Lecciones de la huelga marítima de 1921
Cesar Villena
Grupo de Investigación de la Historia Económica Argentina-CEICS
Quienes alguna vez han asistido a una asamblea de obreros, o tengan algún tipo de militancia gremial, habrán escuchado varias veces hablar de métodos burocráticos o de burocracia sindical. Pero, ¿qué es lo que se esconde detrás de estas palabras? ¿Qué eso a lo que se llama burocracia sindical? El objetivo de este artículo es aclarar esta cuestión analizando la derrota de la Federación Obrera Marítima (FOM) en 1921 y sus límites en tanto primera burocracia sindical argentina.
Entre 1916 y 1921, la FOM fue el sindicato más poderoso del país. En febrero de 1920, se inició una huelga de 13 meses que terminó ganando en marzo de 1921.1 Pero, a 80 días de esta victoria, en junio de 1921, la FOM es derrotada, militarización del puerto mediante.
El desarrollo de la FOM
Las principales exportaciones en la época del “Granero del mundo” eran el trigo y el maíz.2 La producción de estas mercancías agrarias implicaba la movilización y explotación de una enorme masa de obreros. Dada la vasta extensión de la pampa húmeda y la necesidad de embarcar los productos agrarios, los trenes y los barcos eran claves. El período 1916-1921 fue el de mayor cantidad de huelgas en la historia del país, donde el gremio más importante fue la FOM.
La FOM inicia su ascenso con la huelga exitosa de 1916 en el puerto de Buenos Aires. Lo mismo sucede en 1917, 1919 y en marzo de 1921. En las huelgas de 1916 y 1917, logra hegemonizar una alianza entre tripulación y oficialidad, lo que le da mayor cohesión y fuerza en el puerto. En la huelga de 1919, logra, mediante un decreto de oficialización, un control de hecho sobre quién tenía derecho a trabajar en el puerto. La norma pasó a ser que solo trabajaría personal federado, es decir, agremiados. A estas dos conquistas, hay que sumarle otros dos elementos para entender su expansión. En primer lugar, el proceso productivo de los marítimos los hacía recorrer los ríos y llegar en grupo a diversos puertos del país y de otros países limítrofes. En esos lugares, hacían propaganda y ayudaban a organizar a los obreros, como el caso de los estibadores o de los obreros del Chaco (de La Forestal) entablando relaciones de solidaridad real con ellos. Si bien los ferrocarrileros tenían una estructura nacional a través de los rieles, en este período, estaban divididos por problemas internos, situación que recién cambiaría luego de 1921. El segundo punto plantea que los obreros marítimos habían contado con un aliado clave desde 1916: Hipólito Yrigoyen.3 Durante la huelga del puerto de Buenos Aires, en 1916, el gobierno radical decide no reprimir. La dirección de la FOM le manifiesta al poder ejecutivo nacional que admitían la mediación oficial para alcanzar una solución al conflicto, pero no la intervención a favor de una de las partes. El gobierno no apoyó a la burguesía marítima y ésta tuvo que capitular ante las exigencias de la FOM. Desde entonces, la relación de la FOM con el radicalismo fue bastante amistosa. Los marítimos creyeron que bastaba, para crecer, con que Yrigoyen no favoreciera a la burguesía.
De esta manera, la FOM se consolidó a nivel nacional. Llegó a ser tan importante que su apoyo podía decidir el resultado de una huelga, aportando hombres y dinero o realizando boicots a productos de empresas en conflicto con sus obreros. Esto permitió que se erigiese en la columna vertebral de la FORA IX y, por ende, del movimiento obrero argentino. En esta organización, se había condensado la evolución de una conciencia de clase con una idea muy clara de sus intereses corporativos. Es decir, de una lucha por mejores salarios y condiciones de trabajo. Los dirigentes eran sindicalistas independientes,4 quienes creían que la clave del bienestar de la clase obrera, y de una posible revolución, pasaba por la creación y el mantenimiento de organizaciones sindicales fuertes, que mantuvieran la independencia del Estado. Por lo tanto, la herramienta obrera para la lucha de clases era el sindicato mismo. Todo lo que se hacía era en función de mantener el sindicato a toda costa.
La huelga de los 13 meses
El principal enemigo de la FOM fue la empresa naval Mihanovich. Siempre que pudo, empleó obreros no federados (“crumiros”, como se los conocía en la época). Ésta fue una de las causas por la cual, en febrero del 1920, la FOM inició una huelga parcial contra la empresa. Durante la huelga, se tomaron medidas para garantizar el mantenimiento de los obreros. Se abrió un restaurante para los marítimos, donde se comía y se entregaban víveres. Gracias al aporte de cuotas de los obreros con salario y de la solidaridad de los gremios de la FORA IX, se acumuló un fondo de huelga para resistir. A la empresa Mihanovich, debido a que la mayoría de la oficialidad apoyó la huelga, no le resultó sencillo lograr que sus barcos zarparan. Cuando lo lograba, éstos se rompían o se hundían.5 De esta forma, se establecieron turnos rotativos para quienes subían a un barco a trabajar y para quienes se quedaban garantizando que los barcos no salieran. Así, se homogeneizó el esfuerzo y el salario entre los obreros.6 La FOM controló quiénes podían trabajar y quiénes no.
Por su parte, el Estado siempre intentó mediar a través del jefe de policía o de algún ministro. Las consideraciones sobre el avance de la huelga fueron sometidas a asambleas frecuentes. Ante su prolongación, aparecieron voces que reclamaron la necesidad de convocar a una huelga general, porque la medida que habían tomado no daba resultados.7 Sin embargo, la dirección de la FOM se opuso y logró evitar su implementación. En febrero de 1921, el desgaste se empezó a sentir y aparecieron los síntomas de la crisis económica.8 Es así como Mihanovich decidió aceptar los pedidos de la FOM y, en marzo, sellaron el acuerdo para levantar la huelga.
Del triunfo a la derrota
En el transcurso de la huelga de 13 meses aparecieron actos violentos, dirigidos por la Asociación Nacional del Trabajo (ANT) y la Liga Patriótica (LP), a lo largo y ancho de todo el litoral. Mientras la FOM festejaba su victoria e intentaba recomponerse, estas bandas de la burguesía siguieron atacando a las organizaciones obreras y contratando crumiros no federados para las empresas que tuvieran conflictos sindicales.9 Un hecho poco recordado es la masacre de Gualeguaychú del 1º de mayo de 1921, en el que una brigada de la LP y la policía asesinaron a obreros que conmemoraban el día del trabajador.10 Hechos como este se repitieron por todo el litoral. En el puerto de Buenos Aires, las empresas empezaron a contratar crumiros, lo que generó la oposición de los estibadores federados que se negaron a trabajar con personal no afiliado. La burguesía, a través de la ANT, reclamó el derecho a la liberalización del trabajo en el puerto. Frente a este hecho, la FOM ni siquiera reaccionó. Los choques entre los obreros federados y los crumiros se multiplicaron y se produjeron varias muertes.11 En otros tiempos, cualquier ataque hubiese generado acciones fuertes por parte del sindicato marítimo. En este caso, se atacó lo violentamente a la FOM y, sin embargo, su dirección no reaccionó. A fines de mayo, el gobierno radical decidió liberalizar el trabajo en el puerto de Buenos Aires y militarizarlo para garantizar el cumplimiento de las medidas. Los principales dirigentes obreros fueron apresados. Como respuesta, el 2 de junio, la centrales obreras convocaron a la huelga general. Recién ahí la FOM dijo presente y se adhirió. Pero la huelga fue un rotundo fracaso. En el puerto, la actividad fue garantizada por los crumiros de la ANT. La FOM, por su parte, sólo declaró la huelga cuando la dirección de la FORA sindicalista y la FORA anarquista fueron arrestadas. ¿Por qué?
Algunas respuestas
A lo largo de la huelga de los 13 meses de huelga, se habían producido divisiones internas en el sindicato. Un sector dentro del gremio reclamó medidas más duras ante los ataques de la burguesía: la huelga general. La dirección de la FOM se negó a declarar tal medida. Creemos que la clave del asunto estuvo en la confianza que depositó en Yrigoyen. Frente a los ataques de la ANT, la LP y la policía, la dirección confió que el Presidente mantendría la neutralidad y estarían protegidos. Por otro lado, durante esos 13 meses, el gremio se desgastó económica y moralmente. Asimismo, empezaron a surgir divisiones entre la tripulación y la oficialidad. Tengamos en cuenta que la primera intensión de Dodero, gerente de Mihanovich, siempre fue seducir a los oficiales.12¿Por qué, entonces, la dirección decidió confiar en Yrigoyen y no apelar a la huelga general?
Por un lado, se encuentran los límites materiales, ya que la huelga prolongada los deterioró en términos económicos. A su vez, la acción de la ANT, y de la LP, provocaron varias bajas (muertos y presos) de cuadros sindicales importantes a lo largo de todo el litoral, necesarios para movilizar gente y garantizar la huelga general. De esta manera, la FOM terminó muy debilitada de un conflicto muy extenso. Al permitirse la entrada de crumiros en el puerto, fue imposible hacer paro, ya que siempre había obreros listos para trabajar.
Por otro lado, la FOM expresó los límites de la conciencia del sindicalismo independiente. Ellos estuvieron convencidos que el Estado, aún siendo burgués, podía tener cierta neutralidad si el gobierno decidía no favorecer a uno de los polos en conflicto. Pensaron que era mejor no tomar medidas que pudieran generar represiones contra ellos y creyeron que Yrigoyen mantendría la neutralidad que había mostrado desde 1916.
La FOM luchó por los intereses corporativos de su clase, pero no se propuso más que eso. En su mediación entre los obreros, el Estado y las empresas, la FOM peleó por los intereses secundarios de la clase obrera contra la burguesía, pero retuvo en sus planteos los intereses principales de ella (la propiedad privada capitalista). De allí que el gobierno estuvo siempre dispuesto a negociar con la FOM ya que no atacaban lo esencial.
La crisis económica de 1921 no le dio margen a la clase dominante para negociar con los obreros y el gobierno mostró su verdadera cara. Ante la acción represiva por parte de toda la burguesía argentina contra la clase obrera, la dirección de la FOM no quiso intervenir, para protegerse como estamento y confiando en que Yrigoyen no le haría daño. Por ende, sólo convocó a la huelga general cuando fue evidente para quién jugaba el gobierno, pero fue tarde. La derrota de la FOM, en 1921, expresa los límites de la burocracia sindical. Una huelga general a tiempo hubiese puesto en cuestión las relaciones sociales mismas. Sin embargo, la burocracia sindical no puede ir contra ellas, porque son las que le permiten su propia reproducción. El capital es su fuente y su límite. En ciertas coyunturas, esta restricción puede parecer “sensata”, pero, tarde o temprano, muestra su verdadero y pernicioso rostro.
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1Lucena, Alberto y Villena, Cesar: “La Primera Burocracia Sindical. La Federación Obrera Marítima y la Gran Huelga de 1920-1921”, en Anuario del CEICS, 2008, Buenos Aires.
2Ferreres, Orlando: Dos siglos de economía argentina (1810-2004). Historia argentina en cifras, El Ateneo-Fundación Norte y Sur, Buenos Aires, 2005, pp. 265-270.
3Rock, David: El radicalismo argentino 1890-1930, Amorrortu, Buenos Aires, 2001, cap. 5-7.
4Sartelli, Eduardo: Un barco en la tormenta. La FOM y la apuesta del movimiento obrero en la primera posguerra (1914-22), Mimeo.
5Boletín de la Unión del Marino, nº 15, 1920.
6Lucena y Villena op. cit. pp. 75-76.
7Boletín de la Unión del Marino, n° 34, 1920.
8Rock, David: op cit., pp. 213-214.
9El Diario, 23/4/1921, p.5.
10La Argentina, 3 de mayo de 1921 y La Organización Obrera, 7/5/1921.
11El Diario, 26/5/1921.
12Dodero, Luis: La navegación en la cuenca del Plata y sus propulsores. Memorias Personales, Buenos Aires, 1976, p. 109.