Se amplía el Frente Anti Macri

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La semana pasada el SUTNA convocó a un encuentro que parecía igual a los tantos otros que se han realizado y que han terminado siempre con el mismo resultado: se decidía alguna acción puntual pero ningún plan de lucha ni se le daba continuidad de los encuentros. Esta vez se planteó algo diferente. Un plenario obrero para el 23 de junio. No parecía tener el carácter que el PO pretendía imprimirle. En su prensa se venía proponiendo un encuentro de delegados sindicales, lo que restringía el universo de la clase al que podía sumarse (solo trabajadores ocupados en blanco y sindicalizados). Es decir, implicaba apuntar a una fracción minoritaria de la clase.
Como acción inaugural de este espacio, se realizaría una marcha el 30/05 desde el Obelisco a Plaza de Mayo. Eso es lo que se decidió. Sin embargo, hubo un cambio repentino de planes y en la noche del día previo comenzó a difundirse que la marcha sería hacia el Congreso, donde hoy se votaría la ley de tarifas del PJ, el kirchnerismo y el massismo. Es decir, objetivamente se quería llevar a la militancia a apoyar la iniciativa. Resulta curioso, además, porque en la convocatoria se aseguraba que había que enfrentar el ajuste de “Macri, los gobernadores pejotistas y el FMI”. Se dejó de lado la fórmula “Macri y los gobernadores” por una más restringida aun: solo los gobernadores del PJ ajustan, los kirchneristas no. No vaya usted a creer que, por ejemplo, Alicia Kirchner está haciéndole pasar hambre a los obreros santacruceños.

Más ridículo es que incluso denunciando explícitamente a los gobernadores pejotistas por ser ejecutores del ajuste, se fuera a apoyar su ley. No es casual, si recordamos que ya la han votado en Diputados (https://goo.gl/9cr34d). Lo que es una estafa es que se convoque a un encuentro, se decida una medida y se cambie a último momento sin explicitar que se va a apoyar la votación del proyecto.

Todo el asunto de la Ley de tarifas no es más que una maniobra publicitaria. Ya todos sabían que el veto estaba garantizado. La ley no solucionaría nada, incluso si se aplicara, porque solo busca retrotraer tarifas a noviembre de 2017 y aplazar los nuevos aumentos. Lo que se calla es que convalida todos los tarifazos previos y no prohíbe nuevos, sino que los posterga. No es una “ley antitarifazo”, sino una ley de ajuste. Es obvio que no hay ninguna intención de aliviar los bolsillos obreros, que han quedado tan golpeados tras doce años de kirchnerismo, al punto que no alcanzan para pagar los servicios esenciales al precio que corresponde sin subsidios.

No contentos con esta demostración de cariño, el FIT acaba de anunciar un cacerolazo para hoy y se cuelga mañana de la Marcha Federal del Tridente de San Cayetano (Moyano-Francisco-Cristina). La excusa es ir contra el veto de Macri a la ley que hasta hace no tanto criticaban. Y eso sin olvidar de rechazar al FMI, que parece que es el nuevo culpable de la pauperización de los obreros argentinos, no vaya usted a creer que esto es responsabilidad de la burguesía nativa y sus políticos, ni mucho menos que es producto de un sistema social que no puede garantizar una vida digna a la mayoría de la sociedad. Parece que lo mejor es actuar guiados por el Alzeheimer. Si el kirchnerismo quiere exculparse de su responsabilidad en la crisis, la izquierda colabora. Ahora solo nos preocupan Macri, el FMI y los gobernadores pejotistas…

Este episodio es otro mojón en la ampliación del Frente Anti Macri. No importa si ese frente se expresa en las elecciones, es decir, si se constituye una unidad electoral o no. Lo concreto es que cuando el clasismo estaba por emprender una acción independiente, que marcara un camino propio delimitado de cualquier variante burguesa, decidió ir nuevamente detrás del peronismo, incluso de aquel que sí critica (el pejotismo).

Es hora de que la izquierda sea más osada. El plenario de junio puede ser una buena iniciativa o naufragar como tantas otras. Eso dependerá de la voluntad de construcción real de un organismo que se posiciones como dirección de la vanguardia y como alternativa al armado del Papa, Moyano y Cristina. Pero para ello hay que dejar de ir detrás de cuanta maniobra ideen, porque el resultado final es no solo que los construimos a ellos, sino que perdemos la oportunidad para mostrar que tenemos un política diferente y soluciones reales. Es decir, les regalamos terreno. Por más limitadas que sean las acciones que emprenden, al menos hacen algo, mientras la izquierda solo atina a movilizarse cuando se vota el proyecto que ellos presentan. y que no significará ningún alivio para los obreros. Si realmente queremos dirigir a la clase, es hora de emprender una política realmente independiente, denunciar a todas las variantes patronales que son culpables de nuestras penurias, demoler las ilusiones en ellas que persisten y mostrar que tenemos algo mejor que ofrecer.

Razón y Revolución

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