Lejos de ser el “ala dura” de la docencia misionera, el gremio expresa un programa reformista que, en lo profundo, comparte la política desarrollada durante los últimos años por el kirchnerismo para la educación. Sólo un cuestionamiento frontal a sus presupuestos filosóficos permitirá al movimiento plantearse un programa superador.
Por Aporías del reformismo – Sandra Cubilla y Exequiel Ferreyra (GES-CEICS)
Desde la década del setenta, la intersindical Unión Docente de la Provincia de Misiones (UDPM) constituye el gremio docente mayoritario de la provincia. Caracterizada por su oposición al “neoliberalismo” durante los noventa, luego de la recomposición económica, se alineó con el Kirchnerismo y con el Frente Renovador, su expresión en la provincia. Desde 2004, el Frente Gremial Docente se erigió como el principal opositor de la intersindical oficialista, siendo Compromiso con las Bases (COBA) su dirección. En el 2011, en el marco de un proceso de movilización, COBA se fraccionó y un grupo de docentes denominado “Autoconvocados por la dignidad” (pertenecientes a COBA NORTE), crearon el Movimiento Pedagógico de Liberación ‘Paulo Freire’. A fines de 2012, el MPL se integra a la recién constituida Federación Nacional Docente (FND) de la CTA autónoma, junto con otros trece gremios de todo el país. Desde su conformación, el MPL se ganó el calificativo de “ala dura” de la docencia misionera debido a que sus principales intervenciones se centran en acciones directas. Entre ellas, alrededor de 100 cortes de rutas, convocatorias a marchas, asambleas, acampes, conferencias de prensa y tomas de escuelas. Acompañaron también otras luchas en colaboración con el personal de servicio y obreros rurales, sobre todo con el sindicato de tareferos y ocupantes del norte misionero.
En esta nota, analizaremos el programa del gremio para la educación. La disputa teórica/programática es de suma relevancia en tanto determina al servicio de qué intereses se coloca la escuela. En ese sentido, ordena y estructura la lucha. Defensores de la “Pedagogía del Oprimido”, el MPL hace suyos los planteos de Paulo Freire y enarbola las banderas del autonomismo provincial. Como veremos, lejos de ser el “ala dura” de la docencia misionera, el gremio expresa un programa reformista que, en lo profundo, comparte la política desarrollada durante los últimos años por el kirchnerismo para la educación.
Un argumento falso
El MPL tiene una importante inserción en algunas localidades del norte de la provincia, tales como Montecarlo, Wanda, Puerto Esperanza, El Dorado y Bernardo de Irigoyen además de Jardín América, El Soberbio y, en menor medida, en Posadas. Entre las reivindicaciones más importantes que lleva adelante, el gremio exige la derogación del impuesto a las ganancias, los topes a las asignaciones familiares, aumento salarial, recomposición de la pirámide salarial, zonificación de todos los docentes, jubilación con 25 años de servicio y 82% móvil. El gremio desarrolla, además, una serie de tareas que exceden lo estrictamente económico-reivindicativo, entre las que se destacan la creación de un instituto de formación política y de una asociación civil.
En ese marco, el MPL pretende dirigir una renovación educativa, proponiendo un proyecto de Ley de Educación Provincial “superador” al presentado por el diputado Eduardo Rovira1 en 2011. Allí, la educación se presenta como un derecho social y un bien común, en correspondencia con el art. 2 de la Ley de Educación Nacional 26.206. De esta manera, educar es un deber que el Estado debe garantizar para formar ciudadanos en valores y principios democráticos. La educación permitiría el acceso a la “equidad social” pues el saber pondría en pie de igualdad a todas las personas. Aún mejor si en ese espacio los niños también reciben alimentos, albergue, talleres de todo tipo, ya que las poblaciones “con mayor vulnerabilidad” de esta manera participarían, efectivamente, de la inclusión social. Es decir, para el gremio, no son las contradicciones de clase las que determinan las condiciones de vida de la población sino su acceso diferencial a la educación. De allí que compartan con el kirchnerismo su caballito de batalla -la “inclusión”. De ese modo, el MPL sostiene la ficción burguesa según la cual todo el problema de la clase obrera se limitaría a tener una “oportunidad” y acceder al saber. Posibilidad que debería naturalmente brindar el Estado bajo un régimen social democrático.
Vinculado a esta vocación democratista, el MPL remite los problemas educativos a una cuestión de participación y transparencia en los asuntos escolares. El problema residiría, entonces, en la democratización del manejo del sistema educativo. De allí que, desviando la atención sobre el núcleo del asunto, el gremio llama a unirse a sus reclamos donde el principal enemigo sería la corrupción y no el sistema social en el que vivimos. En ese sentido, desde 2011, realiza denuncias por distintas vías en relación a hechos de corrupción en el Consejo General de Educación. En febrero de este año, el sindicato realizó una denuncia penal en la que señalaba que:
“Este desmanejo del sistema educativo tiene muchos años y tuvo su punto más álgido de corrupción en el año 2009, cuando la señora Marta Peroni, Vocal del Consejo con el aval del poder político de turno, repartía cargos en Educación. Como organización, en el año 2011 salimos a denunciar con documentación oficial como se desviaba el presupuesto educativo en cargos de ñoquis, equivalentes a más de 10 millones de pesos mensuales.”2
Para poner fin a esas situaciones y lograr un sistema educativo “verdaderamente inclusivo”, el MPL plantea la necesidad de la participación comunitaria en su administración, la trasparencia de las gestiones educativas, del manejo de los fondos, de la repartición de los cargos, etc., a fin de lograr un sistema educativo distinto, más “democrático, igualitario e inclusivo”.3 En ese sentido, el proyecto de Ley hace hincapié en una nueva estructura educativa. Establece al Consejo General de Educación como el ente “regulador” del Ministerio de Educación de la provincia, es decir, como el órgano que definirá y controlará las políticas educativas. No obstante, en cada departamento provincial funcionarán los Consejos Escolares Departamentales, como órganos de “conducción” del sistema educativo. Éstos incluirán un representante electo por la comunidad, tres representantes gremiales docentes y un representante por el Consejo General de Educación. También se establece la creación de un Consejo Superior como entidad rectora, integrado por un representante de los estudiantes, un representante gremial docente, un representante docente de los Institutos de Formación Docente, un representante docente de los Institutos Técnicos Profesionales y un representante de los rectores.
En concordancia con las medidas que Freire impulsaba a principios de los ’90 en San Pablo al frente de la Secretaria de Educación, y tal como indicaban los organismos internacionales de crédito,4 el MPL promueve la descentralización educativa a través de la creación de Consejos locales. Propuesta que, además, se encuentra en sintonía con la estrategia desarrollada por la burguesía argentina para la educación.
Fragmentados
Haciendo suyos los postulados freireanos (que, por cierto, también son retomados por el kirchnerismo), el MPL promueve, además de la descentralización administrativa del sistema educativo, la regionalización curricular. En ese sentido, coincidiendo con la crítica del pedagogo brasileño a la “educación bancaria”, el gremio sostiene que educar no es transferir conocimientos sino poner a la escuela en “diálogo” con los “saberes populares”. Por lo tanto, el saber de la comunidad debería ser revalorizado en lugar de quedar relegado en relación al conocimiento científico. Por ello, el sistema educativo tendría que ser delineado en conjunto con los trabajadores que enviarán a sus hijos a la escuela, valorizando la identidad cultural y ambiental de la provincia. Aprender no puede ser sino una “construcción” donde el niño confronta los conocimientos que la escuela pone a su alcance con los saberes previos propios de su contexto particular (la provincia, la zona rural, la frontera, una aldea, la “identidad indígena”, etc.). De esta manera, tal como hacía Freire, el gremio equipara conocimiento científico y sentido común, eliminando la función específica del docente en el proceso de enseñanza. La tarea pedagógica se reduce, entonces, a un acto de opinión. El conocimiento que al docente le ha tomado años aprender mediante el trabajo de estudiar, es bastardeado y colocado a la altura del sentido común. Para peor, parte de la premisa de que estudiar y aprender solo es una habilidad que el ser humano traería en los genes, como si fuera una abeja. Se niega el carácter social del ser humano y de la educación en particular, que es la más social de las funciones humanas.
El MPL propone, además, una serie de modalidades entre las que se encuentra la educación de pueblos guaraníes. En realidad, esa modalidad específica para la provincia se enmarca dentro de la Educación Intercultural Bilingüe establecida, a nivel nacional, por el art. 17 de la LEN. Allí, el Estado se compromete a garantizar el “derecho de los pueblos indígenas” a recibir una educación que “fortalezca sus pautas culturales, su lengua, su cosmovisión e identidad étnica” (art. 52). Es decir, el gremio misionero avala y promueve que el Estado proporcione una educación que iguala ciencia, dioses, leyendas y mitos para comprender la realidad. Pero también avala que a los compañeros obreros a los que se quiere encuadrar en una categoría étnica para separarlos del resto de su clase, se les de una educación degradada que consolida su aislamiento en vez de conectarlos con el mundo.
A su vez, en línea con la regionalización, el MPL propone que las modalidades tengan un diseño curricular específico, adaptado a cada contexto particular. Tal propuesta no ofrece nada nuevo si tenemos en cuenta que, desde hace ya mucho tiempo, las realidades culturales y geográficas, junto con la particular manera de “significar el mundo” de los sujetos, se impusieron como la regla sagrada en el campo académico/pedagógico. Regla que, además, orientó las reformas educativas realizadas por los diferentes gobiernos burgueses desde mediados del siglo veinte, las cuales postulan la ineficacia de un sistema educativo centralizado y homogéneo. Al igual que el gobierno kirchnerista, el gremio misionero propone avanzar en una profunda fragmentación curricular. La idea de un sistema educativo “adaptado a cada contexto” se presenta como progresiva, siendo incluso considerada como un avance por distintos sectores de izquierda. No obstante, tal paradigma ha sido el vehículo de la degradación educativa en nuestro país, en la medida que cada escuela se ve llevada a copiar la miseria ambiente que la rodea. Priva, además, a la clase obrera del conocimiento acumulado históricamente por la humanidad, el cual aparece recortado y deformado bajo el prisma de lo “local”.
¿Qué hay de nuevo?
Como hemos visto, el MPL no solo no contempla el quiebre cultural de la clase obrera como un problema sino que, por el contrario, lo promueve. Asimismo, niega el valor de una educación científica. Por ello, forma parte (creemos que inconscientemente) de la degradación educativa que la burguesía está llevando a cabo hace mucho tiempo, siendo la punta de lanza de tal situación el proceso de descentralización que el gremio busca profundizar. Trasformar a la escuela en el refugio del cual brotará la conciencia revolucionaria supone la comprensión del funcionamiento de las relaciones sociales, la cual solo puede surgir del conocimiento científico de la realidad. Para ello, es necesario oponerse a la descualificación de la tarea docente y a la fragmentación curricular que llevan a negar el acceso al conocimiento de la clase obrera, producto de la igualación entre ciencia y “opinión”.
Notas
1Gobernador de la provincia de Misiones entre los años 1999- 2007. Actualmente, es el conductor del Frente Renovador de la Concordia, partido que gobierna hoy día la provincia de la mano de Maurice Closs.
2Disponible en: http://goo.gl/0ZA6Of
3MPL: “Primer jornada del Congreso Provincial del MPL – Puerto Rico – Misiones”, disponible en Facebook: http://goo.gl/Qewlfb, 24/10/14.
4Véase la nota de Marcelo Ghigliazza en El Aromo n°83.