El día sábado 28 de marzo se realizó una asamblea extraordinaria de la Sociedad de Escritores y Escritoras Argentinos. Se debatió allí, centralmente, el otorgamiento de la pensión del escritor y la declaración de la dirección de la SEA en repudio a la masacre en Gaza. Allí nos presentamos y defendimos el pronunciamiento de la dirección del sindicato contra las críticas disfrazadas de pedidos de “moderación” y contra aquellos que subestimaron el problema. Explicamos que ese manifiesto es una evidencia de la necesidad de los intelectuales de tomar conciencia de su lugar en la lucha de clases. Denunciamos que, detrás de aquellas objeciones, se ocultaban posiciones sionistas.
También intervenimos solicitando una democratización de los espacios que ostenta la SEA para presentaciones y debates. Aclaramos que esos lugares son de los socios y, por lo tanto, debe decidirse colectivamente cómo utilizarlo. La asamblea se manifestó de acuerdo con nuestra propuesta y votó la conformación de una Comisión de Cultura, abierta a sus socios, que se ocupe de discutir estos problemas.
Es importante aclarar que nuestra intervención fue objeto de un exabrupto por parte de la presidenta de la SEA, Graciela Aráoz, quien insinuó que no teníamos más intención que lograr alguna silla en una de las mesas. Una acusación que no se corresponde con la propuesta efectuada ni con el comportamiento que se espera de una autoridad sindical ante un pedido concreto. Prueba de que no necesitamos apelar a ningún artilugio es nuestra presentación de la obra completa de Roberto Santoro, en la Feria del Libro, que organizamos solos.
Un reconocimiento tardío, mezquino y pusilánime. El Partido Obrero y la crisis de la SEA – Eduardo Sartelli
“El presidente Néstor Kirchner visitó la Feria del Libro en donde participó de la presentación de