En el día de ayer el Dr. Juan José Paz, médico especialista en Neurología del Hospital Padilla, quien anteriormente se desempeñó como jefe de residencia del hospital e investigador, fue despedido sin notificación alguna por las autoridades del Sistema Provincial de Salud (SIPROSA). El despido es la respuesta a las declaraciones públicas que hizo el compañero sobre el verdadero estado del sistema de salud tucumano, totalmente vaciado y, por ende, ineficiente para enfrentar al COVID-19.
El SIPROSA está llevando adelante una persecución política al compañero, con el aval del Ministerio de Salud. El despido del Dr. Paz no es un hecho aislado. Se enmarca en una política mas general de persecución y criminalización de la protesta. La Ministra Chahla, en la semana anterior, declaró que iba a iniciar acciones legales contra el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados (SITAS) por convocar a paros y medidas de fuerza.
Detrás del despido del compañero, hay una política deliberada con el objetivo de disciplinar a los trabajadores de la salud tucumanos y sus organizaciones, ante el creciente descontento de los compañeros con las autoridades sanitarias. Vale recordar que Tucumán es una de las provincias que más muertes, entre los trabajadores de salud, por COVID-19 en el país, con total de 60 fallecidos.
¡Reincorporación ya del Dr. Juan José Paz!
¡Basta de persecución!
Corriente Clasista Goyo Flores
Razón y Revolución Tucumán
Ese dato último de los trabajadores de la salud en la provincia no se encuentra suficientemente difundido, será porque el Gobernador es medico y de actuación política con aprendizaje en Bs. As. junto a los varones del cono urbano. Quedo demostrado cuando se sincero con el micrófono prendido ante la Ministra de Seguridad: “Tenés que poner a alguien que escuche y luego hacemos lo que nosotros queremos”. Los empleado narcotraficantes de la misma repartición seguramente tendrán todas las garantías constitucionales del art.18