Sensato y cínico. Reseña de La Argentina devorada, de José Luis Espert – María del Rosario Toro Tesini

en El Aromo n° 98

Espert escribe como vocero de una fracción de la clase dominante, la burguesía agraria y la agro-industria. Su propuesta es puramente negativa: sabe lo que no quiere (que se desperdicie la renta agraria), pero curiosamente no muestra el país que resultaría de implementar su estrategia a pie juntillas.

 María del Rosario Toro Tesini

Grupo de Investigación de la Burguesía Argentina


 En el contexto de la transición post kirchnerista, en la que se discuten distintas alternativas político-económicas para el país, se publicó La Argentina Devorada de José Luis Espert, un economista formado en la Universidad del CEMA, el think tank ultraliberal históricamente financiado por la burguesía agraria argentina. El libro es la excusa con la que Espert desembarcó en los medios de comunicación, convirtiéndose en el columnista estrella de más de un programa televisivo. Castigando con dureza al kirchnerismo, pero sin ahorrar críticas a Macri, Espert se posiciona como el intelectual que viene a traer las soluciones que el país necesita. Sus recetas han sido sintetizadas en el libro que aquí reseñaremos.

¿Soluciones?

El libro pretende analizar por qué hace cien años la Argentina estaba entre los diez países con mayor ingreso per cápita, y ahora sufrimos una “implosión económica”. Para explicar ésta problemática recurre a diferentes argumentos y precisa algunas medidas que se deberían implementar para revertir la situación de “decadencia” en la que se encuentra inmerso el país.

Espert explica que la Argentina debería ser un país “desarrollado”, pero que esto no sucede por culpa de los “empresarios prebendarios”, los sindicatos y los políticos que hacen que el país viva para ellos, encontrándose en éstos sectores el origen de la pobreza y la inequidad distributiva.

A lo largo de su trabajo se propone mostrar la necesidad de avanzar hacia un “capitalismo competitivo”, en el que el empresario compita con el mundo de manera abierta, sin protección arancelaria ni intervención del Estado. Que éste se dedique, con una presión tributaria moderada, a la prestación de bienes y servicios básicos, y que la defensa del trabajador la asuman “verdaderos” dirigentes sindicales.

Refritando viejos argumentos del liberalismo criollo, el autor señala que el retroceso de la Argentina en los años de la Guerra Fría se explica porque el gobierno peronista fijó, como factores permanentes de la economía argentina, medidas que en otras partes del mundo habían sido una respuesta provisoria a una situación de emergencia, como la sustitución de importaciones. El problema central de la Argentina sería entonces el “populismo”, que en términos económicos da lugar a la “industrialización sustitutiva”. Es decir, una economía cerrada al comercio internacional, proteccionista y de baja productividad, que perjudica a los sectores más productivos del país, entre los que menciona al campo, al petróleo y al turismo. Para Espert, el populismo persigue metas que se contradicen, ya que quiere asegurar el pleno empleo y salarios reales altos con baja productividad, siendo imposible tener ambas cosas al mismo tiempo. Así, explica que dicho “modelo” nos lleva al fracaso y a la decadencia, quedando atrapados en una suerte de “triángulo vicioso”, donde uno de los vértices es el ajuste o la crisis, otro la recuperación posterior y el tercero el deterioro, porque la recuperación no se sostiene. Ese deterioro precede al nuevo ajuste o la nueva crisis, y así sucesivamente, desde hace 70 años.

En este sentido, la “decadencia” argentina se produce porque el sector agropecuario, identificado como uno de los más productivos, sufre de una desprotección directa como consecuencia de las retenciones y las restricciones a la exportación, entre otras medidas. Esto implicaría ir en contra de nuestras ventajas comparativas, protegiendo una industria ineficiente que nunca nace en éste país, en lugar de fomentar las rentables. Por esto, propone la eliminación de éste tipo de trabas a los sectores más “beneficiosos” y la firma de tratados de libre comercio.

Otro de los problemas que tiene el país es el de la “falta de competitividad estructural” que se deriva de un Estado sobredimensionado que tiene un continuo déficit fiscal, un amplio sector de trabajadores públicos y una elevada carga impositiva que pagan los empleados en blanco que van a “prebendas estatales”, es decir, a planes sociales, que incentivan a quienes las reciben a “no trabajar”. Entre las salidas a ésta situación plantea la eliminación de planes sociales, la baja de la presión tributaria y la mantención de cuentas fiscales equilibradas a partir de la reducción del gasto público. Éste último factor es uno de los problemas que más preocupa a Espert porque el país viviría en una situación de déficit fiscal crónico, generando crisis económico-financieras recurrentes con gigantescos colapsos de la actividad económica. Así, explica que el problema fiscal de fondo es el “peso del Estado en la economía”, que solo se solucionará con el despido de empleados “ñoquis”, la finalización de jubilaciones y pensiones no sustentadas en aportes previos, y la eliminación del asistencialismo financiado con transferencias de dinero o tarifas políticas o sociales, extendidas bajo el kirchnerismo.

Otro de los males que aqueja al país son los sindicatos, en donde Espert observa tres “cánceres”: el primero es el poder político de los sindicatos, que son un tercio del movimiento justicialista y tienen un poder económico extraordinario. El segundo es la “personería única” que viola la democracia sindical, entronizando siempre a los mismos representantes sin que haya representación para las minorías. El tercero es el “rechazo a la libertad”, libertad de contratación y de despido. Éste último factor es una de las causas de desempleo crónico, ya que el empresario no puede despedir con facilidad y por ende no contrata con facilidad. Para revertir estos problemas se necesitaría la supresión de la “extorsión política” del sindicalismo que se manifiesta a través de las huelgas generales, eliminándose el “unicato” sindical, la afiliación obligatoria, la falta de democracia en la elección de representantes, las reelecciones continuas y la eliminación del derecho a huelga en el sector público. En el ámbito educativo propone que el Estado subsidie la educación básica, pero a cambio de una mayor “eficiencia”: los educadores deben formarse y competir para “progresar”, siendo promovidos y remunerados según sus méritos. Además propone reducir los derechos de los maestros, eliminando el Estatuto del Docente.

Es claro que la intervención de Espert viene a contribuir con alguna palada de tierra a sepultar al kirchnerismo. Pero este economista (y la fracción de la clase dominante que representa) también intenta incidir sobre la política económica implementada por Macri. Como señala en el texto, le preocupa que en un contexto de alta inflación el presidente se embarque en un nuevo proceso de endeudamiento para financiar el déficit fiscal. Para Espert, Macri no se toma con seriedad el problema del déficit ni ajusta tanto como debería. Por eso, con la publicación de su libro, le intenta marcar el rumbo: para sacar al país de la “decadencia” en la que está inmerso desde hace años es necesario un ajuste brutal, sin contemplaciones ni gradualismos.

Las cosas como son

Podemos coincidir con Espert en que no es viable un país que solo funciona cuando los precios agrarios están por las nubes o recurriendo a la deuda, pero no en las soluciones que plantea. Es cierto que la “industria argentina” es un parásito que vive de subsidios y prebendas, pero su eliminación sin más multiplicaría el desempleo. Para Espert las únicas ramas viables son el agro, el petróleo y el turismo: ¿cuánta gente trabaja allí? ¿Qué pasaría con los que el “modelo” Espert deja en la calle?

Si seguimos el razonamiento de Espert, a los millones de desocupados que generaría su plan no les quedaría más remedio que morirse de hambre. Es decir, lo que propone es la africanización del país. Porque, como vimos, propone reducir los gastos estatales al mínimo imprescindible. Basta de subsidios para los desempleados, empleo estatal y jubilaciones “no sustentadas en aportes previos”. Es sintomático que nada diga Espert de los gastos destinados a las fuerzas represivas: es consciente de que un escenario de ese tipo tiene un potencial grande de descomposición social.

También dirige sus cañones a los sindicatos. Con la excusa de la corrupción de la dirigencia sindical y la ausencia de democracia en los gremios, el autor propone debilitar a los sindicatos y el movimiento obrero. Propone desarmar a la clase obrera para que su programa pase sin ninguna resistencia. En suma, para Espert la única solución que pueda sacar al capitalismo argentino de su ruina es una gigantesca masacre social. Millones de desempleados por el cierre de toda actividad no competitiva y el despido de trabajadores públicos, condenados a morir de hambre porque no tendrán siquiera la posibilidad de acceder a una limosna estatal, ni sindicatos que puedan resistir la embestida. Un crimen en masa, del que Espert se cuida bien de hablar en sus intervenciones públicas, donde evita cualquier referencia a las consecuencias sociales de su “modelo”.

La única salida

Espert escribe como vocero de una fracción de la clase dominante, la burguesía agraria y la agro-industria, que busca una mayor influencia en el gabinete de Macri de la que tiene.

Por eso, advierte que el “gradualismo” que pregona parte de la administración no traerá soluciones de fondo, y que el país solo tendrá “futuro” de la mano de un ajuste feroz, una verdadera masacre social que dejaría a la mayor parte de clase obrera desempleada, muriendo de hambre y sin herramientas para defenderse. El diagnóstico es tan contundente como real: así la Argentina no puede funcionar, las “salidas” empleadas hasta el momento solo posponen la crisis. Pero su remedio es peor que la enfermedad. Para salvar la ganancia capitalista, nos propone liquidar a más de la mitad de la población del país.

Por eso, su propuesta es, en términos generales, puramente negativa: sabe lo que no quiere (que se desperdicie la renta agraria), pero curiosamente no muestra el país que resultaría de implementar su estrategia a pie juntillas. Resulta extraño ¿Por qué no anticipa ningún país posible? Porque, como dijimos, en el extremo de su planteo, estaríamos en África. Un escenario en el que difícilmente quisiera vivir, incluso gente como Espert. Su posición, antes que una propuesta real, parece más bien una presión para negociar una menor tasa de transferencia del agro hacia sectores ineficientes. Para eso, esgrime eso que aparece en el horizonte: la africanización del país. Hasta ese extremo es capaz de llegar nuestra burguesía nacional como conductora del país. A esa tentación de patear el tablero cuando todas las estrategias capitalistas “inclusivas” fracasan (desarrollismo, proteccionismo). Y, lo peor, es que efectivamente fracasan. Por eso Espert puede parecer tan sensato como cínico. Sensato, porque destruye las esperanzas reformistas: esto es lo que nos espera bajo estas relaciones sociales. Cínico, porque hay una alternativa a esa vida miserable: el Socialismo.

25 Comentarios

  1. «Cínico, porque hay una alternativa a esa vida miserable: el Socialismo.»

    Te invito a pasar por Venezuela donde el socialismo no fue solución de nada. Los cínicos son ustedes que siguen metiendole nafta al fuego con esta idea de que la gente va a cooperar entre ellos por el simple hecho de la «conciencia de clase».

  2. El socialismo no ha tenido buenos resultados en donde ha gestionado gobiernos. Si hablamos de nuestra Región, donde se ha implementado algún tipo de gobierno de izquierda con base socialista, el resultado, no ha sido exitoso. Nicararagua, termina dominado por la corrupción de Daniel Ortega y la situación económica social es grave. Venezuela, una dictadura lograda a través de la democracia, ha hundido a su población en una gran misera. >Cuba, habiendo iniciado una revolución necesaria, termina con un país sumido en la desigualdad y gobernado por jerarcas cuya vida no se ajusta a conceptos teóricos que fija el socialismo. Deberíamos dejar los dogmas y analizar las posibilidades que han sido exitosas en el mundo capitalista. Al fin y al cabo todos los experimentos de izquierda se ha realizado dentro de una matriz capitalista.

  3. Esta debe ser por lejos, la peor y más parcial reseña que he leído jamás. Hablás de que su modelo dejaría en la calle a más de la mitad del país. Estamos en un problema si más de la mitad del país trabaja para el sector público. No hay forma alguna de que eso no produzca déficit fiscal, ya que toda gente percibe sus sueldos gracias al cobro de impuestos provenientes del sector privado. Ese déficit posteriormente, vista la improductividad del país, es financiado con deuda. ¿Por qué entonces el trabajador que hoy sirve al estado no puede ser absorbido por el sector privado, donde sí se produce riqueza? El modelo que plantea Espert es sencillo: Facilitarle la vida no solo a los empresarios de las grandes corporaciones, también a los emprendedores, a las pymes. Aquellos que con su trabajo, crean más y mejores puestos de trabajo. Este modelo no nos lleva a África. Éste modelo es el que rige hoy en los países donde existe una calidad de vida sin precedentes. Países como Nueva Zelanda, Australia, Finlandia, Suiza, Dinamarca, por solo nombrar algunos, en los que no solo se mide el éxito país en términos de PBI, sino también en índices de bien estar social y cultural. Donde el estado es chico, la corrupción es poca, la producción es mucha y la libertad no es una utopía ni un verso… Es un DERECHO.

    • Anda a hacérselo entender al que hizo esta nota, mas de la mitad del país tiene este pensamiento errado y cree que el estado esta para regalar, cuando todos sabemos que nada es gratis, eso es el socialismo y la implementación del mismo en mas de 70 años nos llevo a la decadencia actual, totalmente adhiero a tu comentario.

  4. La verdad que María debería ponerse a leer un buen libro de economía e historia, asi deja de escribir y tergiversar información, con su punto de vista cerrado comunista-socialista fracasado. La mayorias de las reformas que proponen los liberales son orientadas a países que si lo estan aplicando y les va bien, como Chile o Perú. Porque con esas ideas zurdas venimos en decadencia desde 1945, los mismos datos develan la gran mentira que es el socialismo, las mejoras en comunicación y transmisión de la informacion fruto del capitalimo habren los ojos de la gente, las ideas de la libertad de a poco le quita la venda de los ojos a todos. Algún día el zurdaje va a ser una mal recuerdo muy lejano de lo que no hay que hacer….ya se acerca su hora.

    • Wow, ¡el naziperoncho Perón era zurdito! «Nosotros no somos enemigos del capital. El tiempo demostrará que hemos sido, en realidad, sus más grandes defensores», ya lo dijo bien claro en la Cámara de Comercio en 1944….

      Ahora entiendo: no sólo Marquitos tiene su grupete de trolls, el Josecito también está preparando los suyos.

  5. Lamentable la «critica» y muy flojo el análisis, lo que propone Espert no es nada de otro mundo es algo que se usa incluso aca al en el pais vecino chile, a ver explicame como aun no se «africanizaron», en cambio hay tanta evidencia empirica que el socialismo no funciono y todavia le siguen dando con el cuentito que es la salvacion, maria vos sos parte de la decadencia de argentina.

  6. En los paises nordicos como finlandia la educacion es estatal en todos sus niveles y en todo el territorio.. no hay colegios privados para nadie.. ni para el empresario mas poderoso ni para ningun politico.. y tienen 2 docentes x aula de 24 alumnos.. osea 1 docente cada 12 alumnos. Aca donde se dice que el estado gasta tanto en empleados publicos.. tenes docentes con cursos de 55 alumnos que ensima son de barrios heavys y van enfierrados..
    No hay coherencia o estas mal informado..

    • Pero esos docentes seguro que laburan todos. Aca labura 1 de cada 3. Seguro en esos paises que pones como ejemplo, los docentes son personas preparadas. Aca hay muchos que son muy brutos. Ademas se dedican a hacer politica y no a enseñar. ¿Que puede enseñar alguien que utilizó el caso Maldonado para hacerle creer a los chicos que Macri es la dictadura que hace desaparecer gente?

  7. Es maravilloso como los libertarios, o austriacos como deberían llamarse para revelar al menos honestamente sus postulados, ya que la mayoría aparte de no ser libertarios en el sentido de aboliciónismo del poder estatal, tampoco son liberales políticamente, sino más bien defensores de autoritarismos militares, acusan de socialista cualquier cosa que se cruzen en el camino sin profundizar ni en la raíz de los postulados que defienden ni en la raíz de los postulados del llamado «socialismo»
    Lo maravilloso de su óptica es que les permite pregonar formulas desastrosas para la mayoría de la población, a la par que apuntan a hablar ignorante y arrogantemente de todo aquello a lo que encasillan de socialismo
    Desconocen las diferencias profundas entre Keynes, Marx, kalecki, desconocen la distancia entre el régimen soviético y la eurozona, todo da igual, todo es lo mismo, todo es socialismo.
    Y sin embargo, tampoco saben de toqceville, ni de los fundamentos profundos de ciertos autores para desconfiar de las revoluciones así como de la propia burguesía. El invierno social sigue, y ustedes solo fomentan su confusión y siguen en el barro tal cual cerdos. Pero bueno.
    Sigan cargando burros y rezandoles, neofitos tardios

    • Al fin una respuesta razonable ante tanta estupidez. De los años de la dictadura guardo una frase de la revista Humor. «La inteligencia humana es limitada lo que no tiene limites es la estupidez» Gracias URB

  8. Leí la nota, y estas mostrando un punto de vista con un argumento totalmente inválidos, conque Espert se enfoque en los 3 puntos mas generadores de riqueza que están agobiando a impuestos no significa que el resto se muera de hambre, con menor presión fiscal sobre el sector privado y los trabajadores en blanco la economía se expande, los socialistas lo único que hicieron fue ahogarla, este tipo de pensamientos son los que convencen a todos para que sigan votando la miseria actual, lo que dice Espert es el único camino que tiene el país y el resultado va a ser muy diferente al que estas proponiendo con esta nota.

  9. Cualquiera que conoce la historia del socialismo sabe que es sinónimo de vida miserable. La ignorancia es devoradora.

  10. Qué estupidez de crítica, sin contemplar ni intentar entender absolutamente nada de lo que intenta plantear el libro. Deficiente.

  11. Todos sabemos q practicas ideologicas ya nos estan tirando abajo… todo con tinte socialistas en general. Uno 15 dias antes del caos del 2001 Lopez Murphy eleboro un plan, doloroso al principio pero nunca tan dolooso como lo que termino pasando … se lo tiraron abajo …. si, los peronistas, los de izq y todos los q lucran con el estado mientendo que defienden al mas pobre y trabajador.

  12. Reseña tendenciosa y mentirosa. Sigan viviendo en el termo del Che y Fidel. Mientras la realidad se pone cada vez más difícil. Hasta que no dejemos de atrasar 70 años los debates no vamos a salir del pozo decadente en el que nos metieron milicos, zurdos, peronistas, sindicalistas y radicales. Son todos iguales

  13. Que boludos son los comunistas! En Chile la pobreza no para de caer, no hace falta mirar a EEUU, miremos a nuestros vecinos nomas. Socialismo? Donde funciono? No vale decir países nórdicos, están primeros en los puestos de libertad económica, osea ,son listooo países más PRO MERCADO o CAPITALISTAS del mundo

    • Y ahora que decís de Chile? jajajajajajaja, toda la clase obrers pidiendo la renuncia de Piñera y el fin del «exitoso modelo»

      • Te invito a que te capacites, tu argumento tiene una falacia muy usada en comentarios de personas como vos, que le esquivan al estudio. Deberías aprender a interpretar pero no por el discurso ajeno, sino por tu propio análisis. Con respecto a esta reseña, le digo lo mismo. Más fundamentos, más datos, más evidencias. Sean responsables con su ignorancia.

  14. Muy buena reseña. Acabo de terminar de leer el libro. Y no soy un experto pero en algunas cosas coincido, y en otras coincido en lo q dice este resumen. No explica nada de lo q vendría a futuro con sus politicas.. igualmente es interesante. Saludos y gracias.

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