Asamblea Popular de  Mercedes

en El Aromo nº 2

 

En esta columna El Aromo informará de las experiencias de organización y lucha que buscan un lugar de difusión. Estuvimos en Mercedes, provincia de Bs. As., donde los compañeros de la Asamblea nos atendieron con la calidez y camaradería que sólo los luchadores pueden brindar. Nos conocimos en la 4ª Asamblea Nacional de Trabajadores de abril, donde sus delegados buscaban una instancia de organización superadora.

José -vendedor y memoria viva de la APM- nos recuerda que la Asamblea surge de una historia de luchas mercedinas motorizadas por los comerciantes siempre desbordados por los «viejos agitadores» locales con métodos verdaderamente piqueteros. Entre ellas, el corte de ruta con rotura de barreras que garantizó hace cuatro años la rebaja del peaje y el escrache a los bancos en febrero del 2002 (fecha de fundación de la Asamblea).

Gracias a la lucha de la APM ud. puede llegar en tren hasta la zona. Ese ramal intentó ser cerrado en el verano del 2002 por TBA. Si no hubiese sido por la lucha decidida de la APM y la Seccional Haedo de TBA, los trabajadores de toda la zona deberían pagar el doble por cualquier viaje que hiciesen.  Y es también producto del tesón y capacidad militante de los compañeros (que acompañan cada reclamo con una campaña de encuestas, recolección de firmas y debates televisivos) el haber instalado la crisis sanitaria del Hospital Blas Dubarry como problema político, que obligó al legislativo y al ejecutivo locales a pronunciarse por un laboratorio de remedios genéricos. Esta lucha constante e incansable hizo que hoy la Asamblea sea reconocida por la población mercedina como un referente. La notable repercusión entre los vecinos y en los medios de comunicación locales lo confirman. Tanto que en Mercedes -cuna tradicional de la oligarquía ganadera bonaerense- no pudo celebrarse el 25 de Mayo. En ese rajón de la piedra (después de décadas de pacatería) en el 2002 un «contra-acto» motorizado por el Polo Obrero y la APM arruinó al oficial y llegó a copar la sacrosanta Municipalidad. El susto fue tal, que el secretario del intendente se desbordó aplicándole una patada a Raúl, abogado local que participaba de la marcha. Quien decidió desde ese día participar de la Asamblea.

El tema de la coordinación con las organizaciones populares es vital para estos compañeros. Lo han comprobado en el éxito de cada acción realizada de conjunto. Esa es la experiencia fundamental que la APM hace consciente. Quien mejor lo define es Gladis, trabajadora de sanidad que sobrevivió a la represión del dictador paraguayo Stroessner en los `70: «yo en un momento dado me pregunté por qué iba a la asamblea y para qué. Y  yo en la asamblea encontré el espacio donde recuperar mi poder de decisión y de mandato, de poder elegir. Quisiera que se difunda a toda la población porque la dictadura a nosotros nos ha dado el no te metás, el callate, el que decidan otros, los sindicalistas que elegimos mal en cada uno de los lugares de trabajo… Y bueno, el poder de decisión lo toman los otros. En Salud Pública, casi nadie quería hacer paro en contra de Cavallo por nuestros grandes descuentos a nuestros magros sueldos y yo dije bueno, está bien, no podremos hacer un paro pero sí podemos hacer una Asamblea. Y eso la gente no lo podía aceptar porque parecía una cosa muy guerrillera. O sea, la toma de conciencia de decir yo puedo decidir, yo puedo protestar, yo puedo hacer un montón de cosas». Esa rebelión que crece en las condiciones más adversas sigue dando sus flores, verdadero motivo de orgullo que «habrían de envidiarle, los otros, si lo supieran».

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