Cuando no hay argumentos…

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A falta de argumentos, el PO ha salido a “responder” con mentiras e insultos un comunicado en el que denunciamos una serie de argumentos y maniobras que surgieron en la última asamblea de JCP, donde se eligieron delegados para la mesa de becarios, y que nos parecen inadecuadas para un espacio que se pretende democrático. Con mentiras y chicanas, intentan desprestigiar nuestra intervención en los espacios gremiales de los investigadores para obturar el debate. Su comunicado no desmiente nuestra crónica de la asamblea, ni defiende lo que criticamos. Es decir, se acepta que tenemos razón: la asamblea funcionó tal cual la describimos. Incapaz de negar la verdad, se desvía el eje de la discusión. Veamos.

El PO dice que a la última asamblea concurrieron compañeros de RyR que “jamás habían participado previamente del espacio”. Parece olvidar que ellos han llevado gente propia a la asamblea que no solo no viene participando regularmente en ella, sino que tampoco va a las acciones de JCP. En cambio, todos los compañeros de RyR han participado de las asambleas de JCP, así como de sus acciones. Esto es fácilmente comprobable. También objeta que algunos “ni siquiera son becarios porque han ingresado a carrera de CONICET”. Al margen que sobre este argumento ya nos hemos explayado en el comunicado anterior (¿hay que fragmentar la lucha de los investigadores becarios y los de planta?), habría que hacerles notar que en JCP participan otros compañeros que tampoco son becarios y nadie los veta por ello. Tampoco se entiende por qué, con ese argumento, el PO no veta la participación en la mesa de becarios de compañeros de otras organizaciones que tampoco son becarios.

La participación de nuestro compañero en la mesa de becarios, Gonzalo Sanz Cerbino, que presentan como una  “autodesignación”, no fue tal. El compañero pidió participar con antelación sin que se le impidiera ir. Incluso al momento de ingresar, nadie se opuso. La acusación sobre la Comisión de Ingresantes, que según ellos quisimos aparatear y utilizar para paralelizar JCP, busca ocultar lo que dijimos en el comunicado y que los compañeros no responden. La comisión fue votada en asamblea a propuesta nuestra y Gonzalo se ofreció a armarla. A quien acusan de “aparatear”, fue el único que se movió por poner en marcha esta comisión, enviando mails para relevar los casos y organizar a quienes tenían los ingresos pendientes. Recordemos que había ingresos pendientes de 2014. La efectivización de esos ingresos y parte de los de 2015 (todavía faltan muchos), fue producto de esa lucha. De hecho esta lucha fue reconocida como un acierto por los propios militantes del PO en JCP. Por otra parte, RyR no intentó “ocultar los datos que indicaban que los compañeros/as que ingresaron en 2015 serían designados”, como dice el comunicado del PO, sino que se denunció las demoras que existían de convocatorias anteriores y se señaló que no podíamos quedarnos tranquilos en medio de un contexto de ajuste general en el Estado y de déficit en el presupuesto de Conicet. Fuimos los primeros en sacar comunicados con cada novedad sobre el tema, notificando la regularización de ingresantes 2014, los anuncios de CONICET y cada información que iba apareciendo.

El PO busca con este cuestionamiento esconder una diferencia política: mientras que ellos siempre buscaron tranquilizar (o sea, desmovilizar), creyendo cada cosa que prometía el CONICET, nosotros denunciamos la falta de precisiones en cada intento “tranquilizador” de las autoridades del organismo. Los hechos demostraron que teníamos razón: las autoridades debieron reconocer públicamente que el presupuesto del Conicet no alcanza y que hay un ajuste en marcha en el ingreso a carrera. En contra de la línea no alarmista que el PO ratifica en su respuesta, minimizando el problema, señalamos que no podíamos confiar en Ceccatto, Barañao y Macri. Si “finalmente ocurrió”, como dicen, fue gracias a la lucha, de la que el PO participó a regañadientes, porque como ellos mismos reconocen ahora, no son “alarmistas”.

Nunca dijimos, como afirma el PO, que “JCP BsAs no ha luchado contra el ajuste en CyT”. Todo lo contrario, nosotros hemos impulsado esa lucha. Las acciones de JCP durante 2016 que el PO enumera en su respuesta como mérito propio, fueron resultado de asambleas en las cuales no solo hemos participado, sino muchas de las cuales han resultado a propuesta nuestra. Lo que sostuvimos y sostenemos es que el PO llevó adelante una línea “anti-alarmista” en consonancia con la junta interna de ATE Conicet, lo que implicaba un voto de confianza a la patronal. Dicho de otro modo, el PO se atribuye como propiedad exclusiva una voluntad de lucha que no tuvo.

El PO pretende hacer pasar una crítica a ciertas posiciones dentro de JCP como una crítica a la organización en sí misma. Se entiende: el PO cree que JCP es suyo. O que, en el mejor de los casos, es un grupo de amigotes que se juntan “cuando pinta”, grupo exclusivo en el que no debe entrar nadie que ya no esté desde antes y donde es mejor que no haya representación de minorías. No se trata de una crítica macartista, sino de concepciones distintas en relación a la mejor forma de organización de los trabajadores científicos. Nosotros creemos en la necesidad de una organización más sólida, un sindicato. Si criticamos la orientación que PO le imprime a JCP es simplemente porque creemos que esa línea fomenta el atraso organizativo en momentos en que la patronal se dispone a destruir camadas enteras de trabajadores altamente calificados y a dejar en la calle a centenares de compañeros. A eso, el PO le llama “alarmismo”. Nosotros, conciencia de la situación. Si criticamos a ATE, es porque, por razones simétricas, abandona a los becarios, a los que no considera trabajadores.

Repetimos lo que dijimos: el PO se considera dueño de JCP y le molesta que a su izquierda haya crecido otra perspectiva de las cosas. Como producto de esa “molestia” en lo que consideraban su jardín privado, adoptaron en la asamblea de marras una serie de posiciones que resultan peligrosas en una organización que se pretende democrática.

Nosotros hemos dado las discusiones abiertamente y hemos acatado lo que se decidió en las asambleas, sea o no aquello que propusimos. Lo curioso es que mientras el PO miente sobre nosotros, sus militantes constantemente buscan modificar decisiones de las asambleas por la lista de mails.

RyR impulsa la organización sindical de los investigadores y sus luchas. Buscar negar esto no solo resulta una falacia sino un argumento para impugnar a compañeros de una organización que plantea diferencias. En lugar de debatirlas, se recurre a la difamación (¿no son estos métodos estalinistas?). Esto es lo que el PO ha venido haciendo.

Razón y Revolución

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