Por Eduardo Sartelli, Historiador, Director General de Razón y Revolución.
El domingo 6 de abril, el colectivo de Razón y Revolución logró algo que justifica su existencia. Logró agregar una línea más al programa de la revolución argentina. Una organización cultural como la nuestra, que define su tarea en torno a la lucha de clases en el ámbito intelectual, científico y cultural, no puede menos que enorgullecerse de haber participado en la IV Asamblea Nacional de Obreros Ocupados y Desocupados y haberse constituido allí en un elemento activo en la construcción de su programa.
RyR propuso que la Asamblea «tomara en sus manos el problema de la cultura» a los efectos de luchar contra la ideología patronal allí donde ella se encuentre. En especial, sostuvo que las reivindicaciones sindicales en el ámbito de la educación y la cultura eran correctas y absolutamente necesarias, pero que limitaban el desarrollo político del movimiento piquetero. RyR señaló que no bastaba con demandar por la educación gratuita y por buenos sueldos para los docentes de todos los niveles. Había que entrar en la discusión sobre lo que se enseña a nuestros hijos, sobre lo que se intenta meter en sus cabezas. Había que entrar en la lucha por el contenido político de la educación. Por eso RyR defendió ante la Comisión de Programa el que la Asamblea reclamara el derecho a intervenir en la construcción de los planes de estudio, bajo control de los trabajadores. No queremos que a nuestros hijos se los «eduque» con las ideología patronales, todas ellas de acuerdo en culpar a los obreros, por las más diversas vías, de los males que vive el país.
También se sometió ante la Asamblea la propuesta de que no se tomara a los artistas y científicos en abstracción de las posiciones políticas que sostienen. Se defendió el derecho de la clase obrera a intervenir en el ámbito cultural de la lucha de clases, para forjar un instrumento de lucha específicamente cultural. No podemos limitarnos a reivindicar becas y subsidios para artistas o intelectuales que después utilicen esos recursos para representar la ideología burguesa, según la cual, pobres habrá siempre… Consecuentemente, RyR planteó la necesidad de que la Asamblea formulara un llamamiento a intelectuales, científicos y artistas a sumarse a la lucha en el plano cultural, en el marco de este movimiento.
Las ideas de RyR se escucharon con atención, fueron objeto de debate y resultaron aprobadas por unanimidad, luego de una serie de reformulaciones que dejaron en pie lo sustancial. Los compañeros del Polo Obrero, del MTL, de UTL, de la Verón, del MTR, de la CUBa, avalaron con su voto la importancia de nuestro planteo y lo hicieron suyo. No podemos menos que estar orgullosos de figurar en semejante compañía y colaborar en la tarea común de conquistar un futuro para todos.
Pero el orgullo no debe hacer olvidar las responsabilidades. En especial, aquella a la que nos comprometimos con nuestros compañeros: la lucha de clases en el ámbito de la cultura y la ciencia. Allí se corporiza nuestra tarea y para eso nos damos un nuevo soporte: esta publicación cuyo nombre evoca la vida que lucha, la vida que se abre paso entre las piedras, que las rompe «pa´ salir de adentro» de ellas. La realidad parió a su partero: el movimiento piquetero. Y a todos los que lo construyen, las flores del aromo. Flores de la vida que lucha. «De ese rajón …» nació por la «mala estrella» de este presente argentino tan solo, tan triste, tan final. Pero lucha. Y, por lo tanto, vive. En vez de «morirse triste se hace flores de sus penas». Porque lucha. Y, por lo tanto, vive. ¡Eso habrían de envidiarle los otros, si lo supieran!