Demagogia y degradación. La nueva escuela secundaria rionegrina
Mientras el Gobierno dice estar preocupado por mejorar la calidad, las medidas que toma muestran que va a encubrir el problema. “Promoción acompañada” y erradicación de la repitencia son las recetas de moda en Río Negro y CABA.
Romina De Luca
GES – CEICS
Este año, la mitad de las escuelas secundarias rionegrinas implementarán el contenido de la nueva escuela secundaria (ESRN). El proyecto fue aprobado el 23 de noviembre pasado, cuando la Resolución 3991/16 fijó la estructura curricular para el Ciclo Básico y Orientado. Cada una de las escuelas eligió su “orientación” lo que le otorgaría un velo democrático al asunto. Aunque el resultado sea que los jóvenes de Barda del Medio y San Javier solo pueden optar por educación física, los de Cordero, Darwin, El cuy y Las Perlas por economía por dar apenas unos ejemplos.
El leitmotiv de la reforma es sencillo: “garantizar la inclusión, permanencia y egreso” para dejar atrás el formato elitista y meritocrático de la escuela tradicional. Hay “una nueva mirada de la educación secundaria que permita sostener y acompañar las distintas trayectorias escolares de los estudiantes” lo que implicaría, según la normativa, pensar y redefinir el “estar y el hacer” en la escuela. Es decir, la reforma encarna el espíritu kirchnerista de ayer y macrista de hoy. Bullrich salió en principio a apoyarla y dijo: “el sistema debe personalizarse y buscar el desarrollo de los talentos”.
Ya el art. 37° de la Ley Orgánica Provincial Nº 4819 (2012) habilitaba a esa “adaptación” del currículum y de los logros para “acompañar” trayectorias, o sea, ya no todos aprenden lo mismo. La nueva escuela secundaria garantiza que cada quien, según el origen, reciba lo que “puede”. Por lo tanto, el sistema se va a fragmentar aún más. El título secundario de los jóvenes estudiantes obreros pobres tendrá como contenido una pésima educación disfrazando condescendencia pedagógica progre. Se presenta como una escuela para la emancipación (combinación de trabajo grupal e individual, colaborativo, reflexivo etc.) pero es el modelo acorde a una sociedad que tiene, por lo menos, el 40% de la población pobre, con niveles altísimos de desempleo y con generaciones de jóvenes que “sobran” y no necesitan educación. En lugar de pensar cómo superar el problema de origen, la reforma adapta mejor a la escuela a esa decadente realidad.
Los beneficios
Recientemente, el Secretario de Educación de la provincia, Juan Caros Uriarte afirmó: “la repitencia está desterrada y nunca solucionó nada”. En efecto, la reforma del secundario en la provincia incorpora la promoción automática, denominada eufemísticamente “bloque académico”. El bloque se organiza en cuatro cuatrimestres continuos para el ciclo básico y similar esquema para el orientado, con excepción del último año. Según Uriarte, avanzan hacia un nuevo paradigma de enseñanza. Bullrich criticó la no repitencia porque “significa seguir el fraude”. Pero como muestra la nota sobre CABA más abajo, en su riñón, se avanza en la misma dirección.
El destierro de la repitencia está adornado de un discurso pedagógico progre que resulta muy funcional a mostrar un sistema educativo pujante y eficiente. Esa es la obsesión del macrismo. Valga recordar algunos números. En Rio Negro, la tasa de repitencia se ubica cercana al 13% en las escuelas públicas, el abandono roza el 12% y los alumnos con sobre-edad conforman casi el 43%, solo el 75% promueve de un año a otro. Las estadísticas lo reflejan: si en el 2010, se encontraban cursando 8º año (1º año del CB) 15.098 estudiantes, en 2014, el último año del secundario (año 12º) contaba con apenas 6.862 alumnos, es decir, de cada 10 que arrancaron 4,5 sobrevivieron y lograron llegar al último año del secundario. Como si el panorama no fuera desolador, de los 6.862 que llegaron al último año, solo egresaron 5.167, es decir, el 75%. Los números de la provincia no son muy distintos a los de otras regiones. La ventaja de la reforma será el mostrar que sobre 10 que arrancan, 10 terminan…
Basta!
Para hacer pasar la reforma, el Gobierno prometió nuevos cargos docentes y estabilidad laboral. UNTER advirtió que no hay precisiones al respecto. En efecto, el gobierno no dijo una palabra sobre cómo serán los cargos, la interdisciplinariedad y las áreas. Tampoco cómo las nuevas orientaciones afectarán a los docentes de las distintas disciplinas. Recordemos que, al elegirse orientaciones por localidad, muchos docentes deberán emigrar al no encontrarse su materia en la nueva caja curricular.
Los trabajadores de la provincia no pueden ser cómplices de esta nueva estafa educativa. Hay que rechazar la reforma. Una escuela vaciada de contenidos no incluye a nadie. Los docentes sabemos que el problema no es nuestra exigencia. No se trata de elitismo; muchas veces el docente es lo único que tiene ese pibe para figurarse el mundo diferente. Es nuestra tarea rescatar a la escuela del lugar a la que la conduce la degradación social y solo el conocimiento científico escolar acompañado de una “pedagogía del esfuerzo” pueden hacerlo. Esa es la única vía para movilizar las conciencias en una dirección correcta. Aunque nos quieran convencer de lo contrario, quienes diseñan la nueva escuela secundaria nos quieren brutos, baratos y dóciles.