“Sigan con nosotros, luchando para triunfar” – Por Fabián Harari

en El Aromo nº 82

P1010862Entrevista con normalistas sobrevivientes de Ayotzinapa

En esta entrevista, dos estudiantes de Ayotzinapa, que participaron del enfrentamiento con las fuerzas estatales y para estatales que culminaron con la desaparición de 43 de sus compañeros, explican el ataque que el Gobierno está emprendiendo contra las escuelas de maestros rurales.

Por Fabián Harari (LAP-CEICS)

A contramano de toda la delegación argentina de la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara, que se dedicó de lleno a propaganda oficial o a la tilinguería internacional, nosotros participamos de la lucha de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y Jalisco. Esa confraternidad nos llevó hasta dos sobrevivientes de la masacre de Iguala: Francisco y José Armando. Luego de pasar un día con ellos e intercambiar experiencias, decidimos realizar una larga entrevista. Aquí, lo más importante de ella.

Para empezar, cuéntenme qué es la normal de Ayotzinapa.

Francisco Sánchez Nava: La normal de Ayotzinapa se encuentra ubicada en el municipio de Tixtla, a media hora de Chilpancingo, la capital de Guerrero. Tiene 540 estudiantes. Se dictan las carreas de Licenciatura en Educación Primaria y Licenciatura en Educación Primaria con enfoque intercultural biligüe, que es para ir a dar clase a las escuelas indígenas. Es una normal rural para maestros donde entran hijos de campesinos, hijos de proletarios, gente que trabaja en el campo. Gente que no tiene los recursos suficientes para pagar otra escuela, para pagar otra universidad. Y, pues, al entrar a la normal de Ayotzinapa, se maneja un filtro donde se hace un examen socioeconómico, donde se dan cuenta si en verdad son hijos de campesinos, si en verdad necesitan de la normal.

¿Cuáles son los parámetros de admisión?

FSN: En la normal de Ayotzinapa hay un comité conformado por los estudiantes que se dedica a ir a las casas de los aspirantes. Lo cuestionan y ahí es dónde se dan cuenta qué nivel económico tienen. Es un filtro, porque hay veces que meten personas infiltradas del Estado, del Gobierno. Es por eso que hacemos ese examen. Conseguimos esto tras años de lucha. Tenemos un documento firmado con el Secretariado, donde nosotros vamos a hacernos responsables de ir a hacer los exámenes socioeconómicos, y darnos cuenta si en verdad la persona que va a entrar es campesina, si es proletaria.

¿Qué actividades tienen en la normal?

FSN: Tenemos un horario, de siete de la mañana hasta la una de la tarde. Cuanto terminan las clases, vamos al comedor. Después dan otras dos horas de clase y, luego, lo que hacemos es ir a los módulos de producción, a las tierras, a trabajarlas, a sembrar maíz, a sembrar flores, a sembrar rábanos. Todo lo que se pueda cultivar dentro de esas tierras que pertenecen a la normal. La producción la utilizamos para nosotros mismos, para nuestras raciones, para irnos alimentando nosotros mismos, para las prácticas. Porque la Secretaría te entrega 50 pesos por día. Y esos 50 pesos los divides en las tres comidas que están dando, y es obvio que con 50 pesos no te alcanza. El Estado nos da una parte de la alimentación y otra parte la conseguimos trabajando ahí en las tierras que tenemos.

¿La población de Ayotzinapa y las familias de los estudiantes de qué viven?

FSN: Nuestros padres son campesinos. Son gente que trabaja en las tierras. Algunos tienen tierras propias y algunos rentan las parcelas para que puedan sembrar sus cultivos, maíz, calabaza, frijoles, arroz, flores.

¿Qué hacen con eso que cultivan?

FSN: Pues, los ocupan para irse alimentando ellos mismos.

¿Y cómo compran el resto de las cosas que necesitan para vivir?

FSN: Pues, trabajan con otros que tienen un poco más de tierra.

O sea que trabajan en tierras de otros…

FSN: Sí, ganan un poco de dinero para poderse comprar lo que puedan.

¿En qué usan más su tiempo, en trabajar para otra gente o en trabajar para sí mismos?

FSN: Pues ocupan más el tiempo en trabajar para otra gente, porque el recurso no alcanza, más lo ocupas para irte alimentando que para comprar otras cosas. El tiempo lo ocupan más alquilándose con otras personas.

¿Por qué quisieron ser maestros?

FSN: Porque el maestro es aquel que prepara más. Cuando me tocó las primeras prácticas, que me mandaron a las escuelas a practicar, ahí es donde uno se da cuenta que en realidad es bonito ser maestro. Vale la pena estudiar esa carrera, porque enseñas a los niños cosas que en verdad van a ser buenas para ellos.

José Armando Calixto: La verdad, pues, primero no me nacía ser maestro. Pero al llegar a la normal de Ayotzinapa, me cambió la idea. Ahí te enseñan a valorar muchas cosas que a veces antes no valorabas, como a respetar a tus compañeros, a ser unidos, a compartir tus cosas, a proteger a tus propios compañeros.

¿Cuáles son los problemas que ustedes tienen en el normal que los llevaron a empezar a movilizarse?

FSN: A lo largo de los 86 años que lleva la normal de Ayotzinapa, siempre ha sido golpeada, siempre ha sido reprimida, siempre ha sido hostigada por parte del Estado. Aquí el corrupto se siente con voz y mando y, pues, para él es fácil ir a mandar antimotines, mandar a sus fuerzas policíacas, fuerzas ministeriales a reprimirnos, a golpearnos. En menos de cuatro años, llevamos siete muertos, ahí, en la normal de Ayotzinapa. El Estado quiere desaparecer la normal, porque sabe que para él no es útil, porque nosotros, una vez egresando de la normal, lo que vamos a hacer es ir a las montañas, a los lugares más pobres a educar a los niños, donde a veces los niños llegan descalzos, llegan sin cuaderno, sin desayunar. ¿Y qué es lo que hace el maestro de Ayotzinapa? Pues, de su mismo sueldo le compra sus huaraches, le compra su desayuno, sus libretas, sus cuadernos, todo lo que le haga falta al niño. Y aparte, porque va a hacer esa conciencia, despertar esa conciencia a los pueblos, a que no se dejen por el Estado, que defiendan sus derechos. Y es por eso que el Estado quiere desaparecerla, que año con año nos quiere recortar la matrícula. Cada vez nos quiere dar menos.

¿Qué medidas concretas toma el Estado para tratar de degradar o destruir la educación, en este caso, de formación de docentes?

FSN: Te reduce la matrícula. Cada año se le está dando 140 matrículas a la normal. ¿Y qué es lo que quería el gobernador Ángel Aguirre? Quería dar nada más 80 matrículas. Quería reducirlo hasta la mitad, pues. Fue eso lo que obligó el año pasado, el 12 de diciembre, a manifestarnos de manera pacífica, exigiendo que se respetara el número de matrícula. ¿Y qué fue lo que hizo el gobernador? Mandó a sus fuerzas ministeriales, a sus fuerzas militares a que atacaran a la normal, a que limpiaran la Autopista del Sol, donde se encontraban los compañeros, a como diera lugar. Llegaron, entonces, los ministeriales y militares, disparando, y fue entonces cuando matan a los compañeros.

JAC: También quieren reducir el subsidio que nos dan de 50 pesos, lo querían llevar a 30.

En México, cuando sube la inflación, ¿se actualiza el subsidio?

JAC: No se actualiza. Y llegó el documento de que nos iban a dar 30 pesos de raciones.

¿Cómo son las condiciones edilicias de la normal?

FSN: Ahorita son malas condiciones. Los baños ya están todos deshechos, los salones también. El Gobierno se comprometió a pagar un edificio. Destruyó un edificio que ya estaba un poco deteriorado, donde iban a construir el nuevo y prometió que en dos meses o tres meses iba a estar el otro. Ya va más de un año y no construyeron nada.

El gobierno nacional quiere implementar una reforma educativa, ¿en qué consiste?

Narda (estudiante del normal tomado Atequiza): Es una reforma que está proponiendo Peña Nieto. Y se va a mutilar el artículo tercero. Ya la educación no va a ser gratuita. Y empieza desde la educación básica, desde la educación primaria. Es implementar las cuotas. Ya el Estado no se va a hacer responsable de las necesidades básicas de una institución educativa. Las necesidades como energía eléctrica, agua, incluso desayunos para los mismos alumnos. Ya todo va a correr por cuenta de los padres de familia. Otro problema es que van a quitar a las normales rurales la convocatoria de carácter nacional para las inscripciones. Por ejemplo, se resides en Jalisco, puedes aplicar a hacer tu examen en el estado Guerrero. Y ya con la reforma de la educación, ya no va a poder ser así. Porque se supone que el Gobierno Federal esté enviando recursos para cada estado, para cada entidad. Con esta reforma, el recurso federal se va a repartir a cada uno de los 31 estados. Entonces se justifica con eso, que si el estado de Jalisco tiene sus propios recursos para invertir en educación, no hay por qué sus estudiantes tengan que estudiar en otro lado.

¿Cómo sucedieron las muertes del 26 de septiembre?

JAC: Se estaba realizando una actividad de boteo [recolección de fondos] porque se venían nuestras prácticas docentes. Ya las teníamos encima y el Estado no nos hacía llegar los recursos que necesitábamos para el traslado a las escuelas donde hacemos las prácticas. Porque nos trasladamos a lugares retirados. Donde íbamos a practicar está como a seis horas de la normal. Y, pues, necesitábamos con qué trasladarnos. Entonces fuimos a Huitzuco, un pueblo que queda antes de llegar a Iguala. Nos paramos en las calles y pedimos dinero a las personas que van pasando en su carro, pero es voluntario. Quien nos quiera dar, bien, y quien no, pues, también.

FSN: Llegamos ahí y después decidimos pedirle el apoyo a un autobús también para trasladarnos a las prácticas. Y ya se estaba haciendo todo, como un convenio, para trasladarnos. Y ya el chofer dijo que sí. Pero él nos pidió que subieran diez compañeros para que fueran a dejar a las personas a la terminal de Iguala. Después, se subieron los compañeros y ya se fueron. Y ya nosotros nos quedamos, pues, ahí, boteando. O sea, recabando fondos, pidiendo a las personas. Llegaron a la terminal de Iguala y nos hablaron. Nos dijeron: “Ya vengan por nosotros”. Así que nosotros nos subimos al autobús, nos fuimos y llegamos allá, a la terminal, y ahí estaban los compañeros. Y ya veníamos saliendo de la terminal cuando, de repente, llegan los policías municipales a dispararnos como que si fuéramos delincuentes. Decían que nosotros estábamos robando. De hecho, decían eso porque estaba la presidenta del DIF1 dando un informe, que es la mujer del Presidente Municipal de Iguala, Ángel Aguirre.

JAC: Y decían que nosotros íbamos a perturbar eso. Pero nada de eso es cierto. Nosotros ya íbamos regresando a la normal. Nada más llegaron y nos rafaguearon -nos dispararon- ahí. Ahí murieron Daniel, Julio César Mondragón y Julio César Nava.

2014-07-09_07.49.00Y después pasó lo de los 43 desaparecidos. ¿Ustedes estuvieron ahí?

JAC: Sí, pues, todos estábamos ahí, desconcertados de lo que había pasado. Nos atravesaron una patrulla de la policía municipal y todos nos bajamos del autobús para hacerlo a un lado. Fue cuando balearon al compañero que está en muerte vegetativa. Y todos corrimos hacia atrás del autobús y ya del tercer autobús no bajó nadie. Y, pues, vimos cómo los llevaban los policías municipales, cómo los subían a la patrulla, golpeándolos, maltratándolos físicamente. Y nosotros ahí, gritando que nosotros nos traíamos armas y que éramos estudiantes. Y cuando les decíamos eso, era cuando más nos tiraban.

¿Cómo se llevaron a los 43?

FSN: Pues, los bajaron del autobús golpeándolos. No les interesaba si los lastimaban o no. Se trasladaron al autobús de atrás, donde iban los 43 chavos que están desaparecidos y los rodearon, los encañonaron y les dijeron que se bajaran. Fue entonces cuando los bajaron, los hincaron y, pues, los subían a la patrulla golpeándolos. No les importaba nada. Nosotros cuando nos enteramos de eso, estábamos en la escuela. Nos llamaron ellos y nos dijeron que los estaban atacando los municipales. Fue entonces cuando nos organizamos y nos trasladamos al punto en que estaban ocurriendo los hechos, pero cuando llegamos ya se había calmado, ya se los habían llevado. Y empezamos a llamar a todos los medios para que llegaran y dieran una rueda de prensa a los compañeros por lo que había pasado.

La información que llega fuera de México es que no fueron fuerzas estatales, sino fuerzas narcos.

FSN: Lo que pasó fue que estábamos esperando que llegaran de la oficina estatal de Derechos Humanos de Iguala para levantar un acta, pero nunca llegó. Fue entonces cuando, como a las doce o una de la mañana, llegó un comando armado del cártel de Guerreros Unidos con policías municipales atrás. Llegan ahí y empiezan a atacar, a tirarnos con cuerno de chivo -un arma que, según, yo tengo entendido, nada más en las guerras se utiliza- y con AR-15, otra arma también de grueso calibre, 9 mm. No sé por qué nos atacaron con esa arma ahí, cuando nosotros no llevábamos ni siquiera resortes para defendernos.

¿Qué relación concreta hay entre el presidente municipal y los narcos?

FSN: Es que hay un narcogobierno que tenemos aquí. La mujer del que está de presidente municipal en Iguala, es la hermana de uno de los que llevaban adelante un grupo de narcos. Al cubrir una injusticia, pues, los hace parte a ellos, como un cómplice. El narcoestado siempre va a estar combatiendo contra el pueblo, siempre. Lo va a estar oprimiendo.

¿Hay una denuncia en algún juzgado sobre estos 43?

FSN: Pues, la denuncia ya está. La principal demanda es que entreguen a los 43 compañeros con vida. Cuando pasó eso, nosotros nos trasladamos a la Procuraduría General de Iguala. Y al ver que no tomaron importancia, nos fuimos a Chilpancingo y tampoco. Nosotros tenemos ahí a unos licenciados de derechos humanos, la red de Tlachinola, que son quienes apoyan al pueblo, quienes han estado con el pueblo. Y, pues, a esos licenciados son los que están llevando el caso. Y ahora vamos a tener esta audiencia con Peña Nieto. No tienen caso las audiencias que nos abre Peña, porque siempre nos sale con sus choros [falacias], que ya mandó a la marina, que ya mandó a no sé qué tantas fuerzas militares en busca de los compañeros, pero hasta la fecha no tenemos nada. Llevan más de dos meses y no sabemos nada de ellos.

Ahora, ¿ustedes qué sospechan que pasó realmente?

FSN: Pues que todo esto fue planeado ya por parte del Estado. Ángel Aguirre iba de salida, y pensó que todo iba a ser fácil al levantar a 43 compañeros, al desaparecerlos, y al matar a otros tres compañeros de la normal de Ayotzinapa.

Aguirre ya había matado dos normalistas hace unos años, ¿cómo fue ese hecho?

FSN: Los compañeros estaban en una manifestación para que se les respetara el derecho de la matrícula. Y fue entonces cuando Ángel Aguirre ordenó a sus militares, a sus fuerzas policíacas a que limpiaran la Autopista del Sol a como diera lugar. Y fue cuando llegan los policías ministeriales con los militares y disparan y matan a dos compañeros de la normal de Ayotzinapa.

Ustedes se empiezan a mover después de la desaparición de los compañeros, ¿qué medidas empiezan a tomar, cómo empiezan a contactarse con el resto del país?

FSN: Salen comisiones de los mismos estudiantes de la normal a cada estado. Se encargan de estar ahí informando los avances que hay en la normal y las cosas que están pasando.

¿Consiguieron alguna solidaridad más activa de los ya egresados, de los maestros?

FSN: Pues, sí, los egresados de la normal de Ayotzinapa están con nosotros. Ahí están presentes en la escuela y en cada actividad que realizamos. Y sí, tenemos un buen apoyo por parte del pueblo de Guerrero, porque también ya está cansado de tantas cosas que están pasando en Iguala.

¿Y los docentes del normal también los han apoyado?

FSN: Sí, también maestros, que no se han egresado de la normal, pero ahí están. Porque todo esto es triste. En Iguala, en las fosas sacan hasta niños con su mochilita, niños de kinder. Las fosas clandestinas son donde los narcos y el mismo Estado van y hasta las mismas personas las obligan a escarbar, a escarbar ahí en la tierra, para que ahí mismo ellos sean enterrados, sean sepultados.

¿Y ustedes qué es lo que esperan del pueblo mexicano, en general? Porque esto se ha extendido.

FSN: Pues, que se levanten y luchemos en conjunto, que nos apoyen. Creo que deben de ponerse en los zapatos de los 43 padres que ahorita no tienen a sus hijos. Porque sí es triste, es doloroso, ver que cada mañana como se encomiendan a los santos que les regresen a sus hijos, llorando. Creo que tenemos que luchar por ellos. Tenemos que luchar para que haya un futuro mejor aquí, dentro de este país.

¿Quieren mandar algún mensaje a los compañeros sudamericanos?

FSN: Lo que les pido es que se suman a esta lucha, que estén con nosotros, que en el país que sea, que hagan acciones, que colaboren y que se pongan en los zapatos de nosotros, de los familiares de los 43 chavos y del pueblo mexicano. Todo el pueblo mexicano está de luto, porque son hijos del mismo pueblo los 43 chavos. Y, pues, que estén con nosotros y siempre luchen en conjunto con el pueblo mexicano, con la normal de Ayotzinapa hasta llegar a la victoria y vencer a aquel corrupto, a aquel asesino que nos tiene sumisos, nos tiene doblegados. A todos aquellos dirigentes que andamos por delante en ese movimiento, nos han llegado amenazas, por parte del Estado, por parte de la mafia. Y, pues, estamos concientes de que después de esto se va a venir una gran cacería de brujas donde el Estado va a querer atacar, va a querer desaparecer a todo aquel que anduvo por delante, pero eso no nos importa ahorita. No nos da miedo que nos maten, que nos levanten. O sea, tenemos un objetivo principal: encontrar a los 43 compañeros con vida. Y, pues, después, lo que se venga. Sigan con nosotros, luchando para triunfar.

Notas

1 Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, organismo estatal dedicado a la asistencia social.

 

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*