Al tacho… – Nicolás Villanova

en El Aromo n° 26

Al tacho…. Acerca de la proletarización y pauperización de la pequeña burguesía porteña (1980-2001)

 

Por Nicolás Villanona

Grupo de Investigación de la Pequeña Burguesía – CEICS

Existe un mito bastante difundido según el cual se supone que el taxi es un lugar donde “caen” todos los profesionales o técnicos empobrecidos. Algo de verdad existe en esta imagen popular. El estudio de la composición social del gremio de taxistas reviste una importancia particular, por éste y por otros motivos. Por un lado, el taxi es uno de los lugares donde se constituye esa clase tan especial, a saber, la pequeña burguesía. La actividad que se desarrolla en este oficio es específicamente pequeño-burguesa. Aunque también existe un porcentaje importante de peones, lo que indica una acelerada proletarización del oficio (en especial, desde la aparición de las grandes flotas), no vamos a detenernos en este punto aquí. Recordemos que la pequeña burguesía no es una clase en sí, como lo es la burguesía o el proletariado, sino que oscila entre las dos tendiendo históricamente a acercarse al proletariado. Se trata de pequeños propietarios que poseen medios de vida tanto como medios de producción, pero que, a diferencia de los burgueses, tienen que trabajar. Por ejemplo, un quiosquero es un pequeño-burgués. Es el dueño de las mercaderías, a veces del local, pero normalmente necesita trabajar atendiendo a los clientes, dado que no ha alcanzado un grado elevado de acumulación de capital como para tener empleados. En el caso particular de los taxistas, el medio de producción del cual disponen para reproducir su vida es el auto. Éste último, constituye su pequeño capital. Nuestra investigación se inscribe en una mayor, que intenta explicar cuáles fueron las causas del Argentinazo. Una de nuestras hipótesis hace hincapié en que la pequeña burguesía sale a la calle, el 19 de diciembre de 2001, como consecuencia del proceso de pauperización a la que se ve sometida. Un proceso que remite a la expropiación más general a la que es sometida tanto ella como el proletariado y que ha cobrado intensidad en las últimas dos décadas. En este artículo nos proponemos describir una serie de fenómenos que muestran la tendencia a la pauperización de la pequeña burguesía en el período 19802001. Analicemos los….

 

…datos

 

Para la recolección de los datos hemos realizado 77 encuestas a taxistas en distintos barrios de Capital Federal. Una de las preguntas refiere al nivel educativo. Los datos muestran que un tercio de ellos (33,70%) ha completado el secundario. Incluso, si a esto le agregamos aquellos que han completado el nivel terciario y los que no lo han podido terminar, da como resultado el 46,70%, es decir, casi la mitad. En este sentido, podríamos considerar que el nivel educativo de los taxistas se encuentra por encima de la media, es decir, por encima del promedio del nivel educativo que recibe la clase obrera.

Otra pregunta refiere a la edad de los taxistas. En este sentido, se puede observar que la mayor cantidad de casos tienen entre 50 y 59 años (40,20%). Este dato presenta una notable diferencia con respecto a aquellos taxistas que tienen entre 30 y 39 años (11,70%) y los que tienen entre 40 y 49 (33,8%). De esta manera, podemos concluir que la población taxista tiende a ser adulta, lo que implica que el taxi sería un lugar donde van a parar personas que no tendrían otro lugar de inserción laboral.

Otro dato importante que extraemos de la encuesta es el que refiere a la propiedad del taxi. La mayor parte de los encuestados son propietarios de su vehículo. Estos alcanzan el 66,23% con respecto a la población total. Resultado que no difiere demasiado de aquellos que son propietarios de sus viviendas (63,60%). Con respecto a la historia electoral de los taxistas, los datos no reflejan grandes diferencias con respecto a la tendencia general del país. En el año ’83, la mayoría votó la fórmula Alfonsín- Martínez (45,45%); en el ’89, la mayoría votó a Menem Duhalde (44,15%); en el ’95, a Menem-Ruckauf (37,66%); en el ’99, a De La Rúa-Álvarez (36,36%) y en el 2003, la mayoría de los encuestados votaron la fórmula Kirchner-Scioli (37,66%). En este último caso, se nota un compromiso por el kirchnerismo muy superior al obtenido por su fórmula a nivel nacional (cerca del 20%).

Otra de las preguntas que realizamos a los encuestados, refiere a la cantidad de años que hace que han abandonado el trabajo inmediatamente anterior a ser taxista. En este sentido, los datos muestran que la mayor cantidad de casos lo hicieron en el año ‘90 (11,70%) y en los años ‘76, ‘80 y ‘93 (6,50% cada uno). Exceptuando parcialmente este último, se observa que existe una coincidencia en los momentos de crisis y la incorporación al trabajo de taxista. Por último, teniendo en cuenta la variable años de abandono del trabajo anterior subdividimos los resultados en dos períodos (1960-1989 y 1990-2002) y los cruzamos con la clase de origen del taxista y la de llegada. Queremos observar la evolución de la pequeña burguesía antes y después de los años ‘90. Para esto, lo que hicimos fue caracterizar a los encuestados según la clase social a la que pertenecían, en relación al trabajo anterior a la inserción al taxi. Sólo pudimos hacerlo con 56 casos. Los agrupamos en obreros1 y pequeño-burgueses2. Luego, según la variable propiedad del taxi, agrupamos a los encuestados en dos categorías: por un lado, a los propietarios y, por otro lado, a los no propietarios o empleados. De esta manera, construimos la variable evolución según clase social agrupando, en primer lugar, a aquellos que eran pequeña burguesía según su trabajo anterior y que se han proletarizado, es decir, que no son propietarios del taxi. En segundo lugar, a aquellos que por su trabajo anterior eran obreros y, luego, han evolucionado a la pequeña burguesía en tanto propietarios del taxi. En tercer lugar, a aquellos que nunca han dejado de pertenecer a la clase obrera según su trabajo anterior y por no ser propietarios del taxi. Por último, a aquellos que siempre han sido pequeño-burgueses, según su trabajo anterior y la propiedad del taxi luego. La mayoría de los casos se concentran en aquellos que han evolucionado desde el proletariado a la pequeña burguesía, probablemente, debido a la capitalización de indemnizaciones por despidos. Y esto coincide en ambos períodos. Sin embargo, hay una tendencia a la disminución. Mientras que en el primer período los que pasaron de obreros a pequeñoburgueses alcanzaron un 42,31% del total, en el segundo período disminuyeron a un 40 %. En este sentido, podríamos concluir que se redujo el ascenso de clase. En el caso de aquellos que siempre han sido pequeño-burgueses (es decir, que pasaron de pequeño burgueses no taxistas a pequeño burgueses taxistas), los datos del primer período muestran un porcentaje de 11,54%; mientras que, en el segundo período, constituyen un 30 %. Esto muestra un aumento en la incorporación de la pequeña burguesía al taxi, probablemente, expresando un proceso de pauperización. Sería el caso de pequeños propietarios fundidos que lograron rescatar algo antes del desastre total.

 

El corto camino al tacho…

 

Esta investigación se encuentra en un estado muy embrionario. Dado el bajo número de encuestas, no estamos en condiciones de establecer conclusiones que tengan una base empírica representativa. Sin embargo, estos datos ya nos permiten hacer algunas aproximaciones. Por ejemplo, que el taxi es un lugar donde la pequeña burguesía tiene un peso importante y donde se refleja su pauperización. En este sentido, resulta muy significativo el pasaje de pequeña burguesía de otras actividades a la propiedad del taxi (que alcanza un 30 % durante la década del ‘90). Tal vez, se trate de un indicio de la pauperización más general de la pequeña burguesía que la arrastró hacia el Argentinazo.

 

Notas

1Ejemplos de trabajos anteriores de los taxistas encuestados a los que hemos caracterizado en “obreros” son: chofer de camiones, chofer de colectivos, empleado bancario, cadete, mozo, repartidor.

2Ejemplos de trabajos anteriores de los taxistas encuestados a los que hemos caracterizado en “pequeño-burgueses” son: fabricante de muebles, mecánico encargado de empresa, jefe de personal, comerciante, periodista.

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