La rebelión del “alto”: La clase obrera de Bariloche y el gatillo fácil

en El Aromo nº 55

aromo55_barilocheGerardo Wilhenhoff y Mariana Ávila
Corresponsales de El Aromo – San Carlos de Bariloche

En Bariloche, la obrera despertó. Una consecuencia lógica de las contradicciones propias de la democracia burguesa que, a cambio de la igualdad jurídica, mete bala. Los tres asesinatos que permanecen impunes son el puntapié inicial de una nueva etapa en la vida de la clase obrera barilochense, una etapa que se inicia con la lucha.

Los hechos: de las muertes a la organización

El proceso de lucha de clases que tiene lugar por estos días en Bariloche, comenzó el 17 de junio. Tiene como principales antagonistas a los habitantes del “alto”, ubicado aproximadamente a 6 km del centro de la ciudad, hacia el sur y sureste sobre la ruta nacional 40, camino a El Bolsón. Se compone de un conjunto de barrios que tienen como principal característica la alta concentración de población obrera, víctima de la desocupación. Frente a ellos se extiende el Bariloche turístico, el de los habitantes del “centro” y “los kilómetros”, ubicado en el “bajo”, a orillas del Nahuel Huapi, cuya estructura social está compuesta, en su mayoría, por la pequeña y gran burguesía barilochense.(1) El detonante inmediato tiene como núcleo la Comisaría 28º, situada en el barrio Boris Furman, uno de los tantos del “alto”, de construcciones de cemento y monoblocks bajos. El incidente, la muerte a manos de la policía de Diego Alexandre Bonefoi, un joven de 15 años, habitante del mismo barrio en cuya plaza fue fusilado por un suboficial de la citada dependencia policial. Según fuentes oficiales, el hecho tuvo lugar a las 4:40 horas, luego de que Diego se diera a la fuga, junto a otros dos menores, tras haber cometido un asalto.(2) Sin embargo, nunca hubo una denuncia por robo.

El primero en dar cuenta del hecho fue Sandro Bonefoi, padre de Diego, cuando le pidieron ir a reconocer el cuerpo. Según su propio testimonio, se encontraba mirando el partido que Argentina disputó ese día. La noticia enardeció a los familiares y amigos de Diego, que rápidamente se dirigieron a la comisaría 28º a repudiar el hecho. Cerca de las 9:30 horas comenzaron a sumarse obreros de distintos barrios del “alto” y se produce una verdadera batalla campal que terminaría en una masacre. A las pedradas obreras los policías respondieron, como siempre, con represión. Inmediatamente se sumó al accionar de la policía la brigada antimotines BORA (Batallón Organizado de Represión Antimotín), que comenzó a lanzar gases lacrimógenos y a disparar a la muchedumbre con balas de goma y de plomo. La represión incluyó a cualquier individuo que pasaba por la zona. La batalla se prolongó durante todo el día.

A las 17:45 horas aproximadamente se origina el segundo fusilamiento. Sergio Cárdenas, un espectador de los acontecimientos es llevado al hospital luego de haber caído, víctima de un disparo perpetrado por la policía.(3) Nicolás Carrasco, de 16 años, falleció cerca de la medianoche en el hospital zonal Ramón Carrillo durante una intervención quirúrgica que debió practicársele en la zona torácico-abdominal.(4)  Dicha operación se efectuó por recibir, al menos, tres impactos de bala.(5)  En total se contabilizaron 27 heridos con balas de goma y tres muertes, todos de la clase obrera.

Mientras tanto, el intendente radical Marcelo Cascón se hizo presente en el lugar de los enfrentamientos con la idea de realizar una conferencia de prensa junto al padre Diego Bonefoi, para apaciguar la situación, pero debió retirarse tras haber sido agredido por el impacto de una piedra en la cabeza. En el lugar también estuvieron los concejales Daniel Pardo, Alfredo Martín, Silvia Paz, el legislador Claudio Lueiro, y los funcionarios del Ejecutivo Jorge Franchini, Norma Gómez, y Guillermina Alaniz. El jefe de la regional de Policía, Comisario Argentino Hermosa insistió en que la muerte de Bonefoi se produjo durante una pelea entre el efectivo ahora detenido y el joven, luego que el grupo de tres personas interceptados por la Policía se diera a la fuga. Incluso, señaló que el joven fallecido “portaba un arma de fuego calibre 22”, algo que no mencionó durante la entrevista radial realizada en horas de la mañana a través de KM FM.(6)

Al llegar la noche, se produjeron algunas roturas de vidrios en comercios de la zona, incendio de un ómnibus de la línea 3 de Mayo, apedreo al destacamento policial del Centro Administrativo Policial, saqueo a un supermercado “Todo” del alto, incendio de automóviles, etc. Los enfrentamientos se mantuvieron en las inmediaciones de la Comisaría 28º. Los obreros instalan fogatas y piquetes en las esquinas del barrio Boris Furman, sobre la ruta 40, y prometen “ir a quemar” la unidad policial. Esporádicamente se produjeron enfrentamientos con piedrazos, balas de goma, y gases lacrimógenos. Habrían atentado con una línea de media tensión, provocando dos cortes breves de energía. Pasadas las 3:30 horas los enfrentamientos seguían en pie. Un total de 80 efectivos más 25 integrantes del grupo BORA tuvieron a su cargo las tareas represivas, en tanto se esperaba el arribo a la ciudad de agentes de General Roca y Viedma.

El viernes 20, cerca de las 13 horas, alrededor de 40 obreros lograron ingresar al destacamento policial de la Unidad Regional, en el Centro Cívico de la ciudad, durante la convocatoria que se había hecho a las 12.30 horas para denunciar los casos de “gatillo fácil”. Bajo cánticos y gritos de “asesinos”, los obreros del “alto” reiteraron la necesidad de que renunciaran todas las autoridades policiales y la no intervención de Gendarmería, que había sido convocada el día anterior. Los efectivos del grupo BORA comenzaron a reprimirlos con balas de goma y gases lacrimógenos, hasta desalojarlos. Fuera del Centro Cívico, alrededor de 300 obreros reclamó “justicia” y comenzó a marchar, cerca de las 15, por la calle Mitre (la avenida comercial principal del bajo, centro de la burguesía), y luego hacia la comisaría 28, donde vuelven a enfrentarse, en la esquina de La Paz y Otto Goedecke, con alrededor de 50 efectivos del grupo BORA, que vuelve a responder con gases lacrimógenos y balas de goma. El principal reclamo se centró en la transferencia de la seccional policial 28º y el pase a disponibilidad de los policías involucrados. No se hizo presente ninguna autoridad policial.(7)

La burguesía temerosa, cede a la demanda. El comisario Jorge Carrizo, titular de la comisaría y cuatro policías involucrados fueron separados en sus funciones, al mismo tiempo que se trasladaba a la totalidad del personal que se encontraba de servicio ese día. Cerca de las 16, después de ser sepultado Sergio Cárdenas, un grupo de obreros cortaron, con quema de neumáticos, las esquinas de Onelli y La Paz, Onelli y Mascardi y Onelli y Mange y comenzaron a descender por Beschedt. En el transcurso comienzan a producirse hechos de distinta gravedad, como la rotura de vidrieras de locales comerciales y el saqueo a distintos negocios.(8)

Pasadas las 17 horas, cerca de 300 obreros acompañados de organizaciones sociales, de derechos humanos y partidos políticos de izquierda, llegaron nuevamente al Centro Cívico, donde prendieron fuego a un costado del destacamento policial de la Unidad Regional con bombas molotov y neumáticos. El gobierno radical, ferviente defensor de la burguesía local, responde. Unos 25 integrantes del grupo BORA reprimen con gases lacrimógenos y balas de goma, a medida que se sumaban más efectivos con la consigna de rechazar cualquier intento de desestabilización institucional. Como consecuencia de estos enfrentamientos fueron detenidos más de 10 adultos y 17 menores, además de algunas personas que eran ajenas al conflicto, como obreros de una obra en construcción, todos ellos distribuidos en las distintas comisarías de Bariloche.(9) Los cargos: “desorden público” y “daños”.

Al caer la noche, la calle Mitre permaneció vacía pero con fuerte presencia policial. Podía observarse el resultado de la lucha de clases. Locales con vidrios rotos, restos de neumáticos todavía en llamas, destrozos varios, etc. El juez Martín Lozada, con la excusa de los graves incidentes acaecidos en la ciudad, decide suspender hasta el día martes la indagatoria al policía acusado de homicidio, el cabo Sergio Colombil, quien se había entregado a la justicia horas antes. Las autorías de los fusilamientos de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, continúan en el misterio. A su vez, las autoridades municipales pidieron al gobernador Saiz y a la presidenta Fernández de Kirchner que dispusieran la participación de Gendarmería Nacional en los operativos de “restablecimiento del orden”. También lo había hecho Lozada, en comunicación matutina con autoridades nacionales.(10) El piquete sobre la ruta 40 fue sostenido por cien manifestantes con varias hogueras, sin presencia cercana de la policía.

En la mañana del sábado 19 fueron sepultados los restos de Nicolás Carrasco y de Diego Bonefoi, ambos en el cementerio municipal, situado en el mismo barrio donde ocurrieron los fusilamientos. Al mismo tiempo, representantes de partidos políticos de izquierda, organizaciones sociales y sindicales se reunieron en el Centro Cívico y, constituidos en asamblea, tomaron la sala de prensa del municipio para reclamar la liberación de los detenidos durante el viernes, el cese inmediato de la represión, la renuncia del gobernador Miguel Saiz, el ministro de gobierno, Diego Larreguy y el secretario de Seguridad, Víctor Cufré. Acuerdan realizar una marcha para el martes 22 a las 11 horas, día en que declarará el policía acusado de asesinar a Diego Bonefoi. Al mediodía, fueron liberados de la Comisaría 2º los compañeros detenidos el viernes, donde estuvieron alojados en un calabozo inundado. Según los testimonios brindados, la policía les habría robado el dinero y otras pertenencias, y habrían sido víctimas de golpes e insultos. Un compañero se retiró con el brazo quebrado. Más tarde marcharon a cortar la ruta 40, en el cruce de Beschtedt, para exigir “juicio y castigo efectivo” a los responsables de los crímenes.

Mientras tanto, la policía alertó a algunos comerciantes de la calle Mitre sobre el peligro que podía avecinarse si “los del alto” volvían a bajar. Algunos optaron por retirar mercadería de valor y directamente cerrar el local. Otros atendían con las rejas puestas y atentos a lo que pudiera ocurrir en las calles. “Dicen que van a volver a bajar”, explicó una vendedora, cuya misión era “vigilar” la calle y bajar las persianas metálicas ante nuevos disturbios.(11)

Se suman a la lucha organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos, sindicatos y partidos de izquierda de Neuquén, Cipolletti y Viedma. Los primeros, se concentraron en la Plaza San Martín y marcharon por las calles del centro de la ciudad, para denunciar la represión policial, finalizando con un escrache en la Comisaría 4º de Cipolletti. En Viedma marcharon frente a la Casa de Gobierno, donde se pidió la renuncia del ministro de Gobierno, Diego Larreguy y del secretario de Seguridad y Justicia, Víctor Cufré.(12) La Comisaría 28º finalmente es trasladada a las instalaciones del servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), ubicada en la calle La Paz y Onelli, a tres cuadras de su ubicación original.

El martes 22 por la mañana se realizó la marcha “por la paz y la justicia” convocada por la multisectorial contra la represión policial. Partió a las 11 horas desde la ahora ex Comisaría 28º y llegó al Centro Cívico, donde se entregó al secretario de Gobierno, Jorge Franchini, un petitorio reclamando justicia por los asesinatos de los tres compañeros. Los principales puntos son: “conocer el nombre de los efectivos policiales que asesinaron” a los tres jóvenes, “que el edificio de la ahora ex Comisaría 28º sea destinada a un comedor y espacio de contención de abuelos, jóvenes y niños” y “un grupo de especialistas, psicólogos, orientadores o asistentes sociales, para atender las necesidades de los jóvenes que hoy lo requieren”. Finalmente, el petitorio incluye reclamos para que los Centros de Atención Territorial (CAAT), en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Social “se pongan a trabajar y que el Estado se acerque a los vecinos y conozcan la realidad social que a todos nos toca vivir”.(13)

La marcha se realizó en forma pacífica y, a través de un comunicado, se indicó que

“ésta situación que hoy estamos viviendo es consecuencia de una larga historia de postergación e incumplimiento de los Derechos Humanos, en una ciudad marcada por una fuerte polarización en donde grandes sectores sociales no acceden a la educación, a la salud y al trabajo genuino. A esto se le suma la falta de espacios deportivos, recreativos y culturales para niños y jóvenes (…) Ante esta realidad, los distintos gobiernos en lugar de impulsar políticas de contención, de promoción social y laboral, recurren sistemáticamente a la represión avalando así la actuación impune y fuera de la ley de la fuerzas de seguridad.”

También denunciaron “el desalojo de los trabajadores del SPLIF de su propio edificio llevado a cabo a las 3 de la madrugada del día de hoy, para instalar allí la Comisaría 28 en el Barrio. Los trabajadores fueron amedrentados y amenazados al mejor estilo de la dictadura por el ministro Larreguy, el intendente Cascón y fuerzas policiales.”(14)  La marcha finaliza alrededor de las 13:30 horas en un clima de tranquilidad. Mientras tanto, la multisectorial continuaba su actuación en la ruta 40.

Finalmente, el jueves 24 se realiza la marcha en silencio y por la paz decretada por la CTA, acompañada por los familiares de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, que, entre sus petitorios, denuncia la represión policial y reclama justicia por los tres asesinatos. La marcha pasó por Tribunales para respaldar al juez Martín Lozada(15)  y reclamar la renuncia del ministro de Gobierno, Diego Larreguy y responsabilizar por los hechos al gobernador Miguel Saiz. Paralelamente, la Multisectorial, acompañada de familiares de Diego Bonefoi, realizaba su marcha, partiendo desde la plaza donde fue fusilado, pasando por el Centro Administrativo, donde se reclamó por la situación de los trabajadores del SPLIF, y finalizando en el Centro Cívico.

Finalmente a los 11 días del asesinato de Diego Bonefoi la Cámara Segunda del Crimen de Bariloche apartó al juez Martín Lozada, que había procesado con prisión preventiva al cabo imputado, Sergio Colombil, al tiempo que dejó sin efecto el procesamiento, declaró la nulidad de la declaración indagatoria, el procesamiento y la prisión preventiva determinados por el magistrado. Lozada había dado por acreditado que el disparo que acabó con la vida del menor fue realizado a unos 2 o 3 metros y que el accionar del policía fue “alevoso”, ya que el joven no tuvo oportunidad de defensa. Cuestionó además que “con el correr de las horas” apareció, a cuatro metros del lugar donde cayó Bonefoi, un arma calibre 22 que no había sido encontrada durante las primeras horas de puesta en marcha la investigación. Así, Lozada consideró que Bonefoi no pudo hacer uso de defensa alguna. La presentación de la recusación fue presentada por el abogado Marcelo Ganuza, defensor del imputado, quien además de cuestionar el accionar de la instrucción, sostuvo que hasta se puso en “riesgo la seguridad personal” de su defendido al exponerlo a la violencia callejera. Agregó que el juez mostró “simpatía y favoritismo hacia la familia del fallecido”.(16)

Tres respuestas, tres políticas

En una semana ha pasado de todo, desde el hecho detonante hasta la organización de las fuerzas populares. Sin embargo, el campo popular se encuentra dividido. Por un lado, la CTA, que pide silencio y paz a los obreros, llama a la reflexión a toda la población para que no se produzcan más hechos de violencia, expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas y solicita el esclarecimiento de los hechos.(17) La central se negó a concretar una huelga para el día viernes 18, cuando apenas habían ocurrido los hechos y se negó también a acompañar la marcha decretada por la Multisectorial el martes 22, decidiendo hacerlo dos días después.

Frente a la posición de la CTA, la lucha va a parir un organismo propio, la Multisectorial. La primera forma de organización se manifestó en la convocatoria a una asamblea, que incluyó a distintas organizaciones de izquierda, organismos de Derechos Humanos, docentes, amigos y familiares de Diego Bonefoi, etc., con el objetivo de repudiar los asesinatos y liberar a los presos. Las líneas de acción seguidas por la asamblea carecen de propuestas políticas claras. Hay una ausencia importante de bases obreras que pudieran imprimirle fuerza política. Su primera acción va a ser llamar al corte de ruta “en nombre de los pibes muertos”.(18) Se acuerda tomar la sala de prensa del municipio, acción que efectivamente se realiza, y mantener el corte sobre la ruta 40. En las sesiones llevadas a cabo el fin de semana se efectúa la convocatoria a un paro para el martes 22, en que declarará el suboficial Colombil. La CTA, con claras muestras de apoyo al gobierno, se mantiene al margen del movimiento, negándose a convocar al paro en los días posteriores a los asesinatos. Es más, cuando la Multisectorial acuerda el paro para el día martes, la UnTER (Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro) no acata la decisión, a pesar de la demanda por parte de sus bases, y convoca a un paro provincial para el día jueves 24, aduciendo que lo tenía que resolver el Congreso Provincial.

Entre las líneas de acción presentadas por la Multisectorial se encuentran: la investigación, juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de los homicidios, el retiro inmediato de la policía y la gendarmería de la zona donde fueron asesinados, la presencia del Gobernador Saiz y la renuncia del Ministro Larreguy y el Secretario de Seguridad Cufré. Hace responsables “a las autoridades políticas, judiciales y policiales de todo lo sucedido y de los hechos que puedan acontecer”. No hay un cuestionamiento al sistema, pero, indudablemente avanza más allá de la CTA.

El gobierno, por su parte, también responde a la situación. La provincia de Río Negro recibe este hecho en medio de una incipiente crisis política. La disputa interburguesa tiene como principales protagonistas al gobernador de la provincia, el radical “K” Miguel Saiz, quien aspira a lograr la reforma de la constitución para alcanzar su re-reelección, y a uno de sus fervientes opositores, el intendente de Bariloche y presidente de la Convención Radical, Marcelo Cascón, que rechaza la reforma. Es en medio de esta disputa cuando se producen los fusilamientos que, según el testimonio de Ramiro, uno de los detenidos, fue “una represalia” porque el padre de Diego, Sandro Bonefoi, “denunció hace dos meses que la policía tiene arreglos con una banda de los departamentos” del IPPV.(19)

El responsable inmediato de los hechos, jefe de la Regional de Policía, Comisario Argentino Hermosa, justificó la represión posterior al asesinato de Diego argumentando que, inicialmente, los efectivos “resistieron” el ataque contra la Comisaría 28º, que ocasionó “destrozos en vidrios, techos y mampostería”. Por eso “se salió a reprimir, utilizando armas no letales, como balas de goma, gases lacrimógenos y bombas de humo”. En cuanto a las otras muertes, comentó que “hay una persona fallecida producto de una herida de arma de fuego, pero no podemos decir que tenga relación con estos incidentes”.(20) Siguiendo el mismo discurso, el Ministro de Gobierno, Diego Larreguy, justificó el accionar de la Policía diciendo que “tenía que proteger la comisaría porque después la tenemos que hacer de vuelta”. A su vez, para el ministro, la solución de fondo al asunto es una mayor presencia policial. Según su opinión, los chicos del “alto” deben inscribirse en la carrera de suboficiales porque hay muy pocos efectivos y la mayoría son de “afuera”. Es decir, invitar a los reprimidos de hoy a convertirse en represores de mañana.

En general, las autoridades provinciales y nacionales han tratado de lavarse las manos. El primero en desentenderse del asunto fue el gobernador Saiz que, estando a pocos kilómetros de la ciudad, alegó que su presencia no era necesaria. Además, sostuvo que no hay que juzgar a toda la institución policial por lo que hicieron algunos efectivos y destacó las medidas que dispuso su administración para reestablecer el orden.(21) Avala, con increíble cinismo, el accionar de su policía. La actuación del BORA fue autorizado por el ministro de Gobierno Larreguy vía el secretario de Seguridad Víctor Cufré. El gobierno nacional fue cómplice de los acontecimientos al mantenerse al margen del asunto y siempre bien dispuesto a enviar a Gendarmería Nacional cuando la situación así lo demande. Tres muertes obreras más dentro de un gobierno que se jacta de “progresista y popular”. Y si gendarmería no se hizo presente no fue por pedido explícito de la presidente Cristina Fernández, sino por la situación de desborde social que ello podía generar. Eso sin contar la cantidad de heridos por golpes y balas de goma. Observando esta actitud de sus gobernantes, la burguesía salió a la calle en defensa de su aparato represivo. Cerca de las 20 horas del domingo 20 se realizó la primera marcha “por la justicia” y en contra de la decisión del gobierno de trasladar la Comisaría 28º, convocada por el presidente de la Cámara de Comercio, José Calvo. En un principio, la marcha había sido convocada para el miércoles 23 pero, ante la decisión de la Multisectorial de hacer una marcha el martes 22 y la vacilación de la CTA, la burguesía se adelanta y sale a la calle. Se caracterizó por una fuerte presencia de la pequeña y gran burguesía, partidos políticos burgueses y sindicatos como el de los gastronómicos y de los taxistas. Su objetivo: apoyar a la policía contra los “chorros que quieren adueñarse de la ciudad”. La concentración se hizo en el Centro Cívico y podía observarse a la policía desfilar entre la derecha nefasta que los aplaudía y gritaba vergonzosamente “policías sí, chorros no”. Paralelamente, en la Sala de Prensa de la municipalidad, frente a la plaza del Centro Cívico, estaban reunidos unos 70 integrantes de la multisectorial. Inducidos por la gran convocatoria de la primera marcha, el lunes 21 se realiza otra, encabezada por una camioneta doble cabina de la Policía de Río Negro tocando bocina. Entre 3 mil y 4 mil personas marcharon en la noche para reiterar el respaldo al accionar del personal policial en la ciudad patagónica, y para pedir más seguridad. “Es la mayoría del pueblo la que se concentró este día”; “El pueblo somos nosotros y queremos mayor seguridad”; “Los chorros no son los dueños de esta ciudad, los dueños somos nosotros”, “Acá está Bariloche en defensa de la policía”; “Si este no es el pueblo, el pueblo donde está”, son algunos de los mensajes que deja la movilización de la burguesía.

Dos ciudades

Mientras la burguesía se llena la boca hablando de la profundización de la democracia, de los Derechos Humanos, de la igualdad de los individuos ante la ley, los asesinatos de Diego Bonefoi, Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, inauguraron un nuevo período de lucha de clases en Bariloche, que desnudó los mecanismos reales de la dominación burguesa: la violencia como forma última del orden. El mérito de estas jornadas fue hacer visible para todo el país aquello que ya habíamos expuesto en estas páginas: Bariloche no es una ciudad, por lo menos son dos. Este despertar de la clase obrera barilochense augura nuevos cambios que, tarde o temprano, saldrán a la luz

NOTAS:
(1) Para más información sobre las características sociales de la ciudad, véase Gerardo Wilgenhoff y Mariana Ávila: “El Bariloche que no se ve”, en El Aromo, nº 52.
(2) Río Negro, 18 de junio.
(3) A.N.B., 21 de junio, en www.anbariloche.com.ar.
(4) La Nación, 19 de junio.
(5) A.N.B., 23 de junio.
(6) A.N.B., 18 de junio.
(7) Ídem.
(8) Bariloche 2000, 18/06/2010.
(9) Mensajero digital 19/06/2010, en www.mensajerodigital.com.
(10) El Cordillerano 19/06/2010.
(11) A.N.B. 20/06/2010.
(12) Río Negro 20/06/2010.
(13) A.N.B. 22/06/2010.
(14) Ídem.
(15) Recordemos que Lozada, ordenó la detención del cabo de la policía, acusado del fusilamiento de Diego Bonefoi, pero, acto seguido, pidió la intervención de la Gendarmería Nacional para tratar de “controlar la situación”.
(16) A.N.B 29/06/2010
(17) A.N.B. 25/06/2010.
(18) Río Negro, 20/06/2010.
(19) Ídem.
(20) Ver www.kaosenlared.net, 18/06/2010.
(21) La Razón, 20/06/2010.

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