En estos días se cumple un nuevo aniversario del golpe militar de 1976. En otro número explicamos que a los socialistas no nos conforma ni la “memoria” ni la justicia (burguesa). Lo que realmente nos preocupa es recuperar las banderas caídas de nuestros compañeros y llevar a la victoria la batalla en la que ellos fueron derrotados.
En esta oportunidad queremos analizar quienes y por qué dieron el golpe. Esto nos permite comprender que, entre quienes hoy repudian la dictadura, están los que la promovieron. Sirve, entonces, para identificar a nuestros enemigos, cuando muchos de ellos se presentan como los paladines de los “derechos humanos”.
La lectura más común, esa que alimentó el kirchnerismo, es un cuentito que se puede resumir más o menos así. El 24 de marzo un grupo de militares malos se juntaron con un grupo de “oligarcas” malos del campo y las finanzas y se pusieron de acuerdo para destruir al país. Los buenos de la historia serían desde los trabajadores hasta los empresarios nacionales, esos que apuestan a la industria “en serio” (las Pymes, sobre todo), pasando por los políticos demócratas.
Aunque parezca seductor, es un cuento falso. Vayamos por parte. ¿Qué tarea cumplieron los militares? La dictadura de Videla y compañía vino a salvar al capitalismo, que hacía varios años estaba en una crisis económica profunda. El problema era que había un obstáculo para recuperar la ganancia: los trabajadores, la variable de ajuste en toda crisis capitalista, no lo permitían. Movilizados en las calles, con direcciones clasistas en sus cuerpos de delegados y comisiones internas (quizás recuerde la “guerrilla fabril”), y muchos de ellos organizados en partidos revolucionarios, eran un verdadero freno.
Se habían intentado ya diferentes salidas, que combinaban pequeñas concesiones a los trabajadores con importantes dosis de represión y asesinatos (Perón, marcando el camino, creó la Triple A). Pero no era suficiente para poner orden.
Se puso entonces en marcha la ofensiva golpista. ¿Quiénes la promovieron? Un grupo de empresarios tomó la iniciativa y creó una megacorporacion, la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias (APEGE), para emprender la tarea. La inmensa mayoría de la burguesía (grande y chica, nacional y extranjera, industrial, agraria y comercial) se alineó con ella. Desde la supuesta “oligarquía rural”, la Sociedad Rural, hasta los supuestos “pequeños chacareros”, de Federación Agraria; desde los “grandes industriales”, de la UIA, hasta los “nacionales y populares” de la CGE. Habían tenido sus diferencias, pero todos coincidían en lo fundamental: defender sus ganancias.
Los militares aparecieron como el mejor personal. Lo que había que hacer era terminar con el problema de cuajo. Matar, torturar y desaparecer a activistas y militantes, y destruir sus organizaciones sindicales y políticas. Realizada la faena, la burguesía restableció el control y sentó las bases políticas para imponer el ajuste, que terminó de concretarse en democracia con desocupación, flexibilización, caída de salarios y todo el etcétera que ya conoce.
Completada la tarea, era necesario lavarse las manos. Así empezaron los juicios contra los militares que, en algunos casos, terminaron en prisión (no muchos, recuerde lo que vimos en LHS nº 7). Así empresarios y políticos “democráticos” se lavaban la cara y aparecían como ajenos a la dictadura. La burguesía, tal como se había abrazado con Videla, ahora lo hacía con Alfonsín, luego con Cristina y hoy con Macri. Motivos no le faltan: todos ellos fueron buenos custodios de sus intereses, la ganancia, que obtienen a costa de nuestra explotación.
Hola, y sobre MENEM, cual sería la bronca, de los S»U»CIALISTAS.
Si siempre están protestando por todo, sin dar de su parte más que palos sin razón y usando, tan sólo el pensamiento errado de la verdad de los hechos.
Los gremios y punteros políticos, son carne de cañón de los gobiernos de turno, y ahora , 2021 año de elecciones, nuevamente acompañan son los rompecoches y quema campos, simplemente por no tener la vaca ATADA como la tenían sus padres y creen que no son responsables de las atrocidades de sus partidarios en actos impúdicos e inmorales de civilidad.
Se alinean a los pensadores sin religión ni lógica.
Leen la historia de los absurdos ganadores que nunca dicen la verdad, y ocultan las realidades del pueblo y de sus próceres, siempre que pueden manejados a distancia por ricos y poderosos, que con migajas, dan de comer a los agitadores y desorientados habitantes y emigrantes, de todo el planeta que es bienvenido a nuestra tierra y pasa inadvertido en el devenir del tiempo la cantidad de comensales de la mesa de los GORDOS sindicalistas opresores y vendehumo.
PERRO NO ISMO
Lacra de derecha que hace cosas de izquierda!!!!