Acerca de la prórroga del Plan Fines hasta el 2019
El relanzamiento del Plan Fines evidencia que el vaciamiento educativo no es un problema de determinado personal político sino de clase. Un sistema social que reduce al embrutecimiento al conjunto de la población no puede más que abaratar al extremo su sistema educativo y limitarlo al de una mera ficción.
Romina De Luca
GES
El pasado 11 de abril, el Ministro Esteban Bullrich firmó la Resolución Nº 178/2016 mediante la cual se prorrogó el Plan Fines hasta el 2019. Así puso fin a una serie de idas y vueltas de las que el propio ministro fue partícipe. En enero de este año, en la provincia de San Juan sostuvo que el plan continuaría, pero con “algunos” cambios. Bullrich argumentó que en la implementación del Fines se había incurrido en alguna “desidia” en la designación de tutores y alguna pérdida de calidad en la implementación.1 A pesar de todo, el Ministro ratificaba la importancia y el compromiso del gobierno de Cambiemos con la terminalidad educativa. En 2015, a poco de asumir su nuevo mandato, en una reunión con la Federación Nacional Docente, Bullrich manifestó su intención de cerrar el programa. En esa ocasión argumentó que era necesario terminar con la precariedad laboral y vincular al Fines con la educación de adultos.2
El kirchnerismo azuzó la indefinición para demostrar que el gobierno M atacaba la educación popular. Adriana Puiggrós dijo que el cierre del Fines evidenciaba el temor que a los CEOS y oligarcas de Cambiemos les generaba el “pueblo aprendiendo fuera de su control”.3 El rol de la izquierda no fue mucho mejor. El PTS, como de costumbre, salió a denunciar el cierre del programa, retrasos en los pagos de salarios y no renovación de contratos, situación que estuvo siempre a la orden del día. Para el PTS Macri aprovecha la precariedad K para importar el modelo empresarial y por eso vaciaría y descentralizaría el financiamiento del Fines, de los Centros de Atención Infantil y otros programas nacionales. La defensa que el PTS hace del programa resulta contradictoria con su denuncia de precarización educativa.4 Porque de ser coherentes con esto último, deberían pedir el cierre del programa y la integración de los docentes de Fines a la estructura de adultos. Pero como sostiene uno de los referentes de la coordinadora de Docentes del Fines, Hernan Cortiñas, “hay todo un sector que si no continúa el plan, difícilmente pueda terminar sus estudios”5, una mirada populista que llama a defender lo que hay porque, aunque no nos guste, es una realidad. En el Congreso Nacional de Tribuna Docente de febrero de este año, el Partido Obrero también pidió por la continuidad del plan Fines.6
Las especulaciones de unos y otros y el misterio sobre qué ocurriría con el programa se acabó con la publicación de la Resolución 178, en el mes de abril. El Fines no se cierra, más bien se relanza y amplia. Y con su continuidad, se mantienen todos los problemas que venimos denunciando: la estafa de una titulación que se presenta como educación popular.
Yo te avisé
El gobierno de Macri decidió dar continuidad al Fines. Dentro de los argumentos, se sostuvo que, el Plan, le permitió a miles de jóvenes y adultos terminar la escuela primaria y secundaria. Pero no se trata de una mera prórroga porque perfectamente la medida podría limitarse a garantizar la finalización de las cohortes ya inscriptas. Pero no. El Ministerio de Educación y Deportes convocó a las provincias a intensificar el trabajo, adecuar el Programa y ampliar sus acciones. Entre las acciones propuestas resalta el pedido para armar un mapeo de necesidades e intensificar las acciones allí donde la demanda sea mayor. En suma, el Estado entiende que para las fracciones más pobres y menos educadas de la clase obrera con el Fines alcanza. Un síntoma más de que vino para quedarse.
Se aclaró que el Plan ofrece una alternativa para mayores de 18 años “adaptada a sus necesidades y posibilidades”. En 2010, la Resolución 118 del Consejo Federal de Educación estableció que a partir del 2015 solo se admitirían en las modalidades de Jóvenes y Adultos a mayores de 18 años. Hasta ese momento, distintas provincias permitían el ingreso de menores de 18 años a distintas escuelas de adultos. Por ejemplo, la provincia de Misiones la modalidad admitía primero a mayores de 16, de 17 en 2014, para acogerse a los 18 en 2015. La Resolución 55 de provincia de Buenos Aires también admitía el ingreso de alumnos mayores de 15 años que contaran con varios años de repitencia a las escuelas para adultos. A esas opciones, se suman los múltiples formatos de “aceleración” para el reingreso a la escuela común tales como el Plan Provincial de Finalización de Estudios y Vuelta a la Escuela (Buenos Aires), los Centros de Terminalidad (La Pampa), Volvé, el cole te espera–Programa Polos de Reingreso (Salta), los Centros de Escolarización Secundaria de Adolescentes y Jóvenes (los CESAJ de Provincia de Buenos Aires), el proyecto Aulas de Experiencias Protegidas (las escuelas ADEP de Mendoza), el Programa de Inclusión/Terminalidad de la Educación Secundaria y Formación Laboral para Jóvenes de 14 a 17 años (PIT en Córdoba), las Escuelas Secundarias para Jóvenes de Río Negro o las Escuelas de Reingreso de CABA, entre muchos otros. De ellos, el Fines supo tomar el formato acelerado, la cursada semi-presencial o a distancia, el sistema tutorial y los espacios de cursada “conveniados” con Asociaciones Civiles y otros organismos de la llamada sociedad civil. También a pesar de que el Fines 2 era para mayores de 18, desde su lanzamiento existían denuncias de inscripciones de menores, situación que podría repetirse en el futuro. La nueva Resolución también establece que los deudores de materias, deberán aguardar un año desde el fin de la cursada para poder incorporarse como alumnos del Plan.
Paralelo
La Resolución 178 mantiene intacta la paraestatalización que en materia de infraestructura creó el Fines. Continúan vigentes los convenios y la gestión conjunta entre el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación con los Ministerios de Educación de cada una de las provincias y organizaciones sindicales, religiosas, cámaras empresarias, organismos públicos y asociaciones de la sociedad civil (punto 6.1 convenios). Para que no queden dudas, la Resolución aclara que forman parte de las entidades conveniantes las organizaciones sindicales, comunitarias, políticas, religiosas, organismos públicos, asociaciones civiles, etc. Con todas ellas, se podrán suscribir convenios. El macrismo, igual que el kirchnerismo en su momento, considera que la implementación por convenios permite alcanzar una mayor cobertura de la población destinataria. Así, tal como se formula en los objetivos, se lograría ampliar los alcances del Plan. Para que no queden dudas, la Resolución detalla: “el Plan se suma a las acciones ya existentes en cada jurisdicción para detectar los sectores donde existe mayor demanda, y converger los esfuerzos y recursos disponibles respetando las características y particularidades locales”.7
También se establece que son las provincias las encargadas de asegurar las condiciones edilicias para la implementación del Plan Fines. Se trata de una declaración (abstracta) de principios. Precisamente porque la misma Resolución aclaró que el plan contiene una economía de recursos garantizada por la estructura de convenios: cualquier espacio se convierte, convenio mediante, en una escuela. ¿O acaso las provincias que ni siquiera reparan las escuelas van a hacerse cargo de arreglar las sedes? Esa “economía de recursos” es la que permitió que el Fines se dictara incluso en casas de familia, garajes o galpones tal como ocurre en Avellaneda, Escobar, Florencio Varela y otros muchos ejemplos. El discurso progre que equipara garaje a escuela le permitió ayer al kirchnerismo y hoy al macrismo eludir la elaboración de un plan de infraestructura que se ocupe de construir todas las escuelas de adultos necesarias, a lo largo y ancho del país. Sin escuelas, pero acorde con la estrategia de “modernización online”, la Resolución dispone la apertura de un sitio web para que los interesados en el programa hagan su preinscripción en forma electrónica. Luego, a cursar bajo un árbol…
El único “avance” que contiene la Resolución es el establecer el valor de la hora cátedra del tutor de fines como equivalente al valor de la hora cátedra establecida para los niveles primario y secundario en la paritaria provincial. Aunque solo se financiarán las horas presenciales frente a curso. En realidad, se trata de un avance a medias. Se establece que las designaciones de los tutores se harán de acuerdo a la normativa jurisdiccional que regula la designación de docentes. Sin embargo, en varios distritos las horas Fines se cubren a partir de los listados de emergencia que incluye estudiantes con menos del 50% de las materias aprobadas de sus carreras. Sobre las designaciones cuatrimestrales, no renovables y que no acumulan antigüedad, la Resolución no dice ni una coma. Peor aún. Las denuncias sobre aprietes a docentes para que no evalúen alumnos continúan (Avellaneda, Varela, etc.) al punto tal que la Secretaría de Asuntos Docentes de Florencio Varela tuvo que emitir un comunicado aclarando, en el mes de mayo, que los docentes no podían cerrar notas a esa altura del año y finalizar la cursada.8 Muestra de la “exigencia y rigurosidad” con la que el Plan funciona.
Vacío
En lo que refiere a los materiales pedagógicos, siguen siendo contenidos parciales y fragmentarios, ya que los materiales didácticos deben adecuarse a las necesidades locales/regionales. La única novedad aquí es que el Ministerio de Educación y Deportes se compromete a brindar asistencia técnica y pedagógica a los equipos jurisdiccionales. No se aclara si dentro de la asistencia técnica, el Ministerio se compromete a financiar la edición de tales materiales. Distintas Secretarías de Asuntos Docentes de la provincia de Buenos Aires les aclaran a sus docentes hoy día que si sus alumnos no cumplen con la asistencia, pero logran aprobar los contenidos deben ser promovidos. Así, la falta de asistencia a una cursada ya laxa también puede ser desconocida. Poco importa porque uno de los principales problemas es precisamente la degradación curricular. La Resolución ratifica lo dispuesto por el Consejo Federal de Educación en sus Resoluciones 118/10 y 254/15, en lo que respecta a carga horaria y organización curricular. Por un lado, una carga horaria que dentro del total incluye el tiempo de estudio de los alumnos por fuera de la cursada. Imagen que busca diluir en la normativa la disminución real de la carga horaria. Por otro lado, esas Resoluciones sientan las bases para que todo el sistema de adultos (Fines incluido) avance en una adecuación curricular laxa y flexible, hilvanada en torno a “núcleos conceptuales o redes de conceptos claves” o proyectos de acción. Se deja atrás la organización disciplinar por otra imprecisa, que se estructura en base a lengua, matemática, ciencias sociales y naturales. También, se equipara el conocimiento escolar y científico con el vivencial. Las Resoluciones a las que el Fines se remite establecen que las escuelas deben homologar trayectorias previas sean vivenciales o escolares. El currículum debe centrarse en satisfacer las demandas del contexto local inmediato (párrafo 64 Resolución 254) y en la interacción de la escuela con las instituciones del mundo del trabajo. Se trata de una educación que no solo ha sido vaciada (menos materias, menos tiempo de cursada) sino también reducida a una función utilitarista.
El relanzamiento del Plan Fines evidencia que el vaciamiento educativo no es un problema de determinado personal político sino de clase. Un sistema social que reduce al embrutecimiento al conjunto de la población no puede más que abaratar al extremo su sistema educativo y limitarlo al de una mera ficción. Ayer lo hizo Cristina, hoy Macri. La izquierda docente debería dejar de pensar en juntar dos o tres porotos aquí y allá y colocarse a la cabeza de la lucha contra el programa. Decimos una vez más: no al plan Fines 2. Está en juego un ataque al conjunto de la docencia y las condiciones morales de la clase en su conjunto: el de su educación.
NOTAS
1Telam, 6/01/2016. Puede consultarse en: http://goo.gl/B5T1zP
2Infolítica, 27/12/2015. Puede consultarse en: http://goo.gl/WIUvqy
3Página 12, 4/5/2016. Disponible en: http://goo.gl/7On1Vx
4Vease notas en Izquierda Diario del 7, 12, 16 y 30 de marzo entre otras.
5Periodismo popular, 15/6/2016. Disponible en: https://goo.gl/WeWgby
6En Prensa Obrera del 25/2/2016. Disponible en: http://goo.gl/RAunyh
7Ministerio de Educación y Deportes de la Nación: Resolución Nº 178, folio 31, 11 de abril de 2016.
8Comunicado disponible en: http://goo.gl/KcLo2p
Buena nota, pero cae en un determinismo político, y este es considerar que la «izquierda docente» argentina es sólo el PTS y el PO en sus respectivas agrupaciones colaterales lista Marron y Tribuna Docente. El FIN (Frente Indigo Nacional), corriente sindical estatal y docente del PSTU viene denunciando la avanzada del Plan Fines desde su aplicación y planteando «el canje de DEUDA por educación» como ofensiva imperialista en Latino-américa.