La Santa Alianza – Por Federico Genera y Santiago Ponce

en El Aromo nº 87

Cristina, Cuervo y PapaLa relación entre Francisco y el kirchnerismo

El kirchnerismo, como todo régimen bonapartista que cumple con sus tareas, llegó al poder por izquierda y se baja por derecha. Su relación con la Iglesia muestra esa misma trayectoria: de la denuncia de la complicidad eclesiástica con la dictadura al refuerzo de la institución. Nos deja una estructura fortalecida tanto en lo material como en su influencia ideológica.

Por Federico Genera y Santiago Ponce (LAP – CEICS)

Para muchos, la imagen de Cristina enseñándole al Papa Francisco cómo preparar un mate en el Vaticano fue una capitulación de la presidenta y del kirchnerismo. A los ojos de personajes como Carrió esta imagen en contraste con los enfrentamientos iniciales entre Néstor y Bergoglio, sería la expresión de la derrota de la “soberbia” (aunque también de la “kirchnerización” del Papa. Sin embargo, detrás de la apariencia, la realidad es otra. En esta nota le contamos quién es Francisco, cuál es su política y qué ha ganado con el kirchnerismo.

De compañero a Papa

Para comprender la política de Francisco y su relación con el kirchnerismo es necesario volver a su historia y reconstruir aquello que hoy se presenta más vivamente, su pertenencia al peronismo.

Tras el golpe de 1955, con 18 años de edad Bergoglio decidió comenzar su camino al sacerdocio en el Seminario de Buenos Aires, continuando luego sus estudios en Chile en un hogar dirigido por jesuitas, para finalmente consagrarse sacerdote en 1969. En 1971 emprendió un viaje espiritual a España del cual retornó dos años después. Hasta ese momento no había desarrollado más que las prácticas jesuitas en barrios obreros en forma de caridad, pero tras su retorno a Buenos Aires estableció contactos con Guardia de Hierro, donde tuvo de compañeros a José de la Sota y Julio Bárbaro. Dirigida por Alejandro Álvarez, esta organización política de derecha se proponía como “auténticamente peronista, sin cuestionamientos ideológicos”, juraba lealtad absoluta a su máximo líder y consideraba que el peronismo era tal como lo planteaba la Doctrina Peronista.[1] Resulta interesante observar que en el momento en que la Argentina atravesaba un proceso revolucionario que partía en fracciones de izquierda y derecha a casi todas las expresiones de la sociedad, incluida la Iglesia Católica, el futuro Papa optó por agruparse en la derecha. Curioso el progresismo que se le achaca hoy, pues ni siquiera le alcanzó para coquetear con la Teología de la Liberación y el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo.

Durante esos años, y hasta 1979, ofició como superior provincial de los jesuitas. Por ello en 2010 tuvo que declarar en calidad de testigo, en el marco de la Causa ESMA, por el secuestro de dos sacerdotes. Allí intentó desestimar las sospechas de la querella, que le achacan haberle quitado protección a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, quienes hacían trabajo social en la villa de Flores y fueron secuestrados en mayo de 1976. Fueron liberados cinco meses después, luego de sufrir la tortura de los interrogatorios de la ESMA. Esos testimonios sostienen que Bergoglio les había advertido que debían abandonar el trabajo social. Como los sacerdotes se negaron, les dijo que tenían que renunciar a la Compañía de Jesús, lo que fue interpretado como una luz verde para la represión. En su declaración testimonial, Bergoglio negó haber quitado esa protección y aseguró que los sacerdotes decidieron alejarse de la Compañía porque querían formar su propia congregación. Además, criticó a la Teología de la Liberación por su “uso de la hermenéutica marxista”.[2] Más allá de la citación a declarar, la causa no avanzó sobre la complicidad eclesiástica, y un sector de los organismos de DD.HH, nada menos que Pérez Esquivel, desvinculó totalmente al Bergoglio de la dictadura y su política represiva.[3] Esta línea que exonera al Papa puede verse con nitidez en la nueva (y muy olvidable) película Francisco, el Padre Jorge. Allí se construye un Francisco que parece querer matar a Bergoglio: nada se menciona de sus disputas políticas contra el matrimonio igualitario, sino que se exalta su austeridad en sus viajes en colectivo y su supuesto accionar frente a la dictadura: se lo ve aconsejándole a una madre enojada por la muerte de su hijo -“acércate a las madres del dolor”-, luchando por la liberación de los jesuitas, que “no andaban en cosas raras”, y ayudando a exiliarse a otro sacerdote. Una ficción en toda la regla…

Una vez finalizada la dictadura, Bergoglio viajó a Frankfurt a doctorarse pero volvió rápidamente para instalarse en San Miguel como rector del Colegio Máximo. En 1992, el Papa Juan Pablo II lo designó obispo, cinco años más tarde fue promovido a Arzobispo, en 1998 fue Canciller de la Universidad Católica Argentina y en febrero del 2001 llegó al cargo de Cardenal. En octubre de ese mismo año ganó publicidad internacional al oficiar como relator del Sínodo de Obispos en el Vaticano. Al parecer dejó una excelente impresión, pues luego fue el más votado entre los 252 padres sinodales para integrar el consejo post sinodal en representación del continente americano.

Tal fue su fama que, tras la muerte de Juan Pablo II en 2005, quedó segundo en la votación para ser elegido Papa, obteniendo 40 de los 115 votos totales, siendo necesario un mínimo de 77 para ganar.[4] La llegada al Vaticano y su posterior conversión en Francisco no fue producto del divino azar. La crisis de la Iglesia Católica que derivó en la renuncia de Ratzinger, y un contexto de crisis mundial y gran conflictividad social, en particular en América Latina, llevaron a Bergoglio a la cabeza ecuménica de la Iglesia Católica en 2013. Un peronista con un barniz de progresismo muy tibio y moderado, parece poder contribuir a recuperar cierta hegemonía de la Iglesia en tiempos turbulentos.

La política de Francisco

Durante los primeros años del kirchnerismo la relación con la Iglesia no fue, en apariencia, buena. Apenas un año y medio después de asumir la presidencia, Néstor decidió no asistir al Tedeum que se organiza todos los 25 de mayo en la Catedral de Buenos Aires. Un mes después Guillermo Marcó, vocero de Bergoglio, realizó una tajante declaración: “No hay relación de la Iglesia con el gobierno”[5]. Por aquellos años la política de Derechos Humanos parecía llevarse puesta a la Iglesia misma, con la condena a cadena perpetua del ex capellán y torturador de la Policía, Christian von Wernich, y la mirada puesta en el propio Bergoglio como cómplice de la dictadura del 76, a quien Horacio Verbitsky señalaba como uno de los “pastores que entregó a su rebaño”[6]. Sin embargo, no superó el plano de las amenazas públicas.

La situación no cambió con el desembarco de Cristina en el sillón de Rivadavia y hubo dos grandes cruces. El primero, de cara al conflicto por la Resolución 125 en el año 2008, cuando Bergoglio apostó a la burguesía agraria y tras alinearse con la oposición, exigió a la presidenta “un gesto de grandeza”. El segundo lo encontró dirigiendo manifestaciones en las calles contra la ley de matrimonio igualitario en 2010, a la que tildó de “pretensión destructiva al plan de Dios”.[7]

De todos modos, el kirchnerismo supo tener buenas relaciones con otro cardenal: Leonardo Sandri. Él estuvo en el círculo más íntimo durante el papado de Juan Pablo II (anunció su muerte), fue ascendido a Cardenal en 2007, y reviste actualmente como miembro de la Comisión Pontificia para América Latina y prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. Su importancia eclesiástica no es despreciable, se lo barajó como candidato a ser Papa en 2013 tras el alejamiento de Benedicto XVI. Sandri recibió varias veces a Cristina, como también a Daniel Scioli. Ante el fallecimiento de Néstor Kirchner, fue el encargado de dirigir la misa in memoriam en la Iglesia Nacional Argentina, donde pidió “que su muerte no signifique un freno”[8]. El kirchnerismo no se enfrentaba a la Iglesia, sino que tejía alianzas con sectores que no eran su cabeza más visible.

Una vez que Bergoglio fue Francisco, la oposición creyó ver en él un faro de cara a las elecciones legislativas para ese mismo año. Hasta ese entonces, Francisco se había mostrado distanciado del gobierno y tenía sus propios candidatos: Gabriela Michetti (PRO) y Gustavo Vera (UNEN/Bien Común). Sin embargo, recibió un fuerte aluvión de visitas, y no quiso dejar a nadie sin su audiencia papal. Por cuestiones protocolares, el kirchnerismo nutrió el palco oficial celebrando su elección, aunque Mauricio Macri, sin estar dentro de la comitiva oficial accedió a un encuentro por expreso pedido papal. No obstante, Francisco fue tomando bandera durante su primer año de papado por quienes estaban en el poder de turno.

Durante las inundaciones de La Plata en el 2013, se comunicó con Scioli para brindarle su apoyo y lo invitó a verlo durante su gira en Brasil, junto a Cristina e Insaurralde. En septiembre recibió a Gabriel Mariotto e hizo público su apoyo a la Ley de Medios[9]. A fines de marzo del año siguiente, en audiencia privada, fue el turno del jurista Roberto Carlés (discípulo del penalista y ministro de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni, y candidato a ocupar una silla en el máximo tribunal), quien actuó como coordinador de la Comisión de Reforma del Código Penal constituida por el gobierno. Tres meses después, Francisco hizo pública una carta donde rechaza un recrudecimiento de penas, gesto que fue interpretado más como una crítica a Massa que al proyecto de Reforma. Ese mismo mes, dio apoyo a Cristina en su lucha contra los “fondos buitres”, la causa Malvinas y el nuevo Código Civil[10]. Incluso en septiembre, recibió a los “jóvenes” de La Cámpora. La oposición, por su parte poco, obtuvo ese año. En los primeros días de enero el Papa se reunió con Lorenzetti, quien recibió el aval para avanzar en la reforma del Código Civil. Gabriela Michetti solo consiguió una videoconferencia, Stolbizer y Cobos lograron reuniones fugaces y Vera, un saludo por la creación de su partido Bien Común.

El Papa no dejó de meter cuña también en el movimiento obrero. Casi toda la dirigencia sindical argentina fue recibida en el Vaticano. Tras reuniones con Antonio Caló (CGT oficialista, UOM), Gerardo Martínez (UOCRA) y Carlos Tomada (Ministro de Trabajo), el sumo pontífice llamó a la “unidad del movimiento obrero”. En ese contexto, queda claro que era un guiño a la burocracia sindical oficialista. El nexo entre sindicalismo y Bergoglio es Carlos Accaputo, director de la Pastoral Social de la arquidiócesis porteña, quien se convirtió en operador político de Bergoglio a principios de 2002, cuando participó del armado de la Mesa de Diálogo Argentino que, en plena crisis, llamaba a “garantizar la gobernabilidad”.

El panorama cambió en 2015. El año electoral y el fin de ciclo del kirchnerismo hicieron que Francisco fuera más cauteloso. Cristina y él solo se vieron en junio, donde brindó apoyo en la causa Malvinas, tras haber sido propuesto por Filmus como Mediador con el Reino Unido. De lado de la oposición, Vera consiguió la difusión de un documento sobre la expansión del narcotráfico en CABA elaborado por Jorge Rodríguez (ex asesor de Nilda Garré). De allí surgió la polémica con Francisco denunciado la “mexicanización” de la Argentina, que llevó a Aníbal Fernández a salir al cruce aclarando que Argentina era un país de tránsito, y no productor. Con Vera alineado con la candidatura de Solá, el gesto del Papa fue una intervención en las elecciones porteñas.

Estos dos años de papado muestran con claridad la estrategia de la Iglesia Católica en la Argentina. Carente de un partido propio, al estilo del Partido Demócrata Cristiano (PDC) chileno, la institución se ve obligada a negociar constantemente. Lo hace apuntando a ganar, por lo tanto teje alianzas siempre con quienes detentan el poder. En este caso, el kirchnerismo. En años electorales esa estrategia se expresa en apoyos más o menos ambiguos a casi todo el arco político, tanto en el oficialismo como en la oposición. De hecho, ya sectores eclesiásticos celebraron el balotaje como una instancia para promover el diálogo y el consenso entre dos candidatos moderados.[11] Un huevo en cada canasta. A nivel internacional, la lógica es similar: el llamado a “hacer lío” a los católicos brasileños va de la mano con el pedido de liberación al líder opositor venezolano Leopoldo López. Sus discursos, todos ellos ambiguos en contra de un difuso “individualismo”, la “explotación” o la “pobreza”, llamando al “encuentro de la sociedad civil”, tienen un carácter genérico que entusiasman a ciertos sectores del “progresismo”. Los gobiernos bonapartistas que, en mayor o menor medida, gobernaron el cono sur hoy experimentan un cierre por derecha, y en ese sentido, Francisco es la mejor válvula de escape.

La política del kirchnerismo

Todas estas reuniones de tipo protocolares en realidad deben ser el puntapié para pensar qué cosas ha logrado conseguir la Iglesia en su acercamiento al kirchnerismo. En primer lugar, debemos poner la mirada en la Secretaría de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores y de Culto. En particular, su actividad se centra en las tareas que asume la Dirección General de Culto Católico cuya función es contribuir al “sostenimiento del Culto Católico Apostólico Romano”. Esto se realiza en virtud de las leyes 21.540, 21.950, 22.162, 22.430 y 22.950 que, sancionadas durante la última dictadura militar, encargan al Estado parte del sostenimiento material de la cúpula eclesiástica en el país. De este modo, se compromete a pagar sueldos y pensiones por vejez o invalidez a Arzobispos, Obispos, Obispos auxiliares y Párrocos de Fronteras y asignaciones para seminaristas mayores, además de realizar transferencias de dinero a la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), aportes económicos a los Tribunales Eclesiásticos, para causas de canonización, gastos eventuales, etc. Para los Arzobispos y Obispos se fijan sueldos que equivalen, según las leyes mencionadas, a un 80% o 70% (según la jerarquía) de la remuneración fijada al cargo de Juez Nacional de Primera Instancia, cuyo sueldo básico en 2014 ascendía a $ 28.500. Lo interesante del asunto es cómo el kirchnerismo reforzó la estructura eclesiástica: hacia 2004 la Secretaria de Culto sostenía a 114 arzobispos y 460 sacerdotes, mientras que al corriente año las cifras ascienden a 133 y 640, lo que indica un aumento del 16% y 40% respectivamente. Vale recordar que en 2006 hubo un proyecto de Ley de Financiación al Culto Católico Apostólico Romano, que introducía unas muy tibias reformas a esta estructura, descargando parte de la financiación a los propios creyentes, y que, sin embargo, quedó cajoneado.

A estas transferencias de fondos directas a la Iglesia, hay que sumarles los aportes que el gobierno nacional ha hecho para la restauración de templos. Desde 2003 y hasta noviembre del año pasado, el Ejecutivo Nacional había realizado 40 obras en iglesias, basílicas, catedrales, capillas y demás edificios de la Iglesia Católica, con una inversión total de $ 69.664.792,80. Otras 18 obras se encontraban en ejecución, en diferentes edificios a lo largo y ancho del país por un monto de $ 141.328.897,15. Sin embargo, en ese momento Cristina anunciaba un plan mucho más ambicioso: la restauración de la basílica de Luján, la basílica San Francisco de Asís, la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes y algunos edificios menores en Buenos Aires y Tucumán. Para ello destinó nada menos que $415.106.250.[12]

Por su parte, el gobierno de CABA aprobó mediante la Legislatura, con la única oposición del Frente de Izquierda, la cesión de 17 predios a la Iglesia, de los cuales 6 pertenecían al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) y, por lo tanto, ya no podrán ser transferidos a los sectores más pauperizados de la clase obrera porteña. Además, fueron transferidos en forma gratuita los dominios de nueve inmuebles donde ya están instaladas algunas parroquias.

Hay otros dos planos en el cual la Iglesia también ganó: comunicación y educación. La Ley de Medios defendida junto a Mariotto dio su cosecha para la Santa Institución. Hoy la Iglesia Católica cuenta con la expansión del canal Orbe 21, señal propia del Arzobispado de Buenos Aires que creó Bergoglio y se emite desde 2007. El canal será distribuido por Telefé al contar con el apoyo del CEO de telefónica, Cesar Alierta, lo cual se estima le dará una proyección de 30 millones de televidentes. Además, ese canal es el emergente de una extensa y creciente red de medios que incluye 240 repetidoras de Radio María, 80 emisoras diocesanas, 15 productoras audiovisuales y decenas de periódicos en todo el país. Sobre la base de Orbe 21, el Episcopado argentino trabaja para crear una red de TV abierta digital que incluirá programación propia y local en aquellas diócesis que puedan producirla. El grupo económico liderado por Alierta también tiene otros proyectos con la Iglesia. Juntos impulsan Scholas Ocurrentes, una red internacional de escuelas creadas por Francisco y dirigidas desde el Vaticano, que buscan la integración social de los sectores de la sociedad “en situación de vulnerabilidad” para “transformar el mundo en una sociedad más integrada y pacífica”.[13] Este proyecto ya cuenta con el respaldo del gobierno quien lo declaró de interés nacional mediante la Ley Nacional Nº 26.985.

En materia educativa, el pasado 25 de julio, la Comisión Bicameral de Digesto Jurídico Argentino, derogó el artículo 8º de la Ley 1.420, aquel que, en teoría, determinó la laicidad del sistema. En teoría, porque realmente la influencia de la Iglesia en el sistema educacional no es nueva. El mentado artículo 8º hoy derogado es reflejo de tal influencia en el Congreso Nacional de Educación que parió la ley educativa. Sectores laicos y confesionales se enfrentaron amargamente en torno a si la futura ley de educación debía o no consagrar la laicidad educativa. El enfrentamiento llegó a tal punto que algunos sectores católicos abandonaron el debate. Sin embargo, se alcanzó un acuerdo intermedio. La vaguedad del artículo 8º es reflejo de la búsqueda de consensos: mientras el artículo 2º fijaba que la educación sería obligatoria, gratuita, gradual y conforme a la higiene; el artículo 8º determinó que “la enseñanza religiosa solo podrá ser dada en las escuelas públicas por los ministros autorizados de los diferentes cultos a los niños de su respectiva comunión, y antes o después de las horas de clase”. Tal como puede verse, el laicismo no se proclama explícitamente tal como, pero sí se fijó la gratuidad de la educación. Esa ambigüedad es la que permite que ocho provincias argentinas ratificaran en sus leyes educativas provinciales que la enseñanza religiosa forma parte de la currícula oficial (Tucumán, Catamarca, San Luis, Salta, La Pampa, Jujuy, Córdoba y, con algunas particularidades, Buenos Aires).

Esta influencia política también se expresó en los vaivenes sufridos por distintos proyectos. Valga de ejemplo durante la era K la Ley de Educación Sexual Integral. Las variaciones entre el proyecto inicial y el finalmente aprobado ilustran el poder de veto de la Iglesia. Algo similar ocurre con la enseñanza curricular de temas odiosos para la Iglesia: la evolución y el problema de los orígenes de la especie humana.

A la derecha

El kirchnerismo, como todo régimen bonapartista que cumple con sus tareas, llega al poder por izquierda y se baja por derecha. Su relación con la Iglesia muestra esa misma trayectoria: de la denuncia de la complicidad eclesiástica con la dictadura, al refuerzo de la institución. Nos deja una estructura fortalecida tanto en lo material como en su influencia ideológica. Su mayor presencia en educación y comunicación son muestras claras, como también el nuevo Código Civil que ya hemos denunciado en estas páginas como una herramienta potenciada para la opresión de género, con un claro sesgo antiabortista y de la capacidad de la clase obrera para defenderse. Así, la “década ganada” bendecida por Francisco no deja de ser, también, una década “católica”.


[1]http://goo.gl/4GQeTI

[2]http://goo.gl/37ymEy

[3]Perfil, 31/3/2013

[4]La Nación, 22/5/2005

[5]La Nación, 27/6/2005

[6]https://goo.gl/u5qbUr

[7]http://goo.gl/n0gEWa

[8]Clarín, 30/10/2010

[9]Página/12, 21/9/2013

[10]La Nación, 17/3/2014

[11]http://goo.gl/CE0xw6

[12]http://goo.gl/HgdDgn

[13]http://goo.gl/84E52u

1 Comentario

  1. Este artículo me sirve muchisimo para introducirme mas finitamente en este asunto, que se torna austero en cuanto a la desinformación social que tiene. Pero su atravesamiento es innegable. Muchas gracias!

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