neuquén los obreros de Aqualic habían ganado una primera batalla y la patronal debió reincorporar a los 20 trabajadores despedidos. Luego de terminado el festival que denunciaba los maltratos que ocurrían, los obreros fueron emboscados dentro de la fábrica por una treintena de matones de la burocracia sindical, que golpearon brutalmente a los compañeros que señalaba el gerente, mientras el supervisor y el hijo de Fulcinitti (el dueño de la fábrica) cerraban los portones para que ningún trabajador pudiera salir. Una decena de trabajadores resultaron lesionados, debiendo ser internado uno de ellos12.
El 26 de abril, la Asociación de Periodistas de Corrientes (APC) -filial de la FATPREN-, denunció públicamente el acoso sexual y el manoseo sufrido en la mañana del jueves 26 de abril por la compañera Mirna Reijers y las amenazas de “cortarle la lengua” por parte de una patota con vinculaciones en la UTA. Estos hechos relatados son sólo una muestra de las 21 acciones que las patotas llevaron adelante contra los trabajadores.
Conclusión
Desde el comienzo del año 2012, hasta el momento en que se escribe este artículo, hemos contado unas 40 acciones represivas. En general, la represión estatal se dirigió hacia reclamos menos sindicalizados. En cambio, las patotas atacaron mayormente a trabajadores en blanco que intentaban realizar algún reclamo. Las organizaciones de izquierda también fueron objeto de los ataques. La provincia y la Ciudad de Buenos Aires conforman el escenario donde se desarrolló la mayor cantidad de acciones represivas (20%), a las que le sigue Catamarca (13%). El sindicato que más ha intervenido para atacar a las protestas es la UTA, un sindicato que aparece fuertemente alineado con la gestión de Cristina. Lo que observamos es que durante la década que pasó, el kirchnerismo se apoyó mayormente en el uso de organizaciones afines para enfrentar a la clase obrera. Este año, a diferencia de otros, ha repartido la represión casi en partes iguales. Y en este punto, Cristina, Macri y los gobernadores parecen hacer causa común…
NOTAS
1 El Atlántico, 14/1/2012.
2 Observatorio Petróleo Sur, 27/1/2012.
3 Playa de Mayo, 24/1/2012
4 Agencia Rodolfo Walsh, 10/2/2012
5 Prensa del Pueblo, 24/2/2012
6 Clarín, 14/2/2012
7 Mundo Villa, 10/4/2012
8 Indymedia, 4/5/2012
9 Prensa del Pueblo, 5/5/2012
10 Prensa Obrera, 27/1/2012
11 http://www.agenciacta.org/spip.php?article3902
12 La Verdad Obrera, 8/3/2012
13 Corrientes Noticias