Por María Cecilia Luiso – En la provincia de Buenos Aires no nos dan respiro. Cada semana nos encontramos con un avance más en la carrera hacia la degradación educativa y la pauperización de nuestro trabajo.
El plan Fines, ya lo dijimos, fue la sala de ensayo para muchos proyectos hoy encaminados y que algunos presentan como “novedades” del neoliberalismo. Una de las características del Fines es la desregulación de las condiciones de trabajo: contratos cuatrimestrales, menor salario, más responsabilidades, sin protección del Estatuto Docente, etc.
Con este antecedente, la administración provincial presentó en el mes de junio un proyecto de Ley que intenta registrar y regular la actividad de todos los profesores y licenciados de educación física de la provincia. El proyecto establece que todos los “profesionales” deberán registrarse y quedarán bajo control de un organismo que se creará para dicho fin.
Este proyecto prepara las condiciones para desregular y precarizar la actividad de los profesores de educación física del ámbito educativo estatal. La “profesionalización” no refiere a la preparación, capacitación y formación continua sino a la posibilidad de pasar al docente al régimen monotributista porque permite que la DGCyE contrate como profesionales independientes a los docentes y que éstos deban facturar bajo el régimen de monotributo. Vale señalar que, en la actualidad, todos los docentes que trabajan en los programas C.A.J, C.A.I, Patios Abiertos, entre otros, ya perciben sus salarios de esta manera, aun trabajando dentro de las escuelas, con alumnos y con proyectos pedagógicos. Es decir, ya se sentó precedente.
¿Qué implica esto en la realidad del docente? El obrero pierde la estabilidad laboral, la antigüedad, la jubilación dentro del régimen docente, la protección del Estatuto Docente, la cobertura de ART, la posibilidad de acceder a cargos por listado de mérito, la posibilidad de rendir y aspirar a cargos jerárquicos, las vacaciones pagas, el aguinaldo. Como dijimos, se trata del formato Fines, que no hace más que extenderse por todo el sistema educativo.
Por eso, los docentes de la Corriente Nacional Docente llamamos a estar atentos ante estos ataques directos a nuestros derechos laborales. La degradación laboral es la manifestación en ese campo de la degradación educativa que se despliega hace décadas. Del Fines 2, a los docentes de educación física existe un mismo hilo conductor que no tardará en llegar a artísticas y al conjunto de los curriculares. Por eso, hoy más que nunca tenemos que organizarnos para discutir una salida: esta sociedad nos conduce a la profundización de la degradación educativa que ahora impacta de lleno en lo laboral. El embrutecimiento que impone sobre el conjunto de la población este sistema social lleva a destruir y degradar las condiciones de trabajo de los docentes puesto que aparecen como un pesado lastre para una educación degradada. La única salida es tomar el problema en nuestras manos. Vamos por un Congreso Educativo para discutir y decidir. Por una educación científica, laica y socialista.