Por Rafael Vázquez
La reforma educativa avanza a paso firme en la provincia. La ministra de educación Aquino acaba de confirmar que comenzará a implementarse “La Escuela secundaria 2030” en 145 establecimientos a partir del 2019, respetando así lo consensuado dentro del Consejo Federal de Educación a partir de la aprobación del Marco de Organización de los Aprendizajes para la Educación Obligatoria (MOA).
A pesar de la importancia del problema la docencia en general no parece estar al tanto de los alcances y objetivos que se propone la nueva escuela secundaria. Una falencia que los sindicatos opositores han contribuido a cosechar. Llegados a este punto conviene plantearse dos consideraciones. Primero, ¿Cuáles son los lineamientos generales trazados por la nueva escuela secundaria, Escuela 2030 o del futuro? Segundo, ¿Que avances se están realizando en la provincia para vehiculizar la reforma? Veamos.
Cuentapropismo y precarización
Educar para el trabajo sería la consigna principal de la escuela del futuro de Mauricio, pero esta orientación se encuentra plenamente desarrollada en la Ley de Educación Nacional 26.206 sancionada hace más de una década bajo la administración K. Siguiendo esta lógica, la escuela secundaria debe brindar habilidades blandas, destrezas y capacidades que faciliten la inserción laboral a un mercado de trabajo caracterizado como incierto y mutable.
Teniendo en cuenta este marco general, desde septiembre del 2017 el CGE aprobó el programa Capacitate. Básicamente cursos de capacitación laboral adaptables a la Orientación pedagógica que brindan las escuelas sedes, son optativos y se dictan a contra turno para los alumnos que estén cursando los últimos años de la educación secundaria, tanto en los Bachilleratos comunes como en las Escuelas de Jóvenes y Adultos (EPJA). El año pasado recibieron su certificación aproximadamente 350 alumnos en las 10 escuelas en las cuales se realizó la prueba piloto. Este año, el Capacitate formará parte de la oferta educativa de 41 escuelas con una matrícula inicial proyectada de 1.500 alumnos.
Ahora bien, ¿qué les ofrece a nuestros alumnos estos cursos de capacitación? La oferta abarca desde “Curso de capacitación en gestoría de automotores”, pasando por “Curso práctico de Información y Recepción en Alojamientos Turísticos”, hasta “Jardinería”. Según los mentores de la propuesta, esto facilitaría una rápida inserción laboral. Vale preguntarse desde qué realidad parte el análisis de las autoridades educativas, teniendo en cuenta que el grueso de la población (arriba del 50%) es empleada por la administración pública provincial: docentes, policías, administrativos, etc. El estado disfraza de esta manera la desocupación, la falta de demanda por parte del sector privado y evita al mismo tiempo un foco de conflicto social.
Como la incertidumbre -desocupación latente- es la regla del mercado de trabajo actual lo que en realidad alienta los Cursos Capacitate es el “arréglense como puedan”. En efecto, no existen garantías, ni datos de la realidad, para pensar que estas habilidades permitan adquirir un trabajo estable, de por si toda una odisea, piense solamente en la desocupación que afecta a nuestro sector. Si un profesional intelectual pasa meses y hasta años en conseguir algunas horas sueltas aquí y allá ¿qué podemos esperar de un joven que termina el secundario con una certificación en jardinería? La respuesta: cuenta-propismo, trabajo precario y mayor degradación social. La única incertidumbre real es la reproducción material de nuestros alumnos, algo que el marco de relaciones sociales en la cual está inmersa, la escuela no asegura. El capitalismo está agotado, su escuela también.
Por una escuela Científica y Socialista.
Los capacitadores del programa no son más que compañeros que están en disponibilidad, es decir que el estado provincial no realiza ninguna erogación para sostener el Capacitate. De esta forma vamos a pasar de enseñar Filosofía, Física, Biología, etc. a rellenar un formulario o agarrar una pala. El proyecto no solo brinda una capacitación dudosa a los alumnos sino que también resulta un paliativo para evitar futuros ceses de docentes que promueve la misma reforma. Por cuanto tiempo se va a asignar tareas de capacitación a docentes en disponibilidad es algo que no sabemos. No podemos tolerar un nuevo ataque a nuestro trabajo intelectual, somos profesionales de la cultura, asumamos esta función como tal. Debemos garantizar a nuestros alumnos una formación científica integral que permita entender la realidad en su conjunto. Este sistema social solo promueve el embrutecimiento general y la degradación de nuestras condiciones de vida. Nos quieren “brutos y baratos”, es necesario dar un paso al frente, la defensa de la educación y de nuestro rol no puede escindirse de la pelea por una sociedad distinta. Solo el socialismo, una sociedad donde prime el interés colectivo, la abundancia y el tiempo libre puede devolver la centralidad del conocimiento científico a la escuela.
Como tanto el gobierno nacional y provincial se disponen a profundizar la escuela del futuro y la estrategia del boicot ha demostrado su ineficacia, la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro promueve la convocatoria a un Congreso Educativo Nacional que aglutine a todos los docentes, padres y alumnos interesados en dar punto final a décadas de miseria, degradación y embrutecimiento de la clase obrera. Asumamos nosotros la tarea de construir la verdadera escuela del futuro.