Por Patricia Folk (colaboradora)
Durante el mes de enero los vecinos del barrio Congreso de Oriente de AGMER, con 106 familias, nos movilizamos por el abandono de la obra de desagüe pluvial que es esencial para el barrio. Esta obra fue iniciada por la Municipalidad y abandonada. La actualización del problema lo trajo una fuerte lluvia que provocó la inundación de alrededor de 10 viviendas.
Meses de abandono, la falta de desagüe implicaba además un peligro inminente para el tránsito (una zanja abierta) y un foco de contaminación por complicaciones producidas por la obra respecto a la cloaca. En ese cuadro, nos reunimos con las autoridades municipales y con la empresa a cargo de la obra, acordando el reinicio inmediato de la misma hasta su finalización. No estamos hablando de una tarea descomunal: se estima que la obra se puede realizar en el término de un mes.
La presión de los vecinos (muchos docentes) hizo que la empresa retomara la obra. Tardó un mes en construir parcialmente dos cabeceras de alcantarilla, que no se terminaron, se movieron diez metros de tierra y nuevamente abandonó la obra. Los vecinos del barrio jamás recibimos explicaciones sobre los pasos que se daban, ni vimos a las autoridades municipales visitar la obra. Lo único que sabemos es que cuatro meses después de la promesa y el compromiso la obra sigue abandonada, la situación empeoró, las cabeceras están mal construidas, sin terminar y sin cumplir ninguna función, la calle de salida del barrio se nos está derrumbando, debemos pasar junto a un precipicio en desmoronamiento de dos metros de profundidad. La obra parcial no cumple su objetivo de desagüe pluvial, por lo que el resto de las calles se nos están destruyendo y mantenemos el riesgo de que se repita la inundación de nuestras viviendas cada vez que llueve. Esta es la odisea que tenemos que atravesar los vecinos del barrio, los niños que salen para ir a sus escuelas se encuentran expuestos al peligro cotidianamente.
A esta realidad somos sometidos los residentes del barrio docente Congreso de Oriente. No solo vemos degradada nuestras condiciones de vida en términos salariales, nuestra propia existencia está siendo empujada al peligro constante y a las enfermedades. Todo un crimen social que muestra el desprecio y la demagogia de la clase dominante hacia los trabajadores. Exigimos que el municipio realice inmediatamente las obras necesarias para subsanar los problemas de inundaciones pluviales y cloacales en el barrio Congreso de Oriente. Exigimos que el censo de viviendas docentes releve los problemas de infraestructura del barrio y lo incluya en la paritaria de viviendas. Queremos soluciones que resuelvan los problemas estructurales del barrio y no meros paliativos.